El 1 de abril, trabajadores del INAH sumaron su apoyo a las demandas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, haciendo una carta pública llamando a cerrar filas ante las políticas de austeridad que ha provocado una crisis en la institución.
Advierten que sin respuesta a las diferentes problemáticas que atraviesan, la ENAH está en una posibilidad de colapso, “lo cual sería de extrema gravedad para el desarrollo social y cultural de México”.
Este semestre llamaron a tomar el Museo Nacional de Antropología e Historia por la cancelación de alrededor de cien materias, afectando a todos y todas las profesoras que impartían esas clases y a les alumnes en su formación académica.
Fueron reprimidos por “desconocidos”, con plena complicidad de los cuerpos policíacos. Los y las académicas del Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH expresaron su repudio. Explicaron que las demandas son en defensa del “derecho a su educación y a condiciones laborales dignas”.
En la carta desarrollaron siete puntos: transparentar y reajustar el pago de profesorxs de asignatura; el aumento salarial; descongelar y abrir a concurso las plazas de tiempo completo que se han quedado sin ocupar; finalizar la construcción de la torre que lleva más de 10 años abandonada; realizar una auditoría a la ENAH y al INAH; recontratación del 40% del personal que fue despedido desde 2019 y aumentar y transparentar el presupuesto destinado a la ENAH.
Las autoridades del INAH sacaron un comunicado oficial donde dijeron que ya se había iniciado un proceso extraordinario de inscripción a materias optativas, con lo que se da cumplimiento a los acuerdos asumidos con los y las alumnas y maestras. En el mismo documento explican que se abrieron 41 materias optativas.
Sin embargo, este comunicado de las autoridades no fue bien recibido en la comunidad. Sólo se restituyeron 41 materias de 104 que fueron canceladas. No se ha resuelto el problema.
Además, no es el único conflicto. En varias áreas del INAH, los y las trabajadoras no son basificados y no tienen renovados los contratos. Recordando la respuesta que recibieron profesores de asignatura de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México hace ya más de un año, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, respondió que “no han sido despedidos, sólo no se les volvió a contratar”.
A más de dos años de la lucha #YaPágameINAH y en general todo el movimiento que abraza las demandas de este sector, las condiciones laborales de las y los trabajadores siguen siendo precarias, los y las profesoras continúan con bajos salarios y con el recorte de clases, el presupuesto cada vez es menor entre otras problemáticas.
No podemos esperar a que las autoridades resuelvan los conflictos, pues no lo harán. Ni Diego Prieto (director del INAH), ni Alejandra Frausto han mostrado interés más que el servir al gobierno actual, mismo que ha avanzado con políticas en contra de la cultura y la educación.
Al interior de la institución educativa, la única manera de lograr que trabajadorxs, estudiantes y docentes tengan mejores condiciones, es la organización de estos tres sectores. Es necesario que se levante un programa tripartito que decida planes de estudio, la inversión del presupuesto de manera independiente de la dirección y las autoridades. Hacia fuera, la crisis en las instituciones de educación superior, así como la precarización de la labor docente, sólo podrá revertirse por medio de la más amplia unidad de trabajadores y trabajadoras de la educación que levanten como bandera no sólo las reivindicaciones salariales y laborales correspondientes, sino una perspectiva más amplia que abrace la defensa de la educación pública y gratuita y ponga las universidades al servicio de las necesidades del pueblo pobre y trabajador.
¡Es urgente el aumento al presupuesto educativo y cultural sobre la base de impuestos a las grandes fortunas! | 
