Un fracaso. No existe otra palabra para lo vivido hoy en la cámara alta del Senado, luego de que tras semanas de engorrosas y diletantes discusiones por el cambio de elecciones para el 15 y 16 de mayo, se aprobara la correspondiente reforma, pero mandando al tacho los puntos clave llevados desde la Comisión Mixta, como eran el feriado irrenunciable y la franja gratuita.
Desde la Presidencia del Senado, a cargo de la demócrata cristiana (DC), Yasna Provoste, se refirió a la situación señalando que no se logró alcanzar el quorum, para el efecto de los elementos señalados en la Comisión Mixta.
"Hemos votado a favor de la Comisión Mixta, pero no se ha alcanzado el quórum requerido. Esta es una Ley Orgánica Constitucional, requería a lo menos 26 votos a favor, estuvieron todos los votos de la oposición, pero eso no fue suficiente. Finalmente queda una norma que no tenía quórum, que es prohibir los aportes durante la suspensión de la campaña electoral", señaló la falangista.
Otro de los aspectos importantes que no se consiguieron fue la disponibilidad del transporte gratuito durante los días de los comicios, lo que claramente es un factor que incide en la participación de la población en el proceso.
Y aunque desde la “Oposición” distintos sectores señalen que insistirán con el feriado irrenunciable, lo cierto es que desde el comienzo, incluso previo al aplazamiento de las elecciones, ha sido el gobierno quien ha rayado la cancha de un proceso directamente amañado, y que beneficia a los añejos partidos de los 30 años, tanto por la ley electoral, como por las propias reglas de la Convención Constitucional, acallando las voces de nuevas alternativas.
Un proceso a la medida de los partidos del saqueo de los 30 años
A casi un mes de realizarse las próximas elecciones para Convencionales Constituyentes, gobernadores y alcaldes, queda claro que bastante poco es lo que puede esperarse de un proceso así de fraudulento, en que por ejemplo se mantiene la ley de los 2/3 del quorum para la aprobación de normas emanadas de la nueva constitución, y la actual ley de partidos políticos, que afecta principalmente a las candidaturas independientes y las nuevas alternativas.
Desde el límite en el tiempo de las franjas televisivas, hasta el aporte económico en las campañas, vemos como tanto Chile Vamos, como la ex Concertación se encuentran desde un podio privilegiado para difundir su política que no es otra cosa que la herencia de los 30 años del legado de la dictadura.
No es casual el rechazo a los partidos tradicionales por amplios sectores de la población, quienes en plena crisis económica y sanitaria, saben que se encuentran totalmente expuestos a niveles de contagios por COVID19 sumamente alarmantes, y donde el desempleo, la precariedad, y las suspensiones laborales se encuentran a la vuelta de la esquina.
Hoy, en que derechos elementales como salud, educación, vivienda o pensiones se encuentran en la palestra de la opinión pública, no se puede seguir confiando en la derecha que se resiste a cualquier medida que vaya en beneficio de las familias trabajadoras, y por el contrario mantienen y resguardan las fortunas de los grandes empresarios.
Esta resolución emanada del senado solo reafirma la absoluta desafección de la casta enquistada en el poder política, de la realidad que viven actualmente decenas de miles de personas. Y también lo desastroso y turbulento del proceso de la Convención Constitucional a medida de los grandes empresarios y sus partidos históricos.
Sólo el camino de la organización y la movilización pueden abrir un camino en contra de los ataques del gobierno y sus trampas, reposicionar la necesidad de una Asamblea Constituyente realmente libre y soberana, y no un mecanismo que busca perpetuar las bases estructurales de la Constitución de la dictadura. |