La segunda ola de la pandemia es un hecho, así lo afirmó esta semana la ministra de salud, Carla Vizzotti, y se registraron casos récord de contagios durante estos días. El Gobierno decidió aplicar algunas restricciones, pero no se toman medidas para evitar la circulación del virus (como un plan de testeo masivo, entre otras) ni tampoco mayores recursos para Salud, u otras medidas sociales y económicas.
Hay que recordar que para el Gobierno no habría segunda ola tal como se expresó en los recortes del Presupuesto 2021, que incluyó la eliminación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). No se puede descartar que el Gobierno ante el malestar social conceda medidas como ampliación de Asignación Universal por Hijo o Tarjeta Alimentar por mencionar algunas, pero son medidas que no cambian de fondo el deterioro en las condiciones de vida de las mayorías que se profundizó con la pandemia.
Este contexto preocupante no modificó la prioridad del Gobierno de seguir negociando la deuda. La semana próxima Guzmán estará en Europa donde mantendrá reuniones en busca de apoyo de los países accionistas del Fondo para avanzar en un acuerdo con el organismo internacional para refinanciar la deuda, y a la vez, postergar el vencimiento de fines de mayo con el Club de Paris por U$S 2.400 millones.
Guzmán visitará Alemania, Italia, España y Francia y se reunirá con sus pares de esos países. La gira terminará en París el 16 de abril, donde está la sede del Club de París.
De investigar la deuda ni hablemos
El ministro de Economía, Martín Guzmán, participó este jueves en la reunión plenaria del Comité del FMI donde solicitó la reasignación de las reservas en DEG, la moneda del Fondo, y la eliminación de recargos en los préstamos.
Guzmán sostuvo que “es muy importante tener una revisión de la Política de Límites de Acceso y Recargos del FMI. Hoy en día, penaliza a los países en las circunstancias más adversas, es regresiva y procíclica, como se indica en el Comunicado del G-24, y no ayuda a abordar preocupaciones más graves. Ese no es el problema que enfrentamos hoy, por lo que esta política debe revisarse y, mientras tanto, una suspensión de los recargos ayudaría a los países en dificultades”. En el mismo sentido, el presidente Alberto Fernández en la apertura de una nueva sesión del Consejo Económico y Social, solicitó que se revisen las tasas y los tiempos para pagar la deuda.
La titular del FMI, Kristalina Georgieva afirmó que se evaluará el pedido de Guzmán, pero defendió las tasas de interés que aplica el organismo por el “alto riesgo” que implica prestar a los países que enfrentan dificultades.
Por su parte, el director para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, quien no participa directamente de las negociaciones y fue reemplazado por la vicedirectora del departamento, Julie Kozack, en un evento organizado por Standard & Poor’s lanzó que hay “mucha incertidumbre” en la reestructuración de la deuda en “cómo cambia sus políticas para que la nueva deuda sea sostenible”, también advirtió que "parece haber diferencias significativas de opinión dentro de los aliados políticos del presidente argentino, tanto en la política como en las negociaciones con el FMI". Las declaraciones del desplazado Werner no son novedad, pero dejan al desnudo las internas dentro de la coalición de Gobierno. Las negociaciones con el Fondo se extendieron más de lo que esperaba Guzmán, y la contradicción que enfrenta el Gobierno es cómo cerrar un acuerdo que exigirá mayores condiciones de ajuste en una economía con elevada pobreza, en un año electoral.
El Gobierno de Alberto Fernández hace un mes presentó una denuncia contra el expresidente Mauricio Macri por las irregularidades en el acuerdo con el FMI. Esta denuncia aporta al relato que se “endurecen” (ponele) ante el organismo, pero lo cierto es que las negociaciones con el Fondo continuaron. Lejos de investigar la deuda, el Gobierno mendiga por una reducción de tasas. El acuerdo con el FMI se calcula que se cerrará luego de las elecciones, habrá que ver cómo sigue la rosca. Pero en la última negociación de la deuda con los lobos de Wall Street, Guzmán comenzó con declaraciones duras y entre su primera oferta de abril y la última de agosto cerró con U$S 17.000 adicionales en beneficio de los acreedores privados. Negociar con dureza la deuda, te la debo.
Otro motivo del viaje de Guzmán a Europa es solicitar una nueva postergación al Club de París, otra deuda floja de papeles. Claudio Lozano, director del Banco Nación, en su libro “La Deuda Ilegítima” detalla que en 2014 el entonces Gobierno kirchnerista firmó un acuerdo con el Club de París por un monto total de deuda de U$S 9.700 millones, cuando en sus propios registros previos la misma era de U$S 6.725 millones. Para el economista el acuerdo es cuestionable por dos aspectos. Uno es “el reconocimiento de la deuda original, sin investigación previa, teniendo en cuenta que una parte importante de la misma procede de compromisos adquiridos por la última dictadura militar con acreedores oficiales”, incluso fue reconocido por el entonces ministro de Economía Axel Kicillof, y el segundo aspecto es que hubo un “incremento de deuda con el Club de París, como consecuencia de este arreglo, del orden de 3.611 millones de dólares, sin autorización del Congreso Nacional”. Nuevamente se avala una estafa.
Millonarios con la crisis
La semana pasada el Indec confirmó que la pobreza aumentó en el segundo semestre del 2020 al 42 % y afecta a más de 19 millones de personas. Se trata de 3 millones más de nuevos pobres respecto a 2019.
Pero no todos perdieron con la crisis. Esta semana se conoció el ranking de la revista Forbes con los millonarios y las millonarias del mundo. A pesar de la pandemia de covid-19 los más ricos son aún más ricos después de un año. Lo mismo se observó en la Argentina.
El primer lugar del ranking de empresarios argentinos lo encabeza [Marcos Galperin, cofundador de MercadoLibre con un patrimonio de U$S 6.100 millones. El podio de los cinco millonarios argentinos se completa con los hermanos Paolo & Gianfelice Mario Rocca, Gregorio Perez Companc, Alberto Roemmers, y Eduardo Eurnekian. El patrimonio de los cinco empresarios locales suman U$S 15.700 millones. El Gobierno decidió no afectar los intereses de los millonarios, el tibio y demorado impuesto a las grandes fortunas denominado Aporte Solidario y Extraordinario recaudó un total de $ 6.063,70 millones, aunque el vencimiento se extendió hasta el 16 de abril.
En plena segunda ola del coronavirus la prioridad tiene que ser atender las necesidades sociales y para eso se necesitan medidas de emergencia como un Ingreso Familiar de Emergencia de $ 40.000, un salario mínimo acorde a la canasta familiar, fortalecer el sistema de salud, entre otras. Honrar la deuda ilegal solo traerá mayores ajustes para el pueblo trabajador, es necesario su desconocimiento soberano, entre otras medidas para reorganizar la economía en función de las necesidades de las mayorías y no de unos pocos.
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