Contagiados trabajando
Completa indignación reinaba entre los portuarios la tarde de este domingo, luego de que al inicio del 2o turno se realizara un examen PCR al conjunto de trabajadores, y luego de unas 3 horas de espera y aún trabajando, se informara de alrededor de 20 casos positivos en ambos terminales. Los portuarios del T2 decidieron paralizar las faenas inmediatamente, y realizaron una Asamblea en pleno Muelle Prat, donde denunciaron que la empresa los hizo trabajar igual, y que incluso varios de los contagiados habían trabajado los días anteriores con ellos, en funciones los ponen en contacto con el conjunto de especialidades de las faenas portuarias.
Los dirigentes y el contagio
Al menos la mitad de los integrantes de la actual directiva del Sindicato No 1 de Estibadores se encontraba también en faenas al producirse este brote, por lo que participaron de la Asamblea. Pablo Klimpel informó que había tenido una reunión con la empresa, y habría logrado que ésta acepte que los trabajadores contagiados sigan recibiendo el pago por sus turnos no realizados, al igual que los casos de contacto estrecho, y que se estaba negociando un Bono-Covid por trabajar en pandemia. Los trabajadores reclamaron que no era posible que los hicieran trabajar sin exámenes, que no iban a volver a trabajar hasta que hubiese nuevos exámenes para todos y se supiera exacmente quién estaba contagiado. Klimpel fue criticado porque, aunque estaba en el trabajo, pareciera que no se preocupa de lo que pasa en la pega ni de los trabajadores. Klimpel argumentó que la sede del Sindicato era una fuente de contagio y que debían cerrarlo nuevamente (el año pasado estuvo cerrado 6 meses).
Completo desprecio hacia los trabajadores
TCVAL, concesionaria del T2 de Valparaíso, no realizaba exámenes preventivos hacía más de un año, lo que en la práctica significa no prevenir nada, tener a los trabajadores en la más completa incertidumbre y no tener ningún elemento de trazabilidad.
Ultraport, a su vez, que suministra los trabajadores al Terminal 1, lo haría cada 3 meses. Este terminal está concesionado a TPS, de la misma familia Von Appen que se querelló contra 13 portuarios que lucharon en el gran Paro Portuario del 2018, y que ésta semana logró evitar una huelga legal votada mayoritariamente por los trabajadores de la Naviera Humboldt, que acusan tener turnos de hasta 5 meses embarcados, sin poder ver a sus familias.
La pandemia y la cesantía
El riesgo de contagio, por un lado, y la amenaza de la cesantía, por el otro, son una verdadera tenaza en la cual el gobierno de Piñera logró atrapar a la clase trabajadora. Sin embargo, son múltiples los ejemplos de luchas y huelgas que se han venido realizando los últimos meses, detonados fundamentalmente por las condiciones laborales, ya sea higiénicas o por las abrumadoras jornadas laborales, que significan una mayor explotación. Es fundamental que éstas iniciativas de los trabajadores puedan desarrollarse en coordinación, con apoyo mutuo y unidad, para lograr echar abajo la ley que permite los despidos (la infame ley maldita de “protección al empleo”, impulsada por Piñera y el empresariado y votada por el Frente Amplio), prohibir los despidos, establecer un salario de emergencia (al menos de $550.000) para no caer en la miseria, financiado por impuestos progresivos a las grandes fortunas, que aumentaron en promedio un 73% en plena pandemia.
Al cierre de esta nota los trabajadores mantenían el paro del Terminal 2.
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