Este martes podría haber un acuerdo en la paritaria metalúrgica, cuando se reúnan los dirigentes de la UOM con los representantes de las cámaras patronales.
Recordemos que la negociación comenzó en marzo con un pedido del 35 % por parte del gremio, rechazado por los empresarios que además de rebajar el número querían aumentar las cuotas.
Finalmente se acercaron al número de 32 % aunque sigue abierto el debate por la cantidad de cuotas: 2 o 3.
Según informó hoy el diario BAE, Claudio Moroni trabaja en un intento de acuerdo. “Para el Gobierno los metalúrgicos deberían resignar 3 puntos y las cámaras aceptar el pago en 2 tramos, con cláusula de revisión por escrito para poner a salvo el convenio de la inflación”.
Sin embargo, para buena parte de los 185 mil trabajadores a los que involucra la paritaria, no alcanza. Recordemos que el gremio tuvo demorada la paritaria 2020 durante meses. Venció en marzo y la actualizaron en noviembre, “por la pandemia”.
Por ejemplo, en Tierra del Fuego el malestar se expresó en una autoconvocatoria en la sede sindical de UOM, mostrando su rechazo al acuerdo salarial del 35% anunciado desde el gremio metalúrgico. Oscar Martínez y parte de la directiva tuvieron que responder. En esa provincia ya vienen de un acuerdo de dos años sin aumentos para preservar los puestos de trabajo.
En Villa Constitución el malestar terminó con la convocatoria a un paro por parte de la seccional y la comisión interna de Acindar, opositoras a la conducción de Caló, que no se pudo concretar por el dictado de una conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo.
En la Rama 21, siderúrgicos, está claro que el porcentaje y las cuotas no cierran. Así lo manifestaron a nuestros corresponales muchos trabajadores de Siderca Campanas.
A esto se le agregan las diferencias en algunas seccionales como La Matanza y Morón, pero que prefieren resolverlas dentro del Consejo Directivo.
Lo cierto es que los metalúrgicos han visto la reactivación de la actividad, el aumento de los precios, pero lo que sigue siendo más golpeado es el bolsillo.
Lejos de convocar asambleas en los lugares de trabajo para discutir qué aumento se necesita y dónde están las fuerzas para lograrlo, Caló y la cúpula de la UOM seguirán esta semana la rosca con los empresarios y el Ministro. El objetivo: ajustarse a los increíbles pronósticos inflacionarios del ministro Martín Guzmán. |