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El pasado 24 de mayo, Podemos quedó como tercera fuerza en Aragón con más del 20,5% de los votos. Por delante suyo, con 21,4%, se posicionó el PSOE. En estos días y después del apoyo del PSOE a la coalición Zaragoza en Común (en la que se integra Podemos) para la alcaldía de la capital, se viene discutiendo el apoyo de la nueva formación al candidato a la presidencia de Aragón por el PSOE, Lambán. Aragón se convierte en uno de los territorios donde con más fuerza emergen las nuevas candidaturas ciudadanas y la formación de Pablo Iglesias, y también una de las comunidades donde la nueva formación va a facilitar el gobierno al principal partido del ala “izquierda” de la casta.
Los portavoces de ambas formaciones, junto con los de IU y CHA, han afirmado que su primer acuerdo en Aragón será la paralización de la LOMCE, rechazada de forma amplia en la comunidad educativa en grandes movilizaciones de protesta y apoyada por el actual ejecutivo del PP-PAR. Ésta se aplicaría a partir de la apertura del plazo de matrícula en los institutos aragoneses, el próximo 13 de julio, en Secundaria y Bachillerato y ya se aplicó este curso en Primaria.
Pero este cambio implica rechazar esta última contra-reforma, pero para volver a una casilla de salida nada aceptable para quienes luchamos por una educación pública y de calidad. La alternativa a la LOMCE que proponen es aplicar la anterior Ley Orgánica de Educación, promulgada en 2006 por el gobierno del PSOE también con la oposición en las calles de miles de estudiantes y de buena parte de la comunidad educativa.
Las continuas reformas en la enseñanza y los ataques contra la educación
Promulgada por el actual gobierno del PP, la LOMCE fue aprobada con la oposición de todos los grupos parlamentarios de izquierdas y entre protestas, movilizaciones y huelgas de estudiantes y trabajadores de la educación. Esta ley implementa trabas académicas, económicas y de segregación, mientras se recorta el presupuesto destinado a la educación pública y se aumenta el de la concertada.
Supone además un retroceso en las condiciones laborales de los trabajadores de la educación y en la calidad de la enseñanza, al aumentar el número de alumnos por aula, despedir docentes y eliminar ayudas, junto con medidas que degradan la educación pública de cara a una elitización. Esto perjudica principalmente a los estudiantes de las clases populares y trabajadoras, mientras se perpetúa una educación cada vez más elitizada.
Los portavoces de estos grupos exponían su acuerdo en paralizar la LOMCE como un triunfo. Así la diputada de Podemos, Erika Sanz, afirma que este acuerdo político “da continuidad” a “la lucha y la reivindicación”. También Patricia Luquin, diputada de Izquierda Unida, explicaba que se ha empezado a trabajar “desde el punto de vista técnico y jurídico en el compromiso político de paralizar la LOMCE en Aragón”.
Sin embargo, la anterior LOE, aplicada por el gobierno del PSOE, también se aprobó entre protestas, así como el Plan Bolonia aprobado durante su mandato y enfrentado por un combativo movimiento universitario. Un movimiento al que el Gobierno del PSOE no dudó en reprimir acudiendo al aparato policial y judicial en todo el Estado. En Aragón, en coalición con otros partidos como IU o CHA que colaboraron gobernando con éste durante 4 años en Aragón, el PSOE fue el agente de estas graves contra-reformas educativas.
Aquel supuesto gobierno “de izquierdas” fue empeorando los servicios públicos, incrementando los conciertos con la privada, recortando derechos sociales y llevando adelante escandalosas ventas y cesiones de suelo o espacios públicos a entidades privadas.
¿Qué propone Podemos respecto a la educación en Aragón?
Podemos Aragón señala en su programa que “El sistema educativo de calidad ha de presuponer que todos los servicios (…) tienen carácter gratuito en los centros de enseñanza públicos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, así como en los centros privados sostenidos con fondos públicos”. Es decir, acepta el actual modelo en el que casi la mitad está bajo gestión privada. Hay que recordar que en la educación concertada el 70% está en manos de la Iglesia Católica, algo incompatible con defender el "derecho fundamental de una educación universal, pública, laica y de calidad”.
Este programa desoye una demanda fundamental de los movimientos sociales de la comunidad educativa desde hace años: la no financiación de la concertada. Es inaceptable seguir regalando millones a la patronal educativa y la Iglesia católica, mientras se recortan los presupuestos para la educación pública, se despide profesores, se cierran plazas en la pública...
Es una postura es similar a la del candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, José Manuel López, que afirmaba que "los conciertos en educación están ahí y no es nuestra política ahora mismo quitar los conciertos que hay.”
De candidaturas e ilusiones para la juventud
Podemos con sus acercamientos y pactos con el PSOE no hace otra cosa que fortalecer a uno de los dos principales partidos que son parte de la casta.
Toma en sus discursos algunas de las demandas más sentidas como la cuestión de los desahucios o el paro juvenil. Pero el giro a la derecha de su programa va teniendo su expresión concreta en problemas tan candentes como el de la educación, incluso desempolvando viejas leyes como la LOE del PSOE.
Mientras, la juventud sigue pagando los platos rotos del Plan Bolonia con la expulsión de 45.000 estudiantes al año de la Universidad debido al recorte en las becas, al aumento abusivo de las tasas universitarias de grado y de master en universidad y de FP (Formación Profesional), junto con el resto de los recortes en educación, como los 32.000 trabajadores despedidos de los centros educativos y el ataque contra sus derechos laborales. Todo esto sólo si contamos desde el inicio de la crisis capitalista, la cual pretenden descargar, como siempre, sobre la clase trabajadora y los sectores más oprimidos y la juventud.
La lucha por un programa que termine con la privatización de la educación, dando el paso a una red única pública que incluya la nacionalización de los centros concertados y privados bajo control de los trabajadores, como parte de la lucha por la separación total de la Iglesia Católica y el Estado. Todas estas medidas están más allá del “sentido común” del partido de Pablo Iglesias.
Así pues, un avance real respecto a la educación va más allá de la vuelta a una reforma anterior del PSOE, y viene de la mano de la movilización y la organización de la comunidad educativa, coordinada con el resto de luchas.
Esta respuesta, como vienen demostrando estos años de huelgas, movilizaciones y protestas contra la LOMCE, el 3+2 o el Plan Bolonia, necesita de continuidad. La tarea de pelear por unir, organizar y coordinar al estudiantado y al resto de la comunidad educativa en solidaridad con el resto de sectores oprimidos corresponde a las organizaciones estudiantiles, así como a la izquierda política y sindical. Fortaleciendo las asambleas y órganos democráticos de base y fomentando la coordinación de las luchas para derrotar los recortes, vengan del gobierno que vengan, y peleando por el paso de todos los centros a una única red pública, laica, gratuita, de calidad, universal y bajo control de los trabajadores y estudiantes de los centros educativos. |