En medios internacionales cundió la noticia sobre el resultado de las elecciones de primer término del país andino. En este proceso se definieron más de 130 cargos para diputaciones federales en el Congreso Nacional, el cual estaba profundamente marcado por la polarización existente, ya que a diferencia de nuestro país, dónde están marcadas la mayoría parlamentaria a favor de una fuerza política, en el país sureño prima una profunda fragmentación del régimen de partidos.
Como ya lo hemos expresado en otras notas, esta polarización proviene de la crisis de legitimidad que atraviesa el sistema de partidos políticos, que se han visto cruzados por importantes casos de corrupción en los últimos años en la gestión de Vizcarra, que le costó un juicio político por el lamentable caso del Club de la Construcción, donde se le acusó de desvío de recursos y tráfico de influencias.
El desprecio profundo por la casta política que se expresó a través de las multitudinarias protestas encabezadas particularmente por jóvenes, se había canalizado a la consigna de una nueva constitución, que tiene fuertes rasgos neoliberales y en esencia permitieron los grandes desfalcos organizados desde el empresariado y legitimado por el Estado. El principal nudo de esta crisis proviene de los aspectos más orientados hacia la privatización que impuso Fujimori en la Constitución firmada en 1993.
La destitución de Vizcarra y posteriormente de Rafael Merino, así como la crisis política, que igual que en Chile, fue contenida episódicamente por la pandemia, ahora tuvo un segundo impacto abierto por el escándalo que involucraba a varios políticos en el caso Odebrecht . Otro freno fue la amplia movilización desatada fue la política de respaldo de sectores “de izquierda” agrupados en el Frente Amplio a la institucionalidad, es decir, a la Constitución Fujimorista.
¿De dónde viene José Castillo?
La novedad de las elecciones del pasado 11 de abril sin duda fue el líder del Sindicato de Profesores (SUTEP), José Castillo, quien logró obtener un margen –en el marco del profundo abstencionismo de la población- de más de 6% de la votación (19% del total de votos emitidos) por encima de la histórica oposición de derecha encabezada por Keiko Fujimori, quien obtuvo 13,37%, según lo publicado por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), con las actas de votación procesadas al 99.4%.
En este contexto surgió la figura del profesor, quien fue secretario general del SUTEP en la región de Cuzco, uno de los principales dirigentes en la huelga Magisterial, que surgió producto de la profundización de las medidas neoliberales en materia educativa, parecida a la que se aplicó en el gobierno de Enrique Peña Nieto en México hacia 2016-2017. Esta es una carta de presentación poderosa que tiene la apuesta de desviar el descontento que no logró contener el Frente Amplio en su momento, con su promesa de campaña más fuerte: dar una nueva constitución a Perú, que rompa con el Fujimorismo.
La huelga docente de 2017 atravesó a todo el país, tuvo un acatamiento de más del 63% en su punto más álgido, con represión y desalojos violentos por parte de la policía. Esta huelga terminó con un acuerdo entre la dirección del SUTEP y una comisión mixta del Ministerio de Educación y el Congreso Nacional. Aunque la negociación no satisfizo a las bases, la dirección sindical pactó el acuerdo y finalizó la huelga.
Esta experiencia como dirigente de la burocracia sindical, combinado con un programa político, que si bien cuestiona el orden constitucional y aboga por varias medidas de estatización, no termina de cuestionar el régimen de explotación capitalista en Perú, que de contenido parece reciclar varios elementos de la política chavista, del llamado “socialismo del siglo XXI”.
Independencia de clase: una necesidad para la América rebelde
A decir de los medios masivos de comunicación y la derecha regional que califican a este candidato, a su Partido (que se autodefine como Marxista – Leninista) como comunista y/o socialista, habrá que preguntarse si realmente lo son, pues una de las tesis más importantes del marxismo tiene que ver con la independencia política de los trabajadores con respecto a las direcciones burguesas.
Sin embargo, el ascenso de esta opción con un discurso a la izquierda de los partidos tradicionales, a comparación de lo que se ha visto en el espectro político continental, hace pensar sobre el importante reto político que tiene la Izquierda obrera, socialista y revolucionaria ante esta coyuntura, que muestra el avance en la conciencia de las masas peruanas y simpatía por las ideas de izquierda y la perspectiva socialista.
Esto pone a la orden del día la necesidad de poner en pie una poderosa alternativa de izquierda en Perú y el resto de América, que marque tajantemente su independencia política de los empresarios y sus partidos, como ya lo están haciendo nuestrxs compañerxs de la Corriente Socialista de las y los Trabajadores (CST).
Los socialistas revolucionarios que impulsamos esta red de diarios internacional, consideramos que es necesario que los trabajadores tengan sus propios representantes políticos. Pero no es suficiente con que provengan de nuestra clase.
Es fundamental que asuman una perspectiva socialista y revolucionaria, con un programa político que represente nuestras aspiraciones, que muestre como éstas irremediablemente chocan con los grandes empresarios y las transnacionales.
Como una modesta experiencia en ese sentido, en México impulsamos en este período de elecciones, una candidatura anticapitalista, así también para el proceso constituyente de Chile, nuestra organización hermana, el Partido de Trabajadores Revolucionario (PTR) impulsa candidaturas a diputados constituyentes que plantean la perspectiva de la independencia política de las y los trabajadores. Esto es parte de una lucha mas integral: poner en pie organizaciones socialistas y revolucionarias de la clase obrera a nivel nacional e internacional. |