Es la segunda sesión presencial del CGR durante la pandemia, el motivo discutir la propuesta por parte de rectoría para cubrir solo el 60% del salario tabular a los trabajadores que laboraron durante semáforo naranja, esto después de la denuncia por parte de los trabajadores de no recibir el pago que había sido acordado bilateralmente al inicio de la pandemia.
La sesión comenzó alrededor de las 10:30 de la mañana, la propuesta de orden del día por parte del Ing. Agustín Rodríguez fue discutir este tema como único punto.
Esto como si no existieran temas igual de importantes que un Consejo General de Representantes tendría que discutir con urgencia, por ejemplo, el cambio de pagos de las pensiones en UMAS -que es un golpe a los trabajadores en sus pensiones-, la Ley General de Educación Superior, o el programa de ajuste presupuestario que anunció la UNAM -donde se apunta a aplicar la austeridad republicana a los trabajadores sin tocar los salarios de los altos funcionarios-. Es más ni siquiera se pretendía dejar hablar a la comisión de profesores que asistió para entregarles un documento y hacer un llamado a rodear la solidaridad activa ante el proceso justo que llevan adelante.
Con la determinación de los profesores se leyó el documento donde hacen un llamado “a discutir con las bases la unidad activa entre trabajadores, docentes y estudiantes” y “a sumar sus fuerzas como Sindicato de Trabajadores de la UNAM y a formar parte de las actividades votadas como parte del plan de lucha emanado de la Asamblea Interuniversitaria”. Un llamado que cualquier sindicato que se diga democrático tendría que retomar y dar respuesta en concordancia.
En cuánto a la discusión del punto único, versó sobre dos propuestas. Por un lado, llevar adelante una consulta con los trabajadores que se han mantenido en sus puestos para que sean ellos los que determinen si aceptan o no el pago del 60% del salario tabular con el principio de la democracia e incluso valorar distintas rutas en caso de que se quiera pelear por el 100% como las demandas colectivas. Por el otro aceptar sin consultar a los trabajadores la propuesta de las autoridades planteando que ya es un gran logro que las autoridades hayan aceptado otorgar dicho bono y no arriesgarse a perder dicho logro.
Con un debate por momentos acalorado donde se expresaron metodos repobables como el amedrentamiento y la hostilidad física ante los debates, donde hay mucha tela de donde cortar, lo que más llama la atención son los argumentos que defienden la idea de que recibir el salario integro durante la pandemia es un “privilegio” al puro estilo de la respuesta de la AAPAUNAM, un sindicato que todos sabemos está sometido a las autoridades. Finalmente, la mayoría roja alineándose a los representantes del comité ejecutivo de dicha corriente impuso su peso y votaron aceptar la propuesta de las autoridades.
Hay que hacer notar que este organismo se ha convertido en un espacio burocratizado, alejado de la base, con estatutos como como el de los delegados plenipotenciarios que pueden pasar por encima de las asambleas de las dependencias si así lo consideran como delegados. Por lo tanto, prima siempre la decisión de una cúpula de la dirección.
Reactivar las asambleas
Es cada vez más evidente que la crisis económica y pandémica y particularmente la crisis del sector educativo está impactando fuertemente al conjunto de los trabajadores, es una discusión que no se puede evadir.
La implementación de la “nueva normalidad” ha llevado a mantener a miles de sectores laborando con recortes salariales, sin derechos laborales y muchos miles más han perdido el trabajo.
No puede ser retomado como un argumento para detener el descontento ante dichas circunstancias, sobre todo, si no se toma en cuenta que mientras miles tienen estas condiciones un puñado del sector empresarial y burócratas se mantienen con grandes ganancias y grandes salarios. Esto sucede en la UNAM hay una casta que no ha dejado de percibir sus enormes salarios y ahí si sus enormes privilegios.
Hoy es importante que los sectores democráticos del sindicato planteemos la necesidad vital de reactivar la discusión en nuestros espacios asamblearios que se pueden organizar de manera virtual, no se puede permitir que, aprovechando el confinamiento, se asiente la idea de que es correcto que el comité ejecutivo decida sin consultar a las bases.
Desde la agrupación Desde las Bases STUNAM consideramos vital que ante la negativa del comité ejecutivo de discutir un proceso tan importante como es la lucha docente. Seamos la base trabajadora quienes empujemos para rodear de solidaridad activa a los profesores, quiénes tenemos el mismo enemigo en común la rectoría y sus políticas que atacan a los trabajadores, a los estudiantes y a la educación pública en su conjunto. |