Rafael Lopez Aliaga (RLA), el bolsonaro peruano, ha declarado que respaldara a Keiko Fujimori en el balotaje del 6 de junio. En la elección del 11 de abril Aliaga obtuvo 11, 71% de los votos, ubicándose en tercer lugar de entre los más votados. En un primer momento dijo que le habían hecho fraude y que en segunda vuelta llamaría a votar nulo. Sin embargo, el miedo a lo que representa un probable triunfo de Pedro Castillo para los empresarios, habría llevado a que este personaje ultra conservador llame a votar por Keiko.
RLA dijo que no vota por Castillo porque tiene una propuesta económica de nacionalización de algunas empresas, algo parecido al régimen chavista y que, según él, con estas medidas la economía peruana estaría peor que la situación actual de Venezuela. Sobre este punto, Castillo y algunos de los electos congresistas de su agrupación, han aclarado que en el mejor de los casos solo van a renegociar los contratos con las multinacionales para obtener mayores recursos.
López Aliaga es un viejo amigo del fujimorismo, es precisamente uno de los empresarios que se beneficiaron de la liquidación de las empresas públicas en el gobierno de Alberto Fujimori. Él fue uno de los pocos ganadores en la dictadura fujimorista, ya que gracias a la privatización de las empresas estatales EnturPerú y Enafer, Aliaga y su socio Lorenzo Sousa Debarbieri se hicieron millonarios.
Recordemos que en 1994 López Aliaga y Sousa obtienen, gracias a la iglesia católica y al gobierno de Fujimori, la concesión de los hoteles Machu Picchu y Monasterio a nombre de la empresa Peruval. Es a través de esta empresa hotelera que se hacen socios del millonario James Blair Sherwood, propietario de la cadena de hoteles y ferrocarriles de lujo Orient-Express.
Durante la campaña de la primera vuelta Aliaga se quiso mostrar como un novato en política y como un luchador contra la corrupción de Odebrecht, sin embargo, su partido Renovación Popular es nada más y nada menos que una versión actualizada del viejo Partido Solidaridad Nacional del investigado por corrupción Luis Castañeda Lossio quien precisamente se encuentra investigado por sus vínculos a la constructora brasileña Este partido político, que reproduce todos los vicios de la partidocracia tradicional, se define ahora como defensor de la vida, la familia y como la expresión peruana de la ola celeste.
Además de anunciar su apoyo a Keiko, Aliaga ha dicho que postulará a la alcaldía de Lima, donde ya fue regidor por Solidaridad Nacional entre el 2006 y 2010, y que renunciara el último año para volver a postular a la presidencia de la república.
El derechista Pedro Cateriano también se suma al apoyo a Keiko
El apoyo abierto de Vargas Llosa a la candidatura de Keiko Fujimori, ya está cosechando sus frutos en las filas de la derecha peruana. Ha ello se debe que el neoliberal Pedro Cateriano haya anunciado también que en la segunda vuelta votara por la hija del dictador Alberto Fujimori el cual se encuentra preso por corrupción y por el asesinato de los estudiantes de la Cantuta.
Cateriano fue Premier en el gobierno de Ollanta Humala, y se lo recuerda por ser un polémico opositor a Alan García y a la misma Keiko Fujimori a la que muchas veces acusó de corrupción. Su cambio repentino en favor del fujimorismo, pone una vez más de manifiesto que la derecha peruana solo tiene diferencias de forma.
Todos estos conversos pretenden hacer ver a Keiko Fujimori como el mal menor, pese a que sobre ella hay una investigación en etapa de acusación por lavado de activos. Cabe recordar que muchos de estos personajes que hoy se suman al apoyo a Keiko, hace poco tiempo atrás se rasgaban las vestiduras y eran los principales promotores del encarcelamiento y sanción a la hermana mayor de los Fujimori. Ahora, ese discurso anti corrupción y anti Keiko lo han encarpetado para marchar tras el fujimorismo.
El frente pro Keiko que se viene fraguando estos últimos días, es un frente burgués que busca el continuismo neoliberal y mantener incólume la Constitución de 1993 a partir de un gobierno de “la mano dura” con Keiko a la cabeza para, a partir de ello, poder implementar mayores políticas de ajuste y recorte contra la clase trabajadora y el pueblo empobrecido, que son quienes más vienen sintiendo los efectos de la profunda crisis económica y sanitaria que se vive en estos momentos.
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