La semana comenzó con número críticos, la ocupación de camas críticas en hospitales públicos de Rosario se elevó al 93%. Según los datos de la Asociación de Clínicas y Sanatorios hay 1.927 camas de internación, de las cuales 440 están en áreas críticas. El sector público suma otras 557 camas.
Durante el fin de semana se conoció que pacientes debieron ser derivados a otras localidades por la falta de camas críticas, como sucedió en la ciudad de Rafaela o en Las Parejas, donde sin embargo el sector privado aún cuenta con camas disponibles. Esta derivación se trata de un plan de contingencia del sistema, pero que resulta insuficiente frente a la exponencial suba de contagios y la ya crítica ocupación de camas para pacientes críticos.
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Se suma la noticia que en el policlínico de PAMI II casi no quedan camas disponibles, según lo que informó un enfermero del lugar al diario RosarioPlus, solo quedan dos camas disponibles para pacientes covid, de un paciente UTI pasaron a cinco solo durante el fin de semana.
La suba de casos y el aumento de la gravedad de los mismos, también en personas menores de 60 años, da cuenta de la gravedad de la segunda ola. Sin embargo, la respuesta de los gobiernos viene siendo insuficiente para enfrentar la pandemia.
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Es elemental la liberación de las patentes como piden muchos trabajadores de la salud, científicos y especialistas. Y como han planteado, Nicolás del Caño, y Juan Carlos Giordano que presentaron un proyecto de ley en la Cámara de Diputados que plantea que inmediatamente se declare de utilidad pública el laboratorio mAbxience propiedad de Hugo Sigman, sujeto a expropiación y se instrumenten los mecanismos para que se puedan envasar las vacunas en la Argentina. Ya que allí se produce el principio activo. Denuncian que millones de dosis se fueron del país y no volvieron nunca.
Pero además, con las noticias de la derivación de pacientes y falta de camas, en Santa Fe se vuelve imperiosa la necesidad de la unificación y centralización del sistema de salud. El sistema debe ser unificado, con centralización estatal de todas las camas, establecimientos, aparatología y recursos disponibles, para que el acceso sea verdaderamente para todos y todas. Solo así se puede enfrentar el aumento de camas críticas y no que algunos puedan acceder al tratamiento y otros no.
La salud privada debería declararse de utilidad pública y así funcionar bajo la órbita del Estado como parte de un plan centralizado de todo el sistema. | 
