Este martes por la tarde, el juez en lo Contencioso Administrativo Federal Esteban Furnari hizo lugar a un pedido realizado por el oficialismo nacional ante la Justicia Federal. Ordenó al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta que suspenda las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires hasta que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie sobre el tema.
El planteo había sido realizado este lunes por Carlos Zannini, actual Procurador del Tesoro, ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal. La solicitud buscaba que se declare la inhibitoria de la Justicia porteña, que el domingo había fallado a favor del Gobierno de CABA en el tema de la presencialidad de las clases.
Los sindicatos docentes mayoritarios, UTE y Ademys, tienen convocado junto a los colectivos de familiares un paro para mañana, exigiendo la suspensión de la presencialidad y un plan integral para poder realizar clases virtuales, como la exigencia de conectividad, wifi gratis para los chicos, mantener las viandas alimenticias e IFE para las familias vulnerables. Como así también la exigencia de vacunas para todos, ya que se calcula que solo el 16% de los docentes recién recibieron una sola dosis.
Un tema sanitario y social terminó siendo un tema de la justicia, que entre maniobras jurídicas y la disputa entre Nación y Ciudad, tienen en vilo a la comunidad educativa porteña. La salud y educación no debe para disputa electoral, hoy metiendo a la justicia (que falla virtualmente mientras son los docentes los que deben ir a clases). Solamente la docencia junto a las familias son las capaces de poder organizar un verdadero plan, por ser las primeras interesadas.
Con este nuevo fallo nuevamente la comunidad educativa estará en vilo esta noche, ante la respuesta de Larreta. Mientras los sindicatos vuelvan al paro y esperan ver como sigue la pelea por la salud y la educación. Si gana la virtualidad, los docentes tienen un plan para poder garantizar y es lo que le exigen a los gobiernos nacional y de la Ciudad.
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