Este sábado y por zoom los trabajadores de RecTuel (ex Hey Latam) junto a las familias en lucha por vivienda de Magaldi, y otros sectores en lucha, convocan a un Encuentro contra la criminalización de la protesta social y para unir las luchas en defensa del trabajo y la vivienda. La coordinación de las luchas y la unidad entre ocupados y desocupados es una tarea frente a la crisis en curso, para que triunfen.
En la región desde hace meses vienen saliendo a luchar distintos sectores de trabajadores y sectores populares, frente a despidos, a la falta de un techo, en defensa del medio ambiente y en defensa de los derechos del pueblo trabajador frente a la degradación de las condiciones de vida durante la pandemia.
Hace más de 7 meses, familias que quedaron sin trabajo y sin la posibilidad de alquilar siquiera un cuartito producto de la pandemia, recuperaron un baldío abandonado que se había convertido en un basural y allí pusieron en pie sus precarias viviendas. Son las familias de Magaldi, que enfrentaron con sus propias manos la dureza de la falta de vivienda.
En un call center ubicado en Buenos Aires y Zeballos de Rosario, los jóvenes trabajadores enfrentaron primero las suspensiones, luego los despidos y pusieron en pie la cooperativa de trabajadores RecTuel luego de que el dueño de Hey Latam hiciera una quiebra fraudulenta y dejara a 301 familias en la calle. Las familias de Magaldi y los trabajadores de RecTuel enfrentan hoy imputaciones por salir a pelear por lo que corresponde: trabajo y vivienda.
No son los únicos que en la provincia de Santa Fe y en la región fueron criminalizados. Los trabajadores de Guerrero en San Lorenzo fueron despedidos ilegalmente, y luego de protestar bloqueando los portones y sufrir el abuso patronal que llegó al punto de quemarle el auto a uno de los obreros, tuvieron que defenderse de la policía que llevó preso al secretario gremial del SMATA.
Por otro lado, 23 trabajadores de una distribuidora que reparte gaseosas de Coca Cola estuvieron demorados un día entero, incomunicados y hacinados en medio de la pandemia en un pequeño calabozo. Les sustrajeron sus pertenencias y no informaron a la familia de su estado. El motivo: realizaban una protesta exigiendo el reintegro de tres despedidos. Parece que es un crimen negarse a ser un número más del índice de desempleo.
Los aceiteros de Buyatti también fueron despedidos. Si, una aceitera, ese negocio que factura millones sin importar pandemias ni crisis económica: ahí siempre se gana. Bloquearon los portones porque la patronal con una avaricia sin límites no quiere ni siquiera pagar las indemnizaciones que acordó en el Ministerio de Trabajo. La policía una vez más estuvo al servicio de las patronales desalojó por segunda vez a los obreros de Buyatti.
En la localidad bonaerense de Perez Millán, al norte de la provincia de Buenos Aires, los obreros de la carne de ArreBeef empezaron una dura pelea contra el maltrato patronal y por aumento de salario. Tomaron la planta, exigieron votar a sus representantes gremiales y fueron reprimidos en la madrugada por la policía de Berni y Kicillof, y al otro día una segunda vez, durante una masiva movilización popular. La semana pasada fueron llevados a los tribunales de San Nicolás a declarar como si fueran criminales. La patronal de ArreBeef tiene cuentas offshore, pero los que están fuera de la ley para los gobiernos y la justicia son los obreros. Jueces, fiscales y policías al servicio de las empresas.
Como se puede ver, en Santa Fe el gobierno de Perotti mantiene una línea dura de atacar a los trabajadores y su derecho a protestar mientras da vía libre a las patronales para despedir, atacar y precarizar. Toda la dulzura que mostró con los ladrones y vaciadores de Vicentin, es la dureza que tiene frente a cada trabajador que reclama por lo justo.
A la lista de trabajadores criminalizados se pueden sumar otros que tuvieron que enfrentar ataques y despidos: los de YPF que luego de 6 meses sin pagarles sueldo los despidieron, los colectiveros de La Santafesina que están desde hace 8 meses sin percibir haberes, los trabajadores de la salud que enfrentan la pandemia sin descanso mientras sufren la precarización laboral de parte del Estado y los trabajadores de Falabella ante el anuncio del cierre en Rosario. Así podemos contar por montones: peleas por despidos, reclamos de la juventud precarizada y una creciente judicialización que debe ser frenada.
Estas razones son más que suficientes para los convocantes de este encuentro de luchadores. Los jóvenes de RecTuel y las familias de Magaldi proponen unir las luchas en curso y coordinar estas peleas para unir fuerzas ante la crisis en curso. Será un importante encuentro donde también participaran trabajadores de ArreBeef, docentes de Amsafe y maestros reemplazantes, también docentes universitarios, y compañeros desocupados. Estarán presentes miembros del sindicato Aceitero, jóvenes que luchan en defensa de los humedales y organizaciones políticas como el PTS, el MST, IS y otras, que apoyan los reclamos de trabajadores.
La coordinación entre estas luchas puede convertirse en una referencia para muchos que salen a pelearla, mostrando que la unidad entre trabajadores ocupados y desocupados es una tarea central frente a la crisis sanitaria y la falta de medidas integrales por parte de los gobiernos, así como la falta de respuestas a los problemas sociales crecientes.
Mucho más importante es la coordinación ante la negativa de las conducciones de los grandes sindicatos a mover un dedo para defender a los trabajadores y luchar por trabajo, vivienda y salario. Ellos mantienen una tregua criminal con los gobiernos frente al ajuste.
Por eso las organizaciones que defienden las luchas y buscan que triunfen, empezando por la izquierda, tienen que ser parte, rodear de solidaridad y aportar para la coordinación entre desocupados y ocupados, como se hizo el fin de semana pasado en la fábrica recuperada de MadyGraf, con trabajadores portuarios, trabajadoras de la salud, desocupados, ferroviarios, aeronáuticos, vecinas de Guernica entre decenas de luchas. Esta unidad entre las luchas, los ocupados y los desocupados se expresó el 24 de marzo, y se expresará en la calle el 27 de abril, el día que se reúna el Consejo del Salario.
Es que en todo el país surgen luchas importantes desde abajo como los trabajadores vitivinícolas de Mendoza, San Juan y Salta que enfrentan a los patrones de estancia más ricos de Argentina, los autoconvocados de la salud de Neuquén que cortan rutas importantes para el país junto a todo el pueblo de la provincia sureña, en lo que ya es la lucha más importante a nivel nacional.
En ese marco, este encuentro podrá compartir las distintas experiencias de los trabajadores, y discutirá medidas para coordinar estas peleas contra la criminalización de la protesta, y por trabajo y vivienda, contra los despidos y el ajuste.