La molestia no se hizo esperar y este mismo martes se organizó una reunión de emergencia que agrupó a más de 270 estudiantes y cerca de otros 400 siguiendo la transmisión en vivo. La propuesta que hace rectoría de elegir qué monto recortarle a las becas, se vuelve más compleja si se toma en cuenta la forma totalmente antidemocrática con la que la administración pretende que el movimiento estudiantil asuma una decisión que afecta la vida de miles de estudiantes y familias trabajadoras, contando con apenas un par de días (uno si se toma en cuenta que el oficio fue entregado el martes), para responder.
A pesar de esto, la organización estudiantil insiste en que se reconozcan nuestras distintas necesidades, aún más en medio de una pandemia. La consigna de garantizar la beca como un derecho se traduce en la pelea por garantizar que ambos montos se sostengan, tanto el de conectividad como lo de alimentación y gastos de carrera, exigiendo al gobierno el reintegro del 5% del FEES que el gobierno adeuda a las universidades.
El acuerdo por sostener comisiones o comités en defensa de la educación da cuenta de la necesidad de darle continuidad a los esfuerzos que la organización estudiantil de las diferentes Sedes y Recintos ha mostrado en esta coyuntura. La pelea por el derecho a becas que sí alcancen no es exclusiva de este semestre, en medio de un contexto de ataques a las universidades que afectan especialmente a las familias trabajadoras y en estado de vulnerabilidad.
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