Un bebé wichí falleció luego de meses de tratamiento por gastroenteritis y parasitosis. Pesaba 8 kilos y su cuadro se había agravado hace una semana.
El miércoles fue trasladado de urgencia primero al hospital de Santa Victoria Este, donde tuvo un primer paro cardíaco, y luego al de Tartagal, de mayor complejidad. Murió en las puertas, tras un segundo paro.
El director del hospital de Santa Victoria Este, Ariel Sosa, sostuvo tras ser consultado que el niño “estaba muy deshidratado, con bajo peso y muy débil”. |