Compartimos la entrevista completa, y las principales definiciones:
"Hay que situarlo en el escenario global, si hay algo característico de la actual pandemia es la inequidad y desigualdad en el reparto de vacunas. Nosotros tenemos una asignatura pendiente que debe ser encarada de forma urgente que es la producción local genuina de vacunas, del principio al final".
"Tenemos vacunas de las que necesitamos claramente, hemos cubierto al personal de salud, el 75 % de las personas mayores de 70 años y con las personas mayores de 60 años creo que no alcanzamos el 40 %, ahí hay una asignatura pendiente".
"La producción local genuina tiene que ser resorte del Estado, y tendría que ser un motivo central de trabajo. Se tendría que haber trabajado en esta perspectiva desde el inicio. Y después la legislación sobre patentes, ahí queda claro que las grandes corporaciones y compañías privilegian las ganancias sobre el acceso universal a las vacunas".
"Creo que en una situación de emergencia como la actual, es imprescindible la liberación de patentes, al menos transitoria. Y así facilitar la transferencia tecnológica a fin de que las vacunas se puedan producir en muchos más ámbitos y así superar el cuello de botella en la producción".
"Si vos tomas una compañía como Pfizer las ganancias, por lo que he leído, que tendría en un año serían de 21.000 millones de dólares. No parecen ser pocas. Por otra parte los grandes desarrollos, porque la verdad que las vacunas de Pfizer y Moderna son excelentes, que en gran medida se han hecho sobre desarrollos previamente financiados por los Estados. En el caso de Moderna ha recibido subsidios muy importantes por parte del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, y el socio de Pfizer también ha recibido subsidios muy importantes de parte del Gobierno alemán".
"Hay un problema tremendo, están falleciendo miles y miles de personas en todo el mundo, evidentemente no puede ser que la preocupación pase por el nivel de ganancias de tal o cual empresa y el problema de la salud y la vida quede relegado a un segundo plano".
"No solo las investigaciones que tienen que ver con la última etapa del desarrollo fueron financiadas por los Gobiernos, es una discusión que está planteada a nivel internacional. La última etapa de las investigaciones es la construcción de en este caso el inmunógeno, que es un RNA mensajero, pero para poder construirlo había que haber sabido muchas cosas acerca del RNA que es una molécula muy particular, y lo grueso que se ha avanzado en este terreno en los últimos años tiene que ver con investigaciones desarrolladas en ámbitos públicos. En base a eso, se parte de investigaciones que fueron financiadas en última instancia con los impuestos que paga la población en los países respectivos".
"La empresa en función de la utilidad, que es el fundamento básico sobre el cual trabajan, puede fijar prioridades y los Estados no intervenir sobre esas prioridades. El Estado tiene que cumplir un rol en ese sentido cuando están falleciendo tantas personas.Y producto de la pandemia no solo fallecen las personas sino que hay una parálisis creciente en lo económico que cada vez arroja a la pobreza a un sector cada vez mayor de la población, el Estado tiene que intervenir y fijar pautas. Y si esas pautas limitan el funcionamiento de las empresas bienvenido sea si es en función de la salud pública".
"Hay varios grupos que están trabajando en la producción de vacunas nacionales, como el de Juliana Cassataro en la Universidad Nacional de San Martín que ya pasaron la fase experimental y están para pasar a la fase uno. En la fase uno ya probas la vacuna en personas, y por los controles que se requieren es muy caro. Es muy distinta la fase experimental a la fase uno, por eso tiene que haber un apoyo. Ahora salió una línea de subsidios importantes por parte del Ministerio de Ciencia, el punto es que esto lo tendríamos que haber hecho años atrás. O sea tendríamos que tener una producción genuina, plantas productoras, en principio para abastecer la demanda local porque esto es una pandemia y vamos a tener nuevas pandemias como en su momento fue la gripal".
"Si esta experiencia deja alguna lección es que no podemos depender del suministro externo, que como en el caso de las vacunas de Pfizer y Moderna primero ha sido concentrada tremendamente en los Estados Unidos, incluso Europa está teniendo problemas. Todo el mundo tiende a satisfacer la demanda local, han incumplido los contratos e incluso en los propios contratos dice que si los incumplen no pasa nada. Es ridículo y tremendamente egoísta que no se distribuyan los millones de vacunas que tiene Estados Unidos y que no usará para su población, cuando hay continentes como África en el que no ha entrado prácticamente ni una vacuna. La distribución mostró una desigualdad espantosa".
"Creo que hay dos perspectivas. En el terreno local Argentina tiene que ser un país productor de vacunas, punto. Y hay que invertir lo que sea necesario en esa perspectiva. Y segundo, creo que tiene que haber una liberación de patentes al menos transitoria, y hay que dar la pelea en todos los foros internacionales en este mismo sentido. Y después hay que reabrir negociaciones con todo el mundo para aumentar la oferta de vacunas que tengamos disponible en la Argentina en este momento, que es el peor momento de la pandemia". |