Escudero Arias-Dávila, familiar de Iván Espinosa de los Monteros, dirigente de Vox, sería el autor de las amenazas hacia la ministra Reyes Maroto, según informan Público y otros medios. |
En los últimos días múltiples dirigentes del PSOE y Unidas Podemos han recibido cartas de amenaza por parte de simpatizantes ultraderechistas, el último caso ha sido el de la ministra de Industria, Reyes Maroto, que recibió un sobre con una navaja ensangrentada.
El autor de la carta ha sido identificado como Escudero Arias-Dávila (no se ha relevado el nombre de pila), perteneciente a una saga familiar que incluye a personajes ilustres de la derecha española como Iván Espinosa de los Monteros, Portavoz de Vox en el Congreso y uno de sus dirigentes más importantes, según informan Público y otros medios de prensa.
La familia Espinosa de los Monteros ganó poder en 1907 al serle concedido a Carlos Espinosa de los Monteros y Sagastea de Ilurdoz el título de Marques de Valtierra y posteriormente al ser capitán general de la IV Región Militar (Burgos). Uno de sus hijos y antecesor de Iván y de Escudero Arias-Dávila, fue Eugenio Espinosa de los Monteros, tercer embajador de Franco ante la Alemania nazi, organizando el encuentro entre Franco y Hitler en 1940 para discutir la posible intervención española en la II Guerra Mundial. Una saga por tanto de importantes miembros de la ultraderecha española.
Además, se le han encontrado vínculos familiares con dirigentes del Partido Popular. Su hermano, Miguel Escudero Arias-Dávila habría estado involucrado en irregularidades con el AVE a la Meca, negocio en el que participaba con un amigo del rey emérito, Eduardo Eraso Campuzano. Miguel sería condenado en mayo de 2010 a dos años de prisión por delitos continuados de falsedad en documento mercantil y estafa agravada, además de por ser el cerebro de una red de fraude del Iva en los 90 aunque posteriormente fue indultado por en 2012 por Alberto Ruiz-Gallardón que ocupaba el ministerio de Justicia del gobierno de Rajoy.
La campaña de odio azuzada por la extrema derecha en vista de las elecciones madrileñas ha llevado a un clima de polarización en el que sus simpatizantes más ultras han manifestado abiertamente sus deseos de eliminar físicamente a sus enemigos ideológicos. Frente a esto, desde la izquierda institucional se llama a defender la “democracia” en abstracto. Pero no existe tal cosa. La democracia española tiene nombre y apellidos, la del Régimen del 78, la monarquía borbónica, el PP-PSOE y el IBEX35. Creer que ese entramado institucional defensor de los privilegios y fortunas de las clases dominantes puede poner un limite a los ataques de la extrema derecha, no solo es una ilusión, es un peligro para las mayorías populares. Porque potencia peligrosamente al mismo Estado que utiliza, y lo hará aún más si es necesario, su poder punitivo para reprimir al movimiento obrero. |