Hace unos minutos Piñera dio una conferencia de prensa anunciando que hoy mismo promulgará la ley del tercer retiro del fondo de pensiones aprobado por el parlamento. Esto luego que el Tribunal Constitucional, el mayor defensor hasta ahora de Piñera basándose en la defensa de la “constitución”, le diera un portazo a Piñera –por 7 votos contra 3- negándole la misma admisibilidad del recurso que interpuso para frenar el tercer retiro, y que gatilló una crisis política en el gobierno, y despertó el malestar con paros portuarios, protestas populares y cacerolazos que prendieron el “fantasma” de un “nuevo estallido”.
Esta amenaza fue la que tuvo en consideración el Tribunal Constitucional, órgano en manos de una casta de jueces políticos millonarios nombrados por el régimen (por los tres poderes), pra votar en contra de lo mismo que hace pocos meses habían votado a favor. Las “condiciones sociales cambiaron y “lo que revisará el tribunal no es de dónde viene la ley, sino cómo se ayuda a la ciudadanía” había dicho en la mañana el Ministro Aróstica. Piñera sufrió una derrota por el malestar social y los primeros paros y protestas que se expresaron en numerosos sectores.
Hoy mismo ya veíamos cortes, bloqueos y enfrentamientos en casi todos los puertos del país. Los portuarios seguían movilizados, tras un contundente paro nacional de los portuarios desde el segundo turno en 25 puertos del país. Se concentraron, encendieron neumáticos, gritaron y se movilizaron. En la zona central, San Antonio, su sucedieron enfrentamientos con la policía, también en Valparaíso. El odio contra Piñera se expresó en paros y piquetes. El apoyo popular a los portuarios que nuevamente muestran su importancia es grande. En Chuquicamata, dirigentes sindicales cortaron en la tarde durante un tiempo la ruta a la mina. Los grandes sindicatos mineros se han declarado en alerta, así también numerosos sindicatos. Y este viernes hay una “huelga general sanitaria” que ha recibido el apoyo de numerosos sectores.
Y esto fue acompañado en esta semana pasada por la vuelta de cacerolazos y las protestas en poblaciones. Más aún, en el marco del mayor confinamiento de la pandemia y con toques de queda desde las 9 de la noche.
El gobierno salió derrotado. La “oposición parlamentaria” intentará mostrar que fue “su triunfo” por sus maniobras. Nada más lejos. Fue la amenaza de paros y protestas se extendiera y generalizara, sobre todo de sectores estratégicos de la clase trabajadora, la que propinó la derrota a Piñera.
La vieja Concertación intentará mostrar que ellos son “oposición” a un gobierno del 9% y de una coalición Chile Vamos en crisis. Pero ellos le han tenido la mano todo el momento a Piñera. El FA dirá que ellos promueven la acusación constitucional, pero lo hacen solo para presionar y ni siquiera habla de lucha. El PC que con la CUT impulsan la huelga general sanitaria, no ha planteado tomar el ejemplo portuario para extenderlo a nivel nacional y hacer del viernes una enorme huelga para conquistar un plan de emergencia, porque fuerzas hay para conquistar ingreso universal de emergencia, salarios y pensiones acorde a la canasta familiar, fin a despidos y suspensiones, libertad a los presos políticos, fin a las AFP y para que no paguemos la crisis y sean las grandes empresas. Su calendario “electoral” es lo que marca su agenda, no impulsar esta la lucha.
Hay fuerzas para conquistar todas las medidas de emergencia que necesitamos ahora. Esa lucha no podemos dejarla para mañana. No podemos seguir pagando la crisis mientras las grandes empresas, banqueros y los "dueños de Chile" están ganando como nunca.
Hay fuerza para que este viernes sea un paro nacional, con un plan de lucha para conquistarlas y abrir el camino para terminar con este gobierno criminal. Con los mineros, forestales, transporte, servicios, junto a la salud y profesores tomando el ejemplo de los portuarios, y con las poblaciones, es la fuerza para vencer. Esta crisis demuestra que Piñera se debería haber ido hace rato, en la rebelión, y que la clase trabajadora tiene la fuerza para sacarlo si avanza hacia la huelga general. No serán ni las acusaciones parlamentarias ni las maniobras en el régimen.
Es necesario convocar a asambleas, comités de huelga y coordinar la lucha. Como el ejemplo de la coordinación que surgió en Antofagasta y que se convoca en otros sectores como en Puente Alto para preparar la jornada del 30. |