La resolución fue aprobada por el Pleno de la Corte con siete votos a favor y las reservas de dos magistradas, en un dictamen que declaró inconstitucionales dos cláusulas del Código Integral Penal (COIP) y abrió la posibilidad a la interrupción voluntaria del embarazo en aquellos casos en los que se constate una violación.
Decisión histórica porque en Ecuador el aborto sigue penalizado con la cárcel, con la única salvedad de que un médico lo practique para salvar la vida de una persona gestante o, hasta ahora, en caso de violación de una discapacitada mental.
De esta forma, los magistrados ordenaron borrar las palabras "persona con discapacidad mental" del numeral 2 del artículo 150 del COIP, con lo que la posibilidad de aborto por violación queda abierto a todas las mujeres y las personas gestantes.
Previamente diversas organizaciones y colectivos feministas se habían organizado y convocado a nivel nacional para estar en las calles, y mientras duraba la sesión de la Corte se encontraban cantando consignas, esperando y apañándose entre todas para estar vigilantes a la sentencia.
Después de aproximadamente 5 horas de debate a puerta cerrada se tuvo la declaración oficial de la sentencia: la Corte Constitucional daba paso a la despenalización del aborto en caso de violación a toda mujer que lo requiera.
De ahora en más, en el plazo de dos meses la Defensoría del Pueblo en conjunto con otros organismos estatales y de otros sectores de la sociedad deben presentar un proyecto de Ley que regule la interrupción voluntaria de embarazo en casos de violación. Luego de eso la Asamblea Nacional, en el plazo máximo de 6 meses, contados desde la presentación del proyecto de Ley, debe discutirlo para regular la interrupción voluntaria en el caso señalado y aprobado por la Corte.
"Esto es por las 2.000 niñas que cada año paren producto de violación, porque una niña embarazada es una niña violada. Es por las aproximadamente siete niñas que cada día tienen que dar a luz en condiciones precarias", declaraba una joven que se manifestaba a las puertas de la Corte. "Niñas, no madres" se leía en un cartel que sostenía.
¿Desde dónde se viene?
Desde el 2013 en el Ecuador hubo un intento de despenalización del aborto cuando se debatía el Código Penal, en aquel entonces el Presidente electo, Rafael Correa, se opuso a la despenalización y amenazó con renunciar al cargo si la bancada oficialista la aprobaba.
En septiembre del 2019 se recibió de parte del Ejecutivo de Lenin Moreno el veto total al Código Orgánico de Salud (COS) que en su contenido contemplaba la despenalización el aborto en caso de violación a toda mujer que lo necesitara, también incluían la despenalización en casos de incesto, estupro, inseminación no consentida o malformación del feto. Ese día en todo el país se lloró de rabia e indignación, pero también se puso el grito más fuerte y el puño más en alto.
Esa lucha no acabó antes y tampoco acabaría ahí, y así es como se llegó al 28 de abril del presente año, día en el cual la lucha de los colectivos feministas y las organizaciones a favor de los derechos humanos, dieron su fruto, esta vez las lágrimas estuvieron cargadas de felicidad y esperanza de un futuro más justo para las mujeres en que se reconozcan todos sus derechos.
Ahora la pelea es por la despenalización y legalización del derecho al aborto
La energía de la batalla ganada impulsaba a los saltos, y el afecto que todo el tiempo las motiva se veía plasmado en los largos abrazos y en los abrazos colectivos. Se había alcanzado el mínimo de dignidad y justicia que merecen las mujeres, una conquista más en el camino hacia una situación más justa para ellas reconociéndoles todos sus derechos.
Mostraban su alegría, conscientes de que es apenas es un paso en la lucha por el derecho al aborto legal, por su despenalización y la legalización completa, acompañando la victoria de la lucha de las mujeres argentinas que vienen recientemente de conquistar la legalización del aborto, de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo.
Este avance alcanzado por las compañeras en Ecuador el día de ayer es el resultado de la organización y la lucha, una lucha incansable y desde todos los frentes. Una lucha que llevaron todas al día a día, a las mesas familiares, a sus lugares de trabajo y estudio, todo espacio habitado por ellas se convirtió en un lugar de militancia, una lucha que también la llevaron a las calles. Una batalla contra gobiernos que, ligados a la Iglesia, y los sectores más rancios, se han opuesto a los más elementales derechos.
Ellas que le han puesto el cuerpo, el alma y el corazón a esta lucha. Hoy nos recuerdan que ese es el camino, que organizadxs y juntxs podemos lograr lo que nos proponemos, lo que aspiramos alcanzar. Que nada lo van a regalar, que hay que pelearlo en las calles para que se haga Ley.
Después de este 28 de abril solo están más fortalecidas para gritar con más fuerza que la organización es el camino, que la lucha es en las calles, para que la despenalización del aborto sea completo, y su legalización total. Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, que seguirá marcando la lucha de las mujeres ecuatorianas. |