El próximo 4 de mayo, trabajadores de los servicios de lucha contra incendios forestales y emergencias de la Comarca Andina llaman a concentrar a las 9:30 en la base Las Golondrinas del SFMF para marchar por la ruta 40 haciendo oír sus reclamos. La jornada culmina en la Plaza del Combatiente de Incendios Forestales de El Bolsón.
En sintonía con esta jornada, trabajadoras y trabajadores de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE) de El Chaltén, realizarán una caminata de más de 220 km hasta la ciudad de Calafate, saliendo el 1 de mayo, día internacional de les trabajadores y finalizando el 4 de mayo, día internacional de les brigadistas de incendios forestales.
Los reclamos principales que nuclean a los y las trabajadores de incendios (SPLIF Rio Negro, SPMF Chubut, SFMF e ICE-APN) son la falta de estabilidad laboral o pase a planta permanente de todes les trabajadores , un régimen jubilatorio acorde a las características de la profesión (desgaste psicofísico, alto riesgo e insalubridad) y recomposición salarial, apertura de paritarias y pago de salarios adeudados, además de encasillamiento del personal respetando antigüedad, capacitación y funciones desarrolladas en cada parque nacional así como en la brigada nacional.
Estos reclamos se encuadran en el marco de un desastre sin precedentes en la historia de fuego se argentina. El incendio en " Las Golondrinas", el mayor y más perjudicial incendio de interface del que se tenga registro. Más de 500 brigadistas y bomberos voluntarios convocados desde distintos puntos del país, tres helicópteros y al menos tres aviones hidrantes, más de 500 casas e infraestructuras quemadas total y parcialmente, 3 personas fallecidas producto de quemaduras, innumerables animales, impactos sociales y ecológicos difíciles de cuantificar. Sumado a otros eventos de gran magnitud y daño, como el incendio de la Cuesta del Ternero a escasos kilómetros en la localidad de El Bolsón, así como los incendios ocurridos en Córdoba, Santa Fe, Jujuy, y Chubut en las localidades de Cholila, Corcovado y Río Pico.
Desde todo punto de vista la temporada más intensa para el combate de incendios forestales para cada institución. Y con este telón de fondo se firma el 1 febrero el Convenio Colectivo para el Sistema Federal de Manejo del Fuego, que engloba a la brigada de parques y a la brigada nacional en una misma y única sectorial. Tras una movilización histórica el 23 de marzo que vio la participación de brigadistas de distintos servicios provinciales y nacionales presentes en la Comarca Andina, con un apoyo nunca visto de la población local, se homologa el convenio y comienza a ponerse en práctica, una clara respuesta a la movilización de les trabajadores.
Pero este documento lejos está del reconocimiento esperado y podría catalogarse como hecho "a la medida de la patronal”. ¿Porque afirmamos esto? En primer lugar Porque no atiende la principal deuda del estado empleador para con les brigadistas, la estabilidad laboral. En segundo lugar y no menos importante pone de manifiesto una reducción de un 20% en el salario de la Brigada Nacional. Al menos treinta compañeros y compañeras pasan de cobrar 72.000 $ a 52.000, veinte mil pesos menos. Son 20.000 pesos que ambiente dice no poder sostener en el tiempo. Y en tercer lugar, este documento no reconoce las emergencias pre hospitalarias, búsquedas y rescates como una función básica de las áreas (ICE), siendo éstas tareas habituales y de alto impacto social, en sus beneficios, sobre todo para visitantes en diversos parques nacionales de argentina. Tal es el caso de la brigada de incendios y emergencias del ice PN Glaciares que recibió múltiples formas de agradecimiento tras haber realizado distintos rescates en la zona.
Los Agradecimientos y el merecido reconocimiento además vienen de la mano de exponer la desidia de la administración de Parques Nacionales. Una institución que en la era macrista supo consignar al menos 9 direcciones nacionales, con abultados salarios y con funcionarios que pululan por las áreas protegidas cobrando abultados viáticos pero son incapaces de equipar como es debido de indumentaria, elementos de seguridad y rescate al personal de la brigada. La dirección de lucha contra incendios forestales y emergencias, estamento que debería intervenir directamente en la provisión de equipo adecuado a la brigada, brilla por su ausencia. Y en este sentido el convenio colectivo del sector no ayuda en absoluto al reconocimiento de estas tareas, al desconocer en su estructura esta función básica y de importancia primordial para la sociedad.
Son los gremios signatarios (ATE y UPCN) y la patronal (Ministerio de Ambiente y Esarrollo Sustentable de la Nación, del que dependen el SNMF y la Administración de Parques Nacionales) los responsables de este accionar. ¿Acaso no pudieron prever está reducción en el salario para la Brigada Nacional? y en el mejor de los casos ¿Porque acordaron un salario 10 mil pesos por debajo de la línea de la pobreza? Siendo que el sueldo de un brigadista categoría B1 cobraría 52.000 aproximadamente. Ni hablar de un B0 o recién ingresante que ronda los 45.000. Esto es insostenible e injustificable. ¿Adónde quedan las promesas del ministro de ambiente sobre mejoras y pase a planta permanente de los y las brigadistas?
Las promesas se desvanecen en el aire al ser contrastadas con la realidad, no hay planta permanente aún para les brigadistas, solo promesas de armar concursos, crear vacantes, para luego incorporar a la planta permanente a un número indudablemente reducido de personas. ¿Y cuánto tiempo deberán esperar les brigadistas para adquirir lo que por ley se conoce como estabilidad en el empleo? Y, de hecho, hasta la Constitución lo reconoce.
Pero para la clase trabajadora no hay legislación que valga, un ejemplo concreto es lo que ocurre con la ley Nº 24.013, ley nacional de empleo, que define al salario mínimo vital y móvil como “...la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión” que según el acuerdo actual, llegaría a los $ 29.160 en febrero del 2022 con un incremento de un 35% en siete tramos, siendo que la canasta básica alimentaria llega a los 25.000 según INDEC, sin contar servicios, alquileres, o sea es indudable que la letra de esta ley es letra muerta.
Es que el salario mínimo o básico de un brigadista de incendios no supera la canasta básica alimentaria. Se ubica en los 18.000 pesos. Una característica común a millones de trabajadores. Cabe preguntarse entonces ¿Si diputados y senadores ganan más de 200.000 $, porqué alguien que arriesga su vida e integridad psicofísica en el combate de incendios o en la atención de emergencias tiene que cobrar salarios de miseria? Porqué, mientras la casta política se regodea de beneficios, como las llamadas jubilaciones de privilegio o los abultados salarios, les brigadistas de incendios y emergencias deben jubilarse con 65 años de edad y con un haber mínimo. Y a propósito de las jubilaciones de privilegio ¿cómo se explica la inexistencia de regímenes diferenciados para el personal que combate incendios y además atiende emergencias de distinta índole? Un sistema previsional que alcance a todes les brigadistas del país sin importar la jurisdicción es de vital importancia, puesto que es insostenible desarrollar físicamente las tareas de combate en la línea de fuego pasando los 50 años de edad. Por otro lado, la inexistencia de estructuras con áreas de trabajo imposibilitan a los trabajadores de más avanzada edad ocupar funciones de apoyo y asistencia específica, dada la experiencia y conocimientos de estos agentes.
El mismo ministerio que anunció con bombos y platillos el aumento en el presupuesto para el Sistema Federal de Manejo del Fuego (SFMF) y la creación del Fondo Nacional para el Manejo del Fuego, niega los derechos adquiridos de les brigadistas y les mete la mano en el bolsillo. ¿Y qué hacen los sindicatos al respecto? Ambos sindicatos se echan la culpa uno a otro y buscan saldar las deudas con los paliativos que nos tienen acostumbrados desde hace décadas: bonos en negro, mesas de trabajo, y distintas formas de desvío. Pero lo que queda de manifiesto es un acuerdo de paz social entre los sindicatos para con el gobierno. Sólo de esta manera se entiende la inacción frente a los atropellos de la patronal.
Lo que resta para les trabajadores es organizarse en comités de lucha por fuera de las organizaciones sindicales y dar la pelea como lo hicieron los trabajadores y trabajadoras de la primera línea de salud en Neuquén, que supieron arrancarle a la patronal un aumento de 53% para todes les estatales de la provincia, a pesar de la burocracia de ATE que hizo todo lo posible por frenar el desarrollo de la organización de les autoconvocades. Y si de paritarias hablamos, les trabajadores de incendios forestales de Chubut vienen sufriendo el brutal ataque del gobierno provincial.
Meses de salarios adeudados y una paritaria que con el beneplácito de la burocracia de ATE Chubut jamás se abre. Es así que los trabajadores inician nuevamente un plan de lucha con paros escalonados y presencia en las calles para arrancarle a la patronal la tan ansiada paritaria. ¿Será acaso la brigada provincial la punta de lanza para lograr una paritaria para todes les estatales provinciales? Sólo depende de les trabajadores, de la unión en la acción y de cómo puedan sortear a una burocracia sindical que hace todo lo posible para controlar y disciplinar a quienes buscan salirse de sus carriles, acuerda con el gobierno conciliaciones obligatorias y niega la participación a trabajadores y trabajadoras que no se pliegan a su alianza política con el gobernador Mariano Arcioni.