Hace algunas semanas, Agustín Rossi, ministro de defensa, anunciaba la puesta en funcionamiento de modulares sanitarios del ejército argentino que formarían parte de la ampliación del Hospital Simplemente Evita, ubicado en el Km 32 en González Catán, mientras, el hospital Nestor Kirchner de Laferrere continúa cerrado mientras los vecinos reclamaba su apertura y el Hospital René Favaloro ubicado en Rafael Castillo abrió sus puertas sólo para la atención covid.
Pero son los propios datos surgidos desde el ministerio los que empiezan a desmentir al propio intendente. En solo 2 semanas, en La Matanza, los contagios ascendían a más de 13000, y actualmente, el promedio de contagios es de alrededor de 800 diarios. Suponiendo que sólo un 3% de los pacientes desarrolle la enfermedad de forma grave, estaríamos hablando de una hospitalización de alrededor 25 personas diariamente, un número enorme teniendo en cuenta la profunda crisis en la que se encuentra el sistema sanitario del municipio
Pero no sólo los datos desmienten al intendente, los propios trabajadores vienen denunciando que la situación es crítica y de manera urgente necesitan aportes desde el estado, no sólo de camas con la posibilidad de asistencia respiratoria mecánica sino también de personal capacitado. Valeria Bonetto, médica pediatra del Hospital Paroissien y secretaría de género de la CICOP, en conversación con LID contó que la capacidad operativa del hospital está al borde de la saturación total, "con el 100% de las camas ocupadas" y que son los propios trabajadores los que garantizan la atención de los pacientes críticos y las derivaciones.
Así contaba la actual situación: “En el hospital tenemos 15 camas de terapia nuevas en la guardia pero lo que nos falta es el recurso humano. Los pacientes covid están atendidos por el mismo personal que atiende las otras patologías." Agregando luego "Desde la Cicop lo que estamos pidiendo es un presupuesto extraordinario para que tengamos nombramientos genuinos y no bajo una modalidad precaria como son las becas y (sumamos) una recomposición salarial."
Como parte del reclamo por una salario que cubra la canasta familiar que se viene desarrollando desde fines del año pasado, Bonetto nos decía "Mientras los salarios se mantengan tan bajos y las condiciones sean tan precarias, va a ser muy difícil conseguir profesionales para los hospitales públicos del distrito. Estamos todos agotados, principalmente el personal abocado a la atención de los sectores críticos."
La denuncia de quienes conocen mejor que nadie la situación de salud, se contrapone con la mirada simplista de Espinoza. Así lo relata Bonetto "Es inminente el colapso. Hasta ahora pudimos atender la demanda pero sabiendo que de un momento a otro no vamos a tener posibilidad de atender a nadie más. Es una situación que venimos denunciando desde hace mucho tiempo, son muchos años de desfinanciamiento de la salud pública y en este contexto de pandemia se agudizó muchísimo.”
Por su parte, Nelson Ramos, enfermero del hospital Materno Infantil Germani denunció en el Digital 1 que “Desde la Secretaría de Salud ya vinieron a hablar para ocupar habitaciones de internación de pediatría con pacientes de coronavirus”. “Hasta ahora por la resistencia que le dimos no lo pudieron hacer, pero ese es el planteo que vienen haciendo”. Entonces, a Espinoza hay que contarle que de contenida la situación no tiene nada.
Espinoza no contiene la crisis y la respuesta viene de abajo
Hace 6 meses que los trabajadores de La Matanza de varios hospitales y centros periféricos vienen preanunciando el colapso del sistema sanitario de La Matanza. Los bajos sueldos, la falta de personal, las condiciones edilicias precarias, las malas condiciones en las que vive enorme mayoría de los trabajadores de La Matanza, fueron configurando un escenario que explica porque hoy la preocupación de los trabajadores de la salud del distrito es también el colapso total y la posibilidad de no poder brindarle atención a aquellos pacientes que lo requieran.
La creciente movilización de los trabajadores de la primera línea del distrito es apoyada por un gran número de vecinos y pacientes que los acompañan, como sucedió hace unos días en la movilización de trabajadores del Hospital Germani en Laferrere y como se vió en las anteriores movilizaciones que nuclearon al sector.
Un sector que viene denunciando no solo las condiciones de trabajo, sino la situación de salud que hay en el municipio. Con una gran demanda en los servicios, donde no hay personal para atender a sus pacientes, que hacen largas colas para conseguir turnos para ser atendidos, muchas veces no tienen insumos y que aún hay un porcentaje de quienes están en la primera línea que no han sido vacunados.
Así lo reflejaba una médica en la última movilización que realizaron “Durante el año pasado, jugaron a que inauguraban un hospital que hoy está cerrado; y no alcanzó con ello sino que durante ese año no se realizaron mejoras, ni se reemplazó a trabajadores que se han enfermado, o renunciaron, incluso a los que fallecieron, recayendo todo el trabajo sobre un nuestras espaldas, y ahora arranca la segunda ola y estamos extenuados producto no solo del desgaste que puede producir la atención en medio de la pandemia, sino que se suman las jornadas prolongadas y el pluriempleo por los magros salarios que percibimos”.
Espinoza, en su afán de enmascarar con eufemismos poco creíbles la profunda crisis sanitaria que vive La Matanza en el marco de la segunda ola, deja al descubierto que poco le interesa la salud de los habitantes del municipio y que lejos está de escuchar los reclamos del sector que en definitiva, son los que verdaderamente defienden una salud de calidad para todos los trabajadores y trabajadoras. |