Yasna Provoste (DC), presidenta del senado, concurrió este viernes a negociar con el gobierno a nombre de la oposición. Su figura es levantado por los grandes empresarios que sueñan con encontrar una imagen moderada que proyecte confianza y defienda sus intereses.
Invierno 2006. Los aires triunfantes con que Bachelet había inaugurado el cuarto gobierno concertacionista tan solo un par de meses atrás, se habían esfumado completamente. Más de 1 millón de estudiantes secundarios se encontraban movilizados mediante marchas, paros, tomas y asambleas.
La rebelión de los pingüinos se enfrenta de lleno a la herencia de la dictadura demandando la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE). Esta ley consagra los pilares de la educación de mercado, facultando el lucro con la educación de las familias trabajadoras y la administración municipal de los liceos públicos que fueron relegados al abandono y a la precarización.
Estas movilizaciones golpeó con fuerza a los principales administradores de la herencia neoliberal pinochetista. El gabinete presidencial tuvo una efímera duración. El ministro del interior Andrés Zaldivar (DC) y el ministro de educación Martín Zilic (DC) fueron obligados a renunciar para descomprimir la crisis , dado el enorme repudio popular que sus figuras provocaban.
En este escenario es que aparece Yasna Provoste(DC) para asumir como ministra de educación. Su nombre no era desconocido. Fue una conocida funcionaria de la administración del presidente Ricardo Lagos, conocido por sus proyectos de privatizaciones y concesiones que proveyó de jugosos negocios para los empresarios y la banca. Yasna fue nombrada intendenta y en el año 2001 ministra de MIDEPLAN.
Su labor como ministra de educación fue tender una trampa a los estudiantes secundarios por medio de los dirigentes de la ANES, en ese entonces militantes del PS y del PPD. Los llevó a sentarse en una instancia, junto a empresarios de la educación y políticos, que ni siquiera tenía el carácter de negociación sino que de “asesor”. Con este movimiento logró que una parte importante de los secundarios, ante la confusión depusieron las tomas y paros.
Sin embargo, al poco andar la instancia quedó demostrado el nulo impacto que esta tendría para cambiar las condiciones del sistema educativo. La traición de los dirigentes llevó a que las bases decidieron revocarlos . En respuesta el ministerio de educación y los partidos de la concertación se dedicaron a fraccionar la organización secundaria fundando asambleas paralelas, para evitar que los sectores más radicales se extendieron a más colegios.
Desde ese entonces que el movimiento secundario nunca recuperó su fuerza y unidad. Este plan estuvo acompañado de masivas expulsiones en los colegios emblemáticos de estudiantes violentistas así como sanciones disciplinarias contra quienes se habían movilizado, con la venia de las dirigencias estudiantiles de la concertación.
Con los establecimientos “pacificados” se dedicó a dirigir las negociaciones con la derecha, las que concluyeron en la elaboración de la nueva Ley General de Enseñanzas(LGE). Esta ley mantuvo el lucro en la educación y la administración municipal de los colegios públicos, que eran los pilares del modelo de mercado. Este clásico ejercicio de gatopardismo fue celebrado con la célebre imagen de los brazos tomados , en qué Yasna sostiene la mano de los dirigentes de la derecha recalcitrantemente pinochetista, celebrando la derrota de la rebelión pingüina. Sin embargo, este gesto será el símbolo de todo lo repudiable del régimen neoliberal de la concertación que inspirará la llama de la movilización del 2011.
Acusación constitucional
La suerte cambió para la ex ministra en abril del año 2008. La derecha y los empresarios, sin importarle sus importantes servicios prestados para preservar sus negocios, decidió hacerla caer en medio de un gallito parlamentario en que la derecha aprovechó su mayoría circunstancial en el parlamento para desgastar a la concertación y allanar el camino para que pudiesen recuperar el gobierno para las elecciones del año siguiente con Sebastian Piñera.
Un informe de contraloría determinó que se perdieron 600 millones de dólares correspondiente a subvenciones escolares administradas por el MINEDUC. El escándalo destapó las redes de corrupción de muchos sostenedores que usaban sus negocios para, además, defraudar al fisco. Sin duda que Yasna Provoste conocía la situación y la mantuvo intacta. Pero la derecha también era consciente de este fraude y se benefició de él durante mucho tiempo. En una jugada hipócrita acusan constitucionalmente a la ministra para usarla de chivo expiatorio.
Así en abril del 2008 Yasna Provoste se convirtió en la primera ministra en ser acusada constitucionalmente desde el gobierno de Allende y la primera en ser destituida.
La frágil memoria de la izquierda parlamentaria.
Sin embargo, Yasna Provoste no dio por terminada su carrera política. utilizando demagógicamente sus raíces indígenas, que su propio gobierno reprimió sin consideración durante años, se convirtió en diputada el año 2013. Para su juramentación utilizó el mismo traje que llevaba puesto el día que fue destituida como un “símbolo” de su resurgimiento en la política.
El año 2018 su carrera dio otro salto al ingresar como senadora y este año, 2021, fue nombrada presidenta de la cámara alta. Desde ahí ha liderado a una fragmentada y desmoralizada oposición, superando políticamente incluso a su compañera de bancada Ximena Rincón (DC) cuya candidatura genera menos entusiasmo que la del decrépito Heraldo Muñoz(PPD).
Su tono suplicante , su llamado al consenso y al diálogo, mientras miles de trabajadores demandaban la cabeza del gobierno, la convirtió rápidamente para los empresarios en una imagen salvadora en medio de la ineptitud del gobierno y del descontento popular que amenazaba nuevamente con hacer estallar la situación de por sí convulsa con la crisis económica y la rebelión.
Una vez más Yasna Provoste emerge para ofrecer sus servicios de mediadora de los intereses de los empresarios. Esta vez, no nos pilla desprevenidos.