La historia comienza en el colegio Saint Patricks, un colegio donde concurren los hijos de la burguesía chilena, allí el Padre McEnroe que dirige el lugar ha decidido incorporar al alumnado, a un grupo de chicos de un barrio popular cercano. A partir de este experimento social del progresista cura comienzan algunos conflictos entre los chicos de distintas clases. Pero también surge la amistad de Machuca y Gonzalo.
El film dirigido y escrito por Andrés Wood, como pasó en 2018 con Roma de Alfonso Cuarón, es en buena parte autobiográfico. Efectivamente fue en 1973 que desde el Ministerio de Educación de Chile se había impulsado un sistema de becas que buscaba integrar al sistema educativo a chicos de bajos recursos. En palabras del director: “Fue un período de tiempo que nos marcó profundamente a todos, ya que reunió dos mundos que estuvieron y han estado completamente separados en la historia de Chile".
Si la historia de la humanidad, según Marx, es la historia de la lucha de clases, donde opresores y oprimidos se encuentran enfrentados en una lucha ininterrumpida, unas veces encubierta, y otras franca y directa, aquel Chile de 1973 se encontraba en este último grupo. Ese enfrentamiento se daba en el colegio Saint Patricks, donde algunos padres se quejaban ante el intento de mezclar peras con manzanas. Pero en verdad se sentía en todos los ámbitos, en los medios de comunicación y también en las calles. Las clases altas (los momios), se movilizaban.
Con cacerola y traje de Chanel, una de las protagonistas se manifestaba junta a sectores nacionalistas de derecha. Pero también la clase trabajadora ganaba las calles, los militantes socialistas y los jóvenes comunistas hacían sentir su apoyo al Gobierno de Salvador Allende.
Una película al estilo del neorrealismo italiano, con tres protagónicos muy fuertes con los cuales es muy difícil no empatizar. Los tres amigos que viven realidades diferentes y que están entrando a la adolescencia, van a transitar las experiencias propias de la pubertad y en paralelo se pondrán frente a frente con la realidad política en los momentos previos al golpe de estado fascista de Pinochet.
Esta dualidad de lo personal y lo político hace recordar en parte el film italiano Un día muy particular (1978) de Ettore Scola, que cuenta un día en la vida de Sophia Loren y Marcello Mastroianni, tiene como telón de fondo la visita de Hitler en 1934 a la Italia fascista de Mussolini.
Machuca fue estrenada en 2004. Posteriormente el cine continuó contando historias de esa dictadura, dos ejemplos son: No (2012) con Gael García Bernal y Colonia dignidad (2015) con Emma Watson y Daniel Brühl. Quienes estén interesados particularmente en las causas y consecuencias del golpe militar también está disponible en YouTube el recomendable documental La batalla de Chile (1983) del director Patricio Guzmán.
El filósofo Walter Benjamin decía que existe en contraste con la historia oficial una historia de los derrotados. El film de Andrés Wood viene a contar, por primera vez en el cine de ficción, esa derrota de la clase trabajadora chilena. Y vista desde hoy la película no solo tiene vigencia, sino que nos deja con ganas de saber que fue de aquellos personajes y como hubieran vivido, por ejemplo, la rebelión popular que tuvo lugar en Chile en 2019. Los acontecimientos narrados en Machuca son un eslabón de dicha rebelión, ya que como escribió Rosa Luxemburgo, en El orden reina en Berlín: “La victoria florecerá sobre esta derrota”. |