Pablo Salgado, además de ser un excelente y reconocido músico de la esfera cultural puntana, se desempeñaba como profesor de música en la Escuela Técnica N° 7 Manuel Sadosky de la Ciudad de San Luis. Luego de haber estado más de 20 días internado, con diagnóstico de COVID-19, falleció en la madrugada del pasado viernes.
El profundo dolor y la angustia de su familia, amistades, compañeros de banda y parte de la comunidad educativa se hace más presente que nunca. Desde su apasionada dedicación al arte, en sus diversos y versátiles proyectos musicales, también habitaba el gusto por el aula, las clases y la enseñanza. No solamente el escenario artístico ha perdido a una figura sencilla y excepcional del rock puntano, sino que la escuela y la comunidad de docentes - como en diversas provincias del país - nuevamente está de luto.
El mismo viernes se comunicó también el fallecimiento de otra trabajadora de la educación por COVID-19. Se trata de Beatríz Chirino, quien se desempeñaba como trabajadora administrativa de la Escuela N° 388 Sargento Romero de la Ciudad de Villa Mercedes.
La situación epidemiológica que está atravesando la provincia (que expone la vida de las y los docentes y estudiantes) parece no importarle al Gobierno provincial que todavía insiste en defender sus políticas y medidas ante la pandemia, haciendo responsables de los casos positivos a las netas acciones individuales de cada persona, desentendiéndose política y socialmente de sus obligaciones como Estado.
Las fatídicas noticias como esta hacen necesario dejar en claro que, en San Luis, las trabajadoras y los trabajadores de la educación como de la salud no somos un número más. Nuestras vidas valen. |