En un partido que desde lo futbolístico no dejó mucha tela para cortar, Boca perdió 3 puntos en una visita en la que -por el trámite de los 90 minutos- tranquilamente pudo haber sido empate. Pero un lapso de descuido y de lucidez de Barcelona dejó sin nada a los de Miguel Russo.
Entre un Barcelona que no se comprometió mucho con el protagonismo, que por momentos prefería prestar la pelota y un Boca que a veces no supo que hacer con ella, iban transcurriendo los minutos. Pero en la primera parte del segundo tiempo, los locales se decidieron, Díaz lideró un ataque tocando profundo para Molina que abrió a su izquierda para la escalada de Pineida (que llegó sin ninguna marca, se durmió la defensa xeneize), centro bajo y gol de Garces. Y no fue mucho más inquietante que eso el equipo ecuatoriano ante el arco de Rossi (que decantó en titular por la baja médica de Andrada).
Y ante tan poco de los dos, tal vez un empate hubiera hecho más justicia. Lo tuvo Maroni cuando Boca salió a toda velocidad de contra (increíble cómo quedó desarmado el Barcelona de una situación ofensiva a una contra de Boca en la que se le escapaban todos): Maroni hizo todo bien, se perfiló para pegarle al segundo palo de Burrai, pero la “caprichosa” prefirió besar el palo y quedar boyando en el área. Boca tampoco pudo en el rebote.
El Xeneize todavía está tranquilo porque los más débiles del grupo son por el momento The Strongest (que perdió todo y no sacó ningún punto) y un Santos en crisis. Pero todavía falta bastante y puede lamentar el resultado adverso de la noche de Guayaquil. El martes próximo visita al equipo brasilero, en una parada que no será para nada fácil. | 
