Un enigma resulta hasta el momento las negociaciones entre el gobierno y la “Oposición”, quien aprovechándose de la enorme respuesta de los portuarios y sectores estratégicos de la clase trabajadora, direccionaron la enorme fuerza de la movilización hacia el parlamento, salvando una vez más a un gobierno que se encontraba por el suelo.
Lo que sí está claro es que este gobierno indolente y criminal está lejos de dar una respuesta estructural a las problemáticas más urgentes del pueblo trabajador. Esto queda demostrado con su propuesta de ampliación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) al 100% del Registro Social de Hogares, y de medidas parches hacia las Pymes, que poco y nada sirven frente a la enorme crisis y sanitaria abierta desde el comienzo de la pandemia del Covid-19 el 2020, y tras la segunda ola de contagios este 2021.
Y lo que también está claro son las indignantes pretensiones por parte de la “Oposición”, cuya propuesta encabezada por la presidenta del senado, y demócrata cristiana Yasna Provoste, quien junto con aclarar que no hay no hay ningún “salvataje” hacia el gobierno, coloca por delante una renta básica familiar, que apenas abarcando la línea de la pobreza -176.000 aproximadamente- resulta totalmente insuficiente para las necesidades actuales de las familias trabajadoras.
“La propuesta que yo espero que el Gobierno vuelva a entregar es un apoyo a esas personas que ya no tenían fondos en la AFP. Pero obviamente que si nosotros tenemos una renta básica universal, naturalmente que no se debe respaldar un cuarto retiro”, señaló la presidenta de la cámara alta, de acuerdo al medio CNN.
A su vez, otra iniciativa que se ha barajado por parte de la “Oposición”, ha sido el denominado “impuesto a los super ricos”, un impuesto cuya intención es apenas tocar el 2,5% del patrimonio de las grandes fortunas del país. Empresarios como la familia Luksic, o el mismísimo presidente Sebastián Piñera que han incrementado sus fortunas en plena pandemia.
“Nosotros hemos señalado que de esta crisis, la mayoría de los chilenos va a salir más pobre, salvo las 8 mayores fortunas y es por eso que también decimos que debe haber un impuesto a los súper ricos para poder apoyar las ayudas sociales en esta crisis, pero no solo la gran mayoría de las personas será más pobre sino que además, sin pensiones”, manifestó Provoste, de acuerdo al mismo medio.
Una nueva cocina, una nueva traición a la fuerza de los trabajadores y la movilización
Como era de esperarse, esta mesa de “acuerdo comunes” entre el debilitado gobierno de Piñera y la “Oposición”, salvándole el pellejo, se erige sobre la traición y redirección de la fuerza de la clase trabajadora con los portuarios a la cabeza que hicieron tambalear un vez más al gobierno con el tercer retiro del 10% de las AFP, y el fracaso del requerimiento del Ejecutivo ante el Tribunal Constitucional (TC).
Claramente las necesidades más urgentes de las miles de familias trabajadoras golpeadas por el desempleo, que hoy bordea el 10,4% de acuerdo al INE, las suspensiones laborales, los recortes presupuestarios, se encuentran lejos de la propuesta de la “Oposición”, y mucho más del gobierno. Y por más que autoridades refieran a un decrecimiento el número de contagios, la situación sanitaria está lejos de haberse controlado, con regiones que incluso mantienen tasas de contagio preocupantes como el caso de La Araucanía con el 17,7% de positividad, El Maule con el 12,9%, y la Región Metropolitana con el 10,6%, entre otras comunas.
Resulta totalmente insuficiente las medidas de la Democracia Cristiana (DC) que tras el tercer retiro se arroga como un intermediario legítimo del pueblo, con una renta básica que apenas cubre la línea de la pobreza, y por apenas 3 meses. Queda demostrado que estos gallitos con el gobierno, no son más que un espectáculo de la casta política de los 30 años, para seguir sin cambiar nada sustancia, y que sean nuevamente las y los trabajadores quienes paguen la crisis.
Luego de la enorme gesta de los portuarios, acompañados por movilizaciones de los trabajadores del cobre, salud, y el transporte entre otros sectores, existe la fuerza para derrotar al gobierno e ir por mucho más, reposicionar la consigna ¡Fuera Piñera! Y pelear un plan de emergencia que responda a las reales urgencias de las familias trabajadoras, con u ingreso universal de $650.000 pesos, derogando la ley de “protección” del empleo que promueve la suspensión de trabajadores, y prohibiendo los despidos mientras los empresarios mantienen intactas sus ganancias. Hay recursos para esto, con el impuesto a las grandes fortunas, y con la nacionalización de los recursos naturales como el cobre y el litio, para que de una vez por todas sirvan para financiar nuestros derechos, y no ensanchar los bolsillos de los capitalistas ¡Que la crisis la paguen los grandes empresarios! |