El lunes 29 de junio un grupo de chicos a las 21hs estaban jugando a la pelota en el predio de desarrollo social ubicado sobre la calle Bradley del barrio Asunción, este cuenta con una pequeña plazoleta, se encuentra enrejado pero el sereno del lugar deja pasar a los chicos para que puedan jugar ya que uno de los grandes déficit del distrito es el nulo desarrollo de espacios verdes en las barriadas populares, esa noche un patrullero de la Policía Municipal se estacionó frente al lugar bajando un efectivo, este se quedó en la vereda donde las cámaras no llegan a filmar, insultándolos violentamente los echó del lugar.
Luciano, de 10 años, salió corriendo junto a sus amigos en ese momento el policía le arrojó su bastón golpeándolo en las piernas y derribándolo al suelo, el mismo policía a otro de los chicos le arrojó un cascote el cual de casualidad no impactó en la cabeza del niño. Sin embargo el uniformado no se contentó con esto sino que continuó su hostigamiento amenazando de manera muy violenta a los chicos para que no vuelvan más a jugar allí.
Adriana, mamá de Luciano, en diálogo con La Izquierda Diario contó que su hijo sufre de QTPRO (progresivo) que es una anomalía cardíaca la cual produce frente a emociones violentas taquicardias con riesgo de vida. Luciano al ser lastimado por el golpe sufrió uno de estos ataques, mientras permanecía en el suelo, corriendo riesgo su vida, su mamá llamó una ambulancia la cual nunca llegó. Luego en la comisaría de Villa Tesei no querían tomarle la denuncia aludiendo que ellos no tenían móviles en el lugar, la hicieron esperar horas para luego en el acta de la denuncia poner que el ataque se produjo por un auto negro que decía Hurlingham poniendo en duda el testimonio de Luciano y numerosos testigos que presenciaron el hecho e identificaron el patrullero como de la Policía Municipal. Adriana volvió al otro día para hablar personalmente con el comisario al cual tuvo que esperar horas, otra vez, para que la atienda. Cuando estuvieron cara a cara el comisario con total descaro le pregunto si estaba segura que había visto un patrullero, y si de verdad fue un policía el que había agredido el chico agregando el despectivo comentario “que hacía un chico a esa hora jugando”, indignada Adriana exigió que identificaran al policía que estaba haciendo la ronda en ese horario, mostró los estudios médicos sobre la deficiencia cardíaca de Luciano denunciando el riesgo de vida que corrió su hijo, el comisario se negó a ver los papeles.
En el barrio son frecuentes estos abusos y hostigamientos contra los pibes de parte de la Policía Municipal de Hurlingham, como todos sabemos, no es el único distrito en el cuál las fuerzas represivas hostigan a los pibes en las barriadas populares. En todo el conurbano la "maldita" bonaerense del gatillo fácil mata a un pibe cada 27hs, la misma Policía que regentea la trata de personas, los desarmaderos y el narcotráfico, la misma Policía que obliga a nuestros pibes a robar para ellos. Y si se niegan los desaparece, los mata como paso con Luciano Arruga.
La política de los partidos tradicionales, que en las próximas elecciones estarán representados en Scioli, Massa o Macri, es la militarización de los barrios, la persecución y criminalización de la pobreza. En Hurlingham el intendente Luis Acuña, en sintonía con la política de la provincia del menemista-kirchnerista Scioli, destina millones a la Policía Municipal mientras las escuelas y hospitales se caen a pedazos, la mayoría de los habitantes adolecen de cloacas, sufren profundos problemas ambientales y viven en carne propia la cada vez mayor precarización laboral.
La política represiva de Acuña, está claramente identificada con la figura de su amigo Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires Alejandro “mataguachos” Granados, junto a quien inauguro la Escuela de Formación Policial para la Policía Local en Williams Morris en marzo pasado. Una verdadera escuela al servicio del delito organizado. |
