Quizá se conoce poco en el país, por como están hegemonizados los estrenos por producciones norteamericanas, pero en los últimos años se vienen estrenando muy buenas películas chilenas. Con la candidatura del "El agente topo" a mejor documental en los últimos premios Oscar se comenzó a dar más visibilidad a esta cinematografía y en estos meses hay varias producciones en la plataforma Netflix y otros sitios de películas
El club, es una película de 2015 del director Pablo Larrain
La historia comienza con cuatro curas que residen en una aislada vivienda en un pueblo costero llamado La Boca, atendidos por una monja cuidadora. Están ahí a modo de “castigo” por hechos que cometieron en el pasado y la iglesia decidió ocultarlos. Ellos llevan una vida tranquila, con sus rutinas y actividades, pero cuando aparece un quinto cura, a pocas horas de llegar es reconocido por una víctima de abuso infantil que lo “escracha” en la puerta de la casa y el nuevo cura se suicida. Este hecho desata una investigación y llega un representante de la iglesia que comienza interrogatorios que descubren los horrores del pasado y también las complicidades del presente.
La película es cruda y directa, sin concesiones, y a través de personajes complejos y bien construídos, expone toda la miseria y podredumbre de la iglesia católica. La colaboración con la dictadura, los abusos de niños, robos de bebés y la impunidad.
La película tuvo varios premios internacionales y el momento de su estreno coincidió con amplias denuncias a curas por abuso de menores en Chile y el encubrimiento de la iglesia. Está disponible en Netflix.
Araña, es una película de 2020, del director Andrés Wood
La película combina una historia de integrantes del grupo nacionalista de extrema derecha Patria y Libertad en los años 70 y en la actualidad.
Los protagonistas, Inés, su marido Justo y su amigo Gerardo, se conocen de jóvenes mientras realizan acciones para derrocar el gobierno de Allende. Entre los tres hay también una relación personal amorosa, en donde finalmente Gerardo termina por fuera
En el presente Inés y su marido son exitosos empresarios que esconden su pasado, y Gerardo tiene una vida marginal con problemas psiquiátricos, y lleno de rencor, aparece despertando todos los demonios del pasado y su presencia amenaza sacar a la luz los crímenes cometidos.
En la historia se recorren las relaciones de los sectores de poder económico con los grupos fascistas ayer y hoy. Hay una mirada crítica e irónica sobre la burguesía chilena, sus mentiras y su impunidad.
Se destaca la interpretación de Inés, en los tiempos actuales por Mercedes Morán y en la juventud por María Valverde. Está disponible en Cuevana y otros sitios.
El reemplazante, es una serie de 2012, de los directores Nicolás Acuña y Cristián Jiménez
Trata la historia de un joven ingeniero Carlos Valdivia que viene de sectores populares y trabaja en el mundo de las finanzas, de pronto con unas operaciones que se le caen y muchas pérdidas, termina tres meses en la cárcel y luego, en la ruina, tiene que volver a vivir a su barrio y comienza a trabajar de profesor reemplazante en un colegio de la población.
Allí comienza una nueva experiencia, junto a su familia trabajadora, su padre es también preceptor en el colegio, y con los jóvenes estudiantes que participan de todos los movimientos de lucha en defensa de la educación pública. El colegio cruza todas las tensiones de la sociedad, los intereses privados de los que manejan el colegio con un modelo de educación de mercado se oponen a los estudiantes y profesores, y Carlos se convierte en amigo y referente sumándose a las luchas de la juventud.
Con muy buena música, hip hop, y el tema principal de la serie de Ana Tijoux y buenas actuaciones, la serie de 2012 da cuenta de las problemáticas sociales que cruzan Chile y la extensión de la lucha de la juventud como vimos mas recientemente en las rebeliones de 2019. Está disponible en Netflix. |