El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) superó el mes de abril lo estimado por el Banco de México (3 puntos porcentuales), ubicándose por arriba de los seis puntos porcentuales y afectando principalmente los alimentos, las bebidas y los energéticos. Estos datos hablan del nivel de precios más alto desde diciembre de 2017.
La canasta básica, según datos de Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) registró este mes una inflación de 6.3% afectando directamente los bolsillos de las familias trabajadoras que son las que destinan más porcentaje de sus ingresos al consumo de los productos que la conforman. Sí, otra vez alcanzará para menos.
El chile, el aguacate y el jitomate son los alimentos que más subieron durante el mes de abril, seguidos del tomate verde y el huevo, alimentos básicos en la dieta de millones de familias mexicanas.
Los ricos se hacen más ricos, y los pobres…
A contramano de estos datos y pese a que en la mayoría de los centros de trabajo escuchamos continuamente que la crisis hay que aguantarla, aceptando recortes salariales y “ponerse la camiseta” con descansos sin paga, los grandes empresarios se recuperan e incluso en algunos casos aumentan su nivel de ganancia comparado con el previo a la pandemia.
Los bancos, las grandes televisoras y las empresas de telecomunicaciones son las más beneficiadas, según datos de Monex:
“En total, entre enero y marzo de este año -2021-, las empresas más importantes del país, lograron ventas de un billón 180 mil 761 millones de pesos, obtuvieron 60 mil millones de pesos adicionales y sus ganancias alcanzaron los 90 mil 133 millones de pesos, muy por encima de los tres mil 744 millones de pesos del mismo periodo pero de 2020, esto debido a que empresas como Bimbo y Elektra reportaron resultados sobresalientes, consecuencia de medidas internas.”
Estas ganancias se consiguen sobre la base de la precarización de la vida de sus trabajadores en medio de la pandemia y como lo dice el mismo Monex, con “medidas internas”, que en el caso de Grupo Salinas, se refiere a la negativa del patrón Salinas Pliego a permitir la cuarentena a sus trabajadores y trabajadoras, exponiéndoles a trabajar en semáforo rojo, medida que provocó múltiples contagios en los centros de trabajo y costó la vida de trabajadores y familiares.
Así, la vida se hace más cara y complicada para la mayoría, mientras unos cuantos ven sus ganancias crecer a costa del trabajo de millones que arriesgan la vida por salarios que no alcanzan para comprar los productos básicos.
Es notorio que la economía no está al servicio de los sectores populares, sino al servicio de los grandes empresarios, pero esto no tiene que ser así, las y los trabajadores organizados somos quienes deberíamos establecer el control de precios que procure la vida de las mayorías y no las ganancias de algunos. |