El precio del cobre ha ido en aumento en la última semana, al respecto las autoridades se han manifestado haciendo visto bueno de su rechazo al proyecto de royalty minero, con el que se podría ayudar a financiar la crítica situación que se vive en la microeconomía familiar, salud, vivienda y educación en medio de la pandemia que todavía no logramos controlar.
“El alza del precio del cobre que alcanzó hoy un nuevo récord, es una muy buena noticia para Chile, si se mantiene este precio significará, con el royalty hoy vigente, ingresos adicionales para el Estado por casi US$10 mil millones extras, que nos servirán para atender las urgentes necesidades sociales producto de la pandemia”, dijo el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, obviando todo lo que se podría financiar con la renacionalización de los recursos minerales.
Pero algo que olvida el Ministro son las pérdidas que se han tenido con estas "dificultades para el financiamiento", las decenas de miles de muertos por coronavirus, las millones de familias con dificultades económicas por los despidos y suspensiones, el aumento de los problemas de salud mental, de los cuales el gobierno no se ha hecho cargo y mantiene en miseria durante la crisis producida por el COVID19.
Y si bien, este jueves, la cámara de diputados aprobó y despachó al senado el proyecto que establece el royalty minero, que implicaría un impuesto equivalente al 3% del valor aduanero de los minerales extraídos, el gobierno pretende llevarlo al Tribunal Constitucional, mostrando los límites de un proyecto que por años ha sido retrasado, en medio de la crisis sanitaria.
Si buscamos resolver las necesidades de la población trabajadora y pobre, debe existir un impuesto a las grandes fortunas y mineras que han duplicado sus ganancias en pandemia, como el grupo Luksic y BPH, que permita garantizar una renta universal de acuerdo a la canasta familiar, además de poder financiar el sistema de salud pública.
Si queremos avanzar en la conquista de las demandas de la rebelión de octubre del 2019, debemos nacionalizar los recursos naturales como el cobre y ponerlos bajo gestión de los trabajadores y las trabajadoras y comunidades y no depender de un royalty, que hoy es una medida democrática mínima para el contexto de pandemia que vive el país.
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