Alberto Fernández arrancó su gira por Europa con una visita a su par de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Allí dijo que el Gobierno fue a "ratificar" los acuerdos con los países de ese continente para "el desarrollo argentino". Durante la semana, el presidente estará en España, Francia, Italia y Ciudad del Vaticano.
Después de reunirse en privado, ampliaron la reunión y ahí participaron Martín Guzmán, Felipe Solá y el embajador argentino en Portugal, Rodolfo Gil.
El objetivo de esta gira presidencial es "conseguir apoyo" europeo en la negociación por la refinanciación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además destacaron la necesidad de eliminar los sobrecargos en la tasa de interés del FMI, debido a la pandemia, y que "castiga a los que están en la situación más adversa" y que será revisada por ese organismo en la reunión anual de octubre próximo. Para Argentina se trata de dos puntos de interés que, a pagos de este año, significan U$S 952 millones.
Este lunes Fernández participará de un almuerzo junto al primer ministro, Antonio Costa, con quien tiene buena relación porque lo reivindicó durante la campaña electoral del 2019, proponiendo a Portugal como un "modelo a seguir" en las negociaciones con el Fondo.
Desde la comitiva presidencial insistieron durante el fin de semana con esa línea: "Es un programa inusual, con la premisa de la recuperación económica, el ordenamiento de las cuentas en el gasto público y el rol expansivo de la política fiscal", según informó Télam.
Sin embargo, la "salida portuguesa" significó cinco años completos de ajuste: subió el IVA, un impuesto que golpea al bolsillo de cualquier trabajador, hubo privatizaciones, se recortaron los salarios, se congeló el salario mínimo y se suspendió el pago de aguinaldos. Además el gobierno portugués impuso una reforma laboral que redujo las indemnizaciones, facilitando los despidos, entre otros ataques.
La gira del presidente sigue en España, donde este martes se reunirá en el Palacio de la Zarzuela con el Rey Felipe VI primero, y luego en el Palacio de la Moncloa con su par español, Pedro Sánchez.
El miércoles, Alberto Fernández se reunirá con empresarios en la embajada argentina en París, y más tarde trndrá un encuentro con Emmanuel Macron en el Palacio del Eliseo. Ahí buscan negociar la postergación del vencimiento del 31 de mayo con el Club de París, por U$S 2.400 millones.
En la Ciudad del Vaticano, el Presidente visitará al papa Francisco el jueves. Ese mismo día se reunirá con Sergio Mattarella y con Mario Draghi, presidente y primer ministro italianos, respectivamente. Además, Draghi fue el presidente del Banco Central Europeo hasta 2019. En esa ciudad no se descarta una reunión con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, según fuentes gubernamentales.
La comitiva argentina emprenderá el regreso a Buenos Aires el viernes, en un vuelo que partirá desde el aeropuerto de Roma a las 13 hora local (8 de la Argentina).
Un viaje en el que el presidente espera conseguir apoyo para, a lo sumo negociar "un poquito mejor" con el Fondo Monetario Internacional. Lo que no entra en duda es que el pago de esa deuda odiosa contraída por el macrismo se mantiene en los planes del gobierno. En ese vuelo de vuelta no se embarcará ninguna solución para las grandes mayorías populares. |