En los últimos días, la Clínica de La Comunidad estuvo en el centro de la tormenta luego de que un grupo de familiares se manifestara en las puertas de este centro de salud reclamando por sus familiares fallecidos y agraviando al personal que se encontraba trabajando. A raíz de esto, el Director de la clínica, Juan Manuel de Rosa, les anunció a los trabajadores que iba a cerrarla y derivar a los pacientes internados porque no estaban garantizadas las condiciones de seguridad para el personal.
Esto suscitó la preocupación de las y los trabajadores por sus puestos de trabajo. La clínica cuenta con 200 trabajadores y 50 camas, 30 de las cuales son de alta complejidad (UTI, entre otras). Además, cabe destacar que es la única en la ciudad que atiende por PAMI y recibe a los adultos mayores que son uno de los grupos más afectados por el covid-19. Todo esto en el marco de una segunda ola de contagios y una grave situación epidemiológica que azota a la región.
Por este motivo, los trabajadores de la salud del nosocomio decidieron movilizarse con carteles al Polideportivo de la ciudad (el mismo día se realizó el acto por el Programa Reconstruir) para reclamar una entrevista con el Intendente Mario Secco que finalmente los recibió el día jueves de la semana pasada. Secco se comprometió a garantizar la seguridad de las y los trabajadores y a que no falte oxigeno ni insumos en la clínica. Por ahora la clínica reanudó sus tareas, aunque los trabajadores continúan alertas.
El problema del oxígeno
El 29 de abril salió a la luz la denuncia de un grupo de familiares que pedía que se investigue la muerte de seis pacientes en dicha clínica asociadas a un faltante de oxígeno. El director de la clínica habló con los medios y manifestó su preocupación por la escasez de oxígeno: “Tenemos reserva de oxígeno en el tanque para las próximas 24 horas”, dijo.
Según de Rosa, la empresa que suministra el oxígeno un día sencillamente no fue, sin previo aviso. “Nos comunicamos, tardaron 8 horas en venir, y debimos recurrir al funcionamiento con oxígeno gaseoso que teníamos disponibles en tubos pero pasamos un momento de extrema crisis porque no sabíamos cuánto tiempo podíamos proporcionarle oxígeno a los pacientes”, aseguró en diálogo con Radio Universidad. En la misma entrevista, el director dijo: “pedimos tubos al Cestino y no nos pudieron proveer, tenían sólo un tubo disponible”.
El oxígeno escasea, no solo en Ensenada sino en todo el territorio del AMBA. Varias clínicas y hospitales deben trasladar pacientes a otras instituciones por falta de oxígeno. Cada vez más aumenta la ocupación de camas UTI y hay escasez de respiradores. En Escobar, ya comienzan a aplicar el “protocolo de ética” ante la crítica situación sanitaria. Es decir, que de conjunto la situación en los hospitales públicos empeoró y el consumo de oxígeno se duplicó en diez días, anunciaba días atrás el ministro de Salud de la Provincia, Nicolás Krepalc.
El estado es responsable
Ya paso mucha agua bajo el puente desde que el Gobierno decretara, en marzo del año pasado, el aislamiento obligatorio. Sin embargo, hoy, ante el avance de los contagios y la presencia de una segunda ola de covid 19, no se ha avanzado en fortalecer el sistema de salud ni en garantizar un insumo básico y elemental como la producción de oxígeno medicinal, como tampoco la inmunización de la mayoría de la población porque escasean las vacunas y la contratación con plenos derechos de personal especializado.
¿Por qué un recurso vital como el oxígeno se ha convertido en un insumo escaso? ¿Quiénes son los "dueños del aire"? ¿Por qué a pesar de contar con laboratorios que podrían garantizar el 100% de la producción de vacunas estas escasean? ¿Cuáles han sido las prioridades del Gobierno nacional, el provincial y del municipio en este año y medio de pandemia?
Los laboratorios están haciendo fabulosos negocios a costa de la salud de las mayorías. Los medicamentos para terapia intensiva aumentaron hasta un 1.300 % desde 2020. Las subas de precios de analgésicos, sedantes y relajantes musculares en el contexto de la pandemia es denunciada hasta por los empresarios de las clínicas y entidades de salud privada.
Nuestras vidas valen más que sus ganancias
La crisis que cruza tanto el sistema público como el privado para hacer frente a la pandemia, exigen una inversión acorde para multiplicar los recursos sanitarios, formar y contratar trabajadores de la salud, recomponer sus salarios y cuidar su fuente laboral. Se necesita la liberación internacional de las patentes para la producción de vacunas, declarando de utilidad pública el laboratorio mAbxience que ya produce el principio activo en Argentina de vacunas que no llegan a la población.
Centralizar el sistema de salud y aumentar su presupuesto, invirtiendo en mayores testeos, personal y camas de terapia intensiva. Al mismo tiempo, ante el avance de la crisis social impulsar medidas de emergencia como un IFE de $ 40.000, licencias para adultos con chicos en edad escolar, conectividad para la comunidad educativa, todas medidas que partan de una lógica opuesta a la del Estado, donde la prioridad sea la vida de los trabajadores/as y no la propiedad privada de los grandes laboratorios, ni la subordinación al FMI.
Los trabajadores/as no queremos ser quienes paguemos los costos de esta crisis sanitaria y social, mientras los empresarios privados y el Gobierno lucran con la salud de millones. En este sentido, es importante mantenernos organizados y alertas, acompañando el reclamo de las familias de justicia por las personas fallecidas, investigando cuáles fueron las causas del faltante de oxígeno, pero también defendiendo cada puesto de trabajo del personal de salud y de los trabajadores/as de la región. | 
