En la educación, y particularmente en la universidad, se está aplicando un ajuste brutal. Miles de estudiantes vienen expresando su enojo y bronca, no solo por no haber quedado en alguna beca, sino también por las maniobras de las gestiones, la pasividad de los centros de estudiantes, y contra muchas expresiones del ajuste en la educación, que la vuelve más elitista y desigual
El año pasado la deserción golpeó en las universidades, en La Plata se alcanzó el 40% y el 50% en Rosario.
La situación de crisis aguda cada día se profundiza más y golpea a los sectores populares de forma contundente, siendo el 49,2% de jóvenes los que están por debajo de la línea de pobreza, y pero aún, niños y niñas menores de 14 años llegan a casi el 60%. El gobierno recorta gastos en educación, en salud, su perspectiva es el pago de una deuda de la que los jóvenes no vimos un peso. La universidad es un reflejo claro, pero en las escuelas primarias y secundarias la situación es mucho más complicada.
En Ideas de la Universidad venimos denunciando que “En la UBA, las únicas becas existentes son de una mísera “ayuda económica” de 4.400 pesos. ¿Quién vive hoy con este monto? Además, en 2015, esta beca solo la recibieron 230 estudiantes. Lamentablemente, ni siquiera hay acceso a datos actuales, pero si consideramos sólo a los 65 mil nuevos inscriptos equivale al 0,003% del estudiantado.”
Sobran los ejemplos en donde la juventud es parte del combate contra la precariedad de la vida, contra el racismo, machismo y demás injusticias de este sistema. Estas luchas están cruzando fronteras, desde Chile hasta Colombia, atarvesando EE.UU, Francia, España y demás países y regiones.
Sabemos que la unidad entre estudiantes y docentes, trabajadores de la salud, vitivinícolas, estatales, trabajadores de las grandes fábricas donde el virus hizo estragos, es una unidad completamente necesaria. Que les hijes de los y las trabajadoras y el pueblo pobre, pueda ingresar en las facultades, ese es nuestro horizonte. |