En la Comarca Andina se sostienen medidas desde el pasado jueves 7 de mayo, convocadas por la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut (UACCh) cuando se conoció la decisión de la Legislatura provincial de rechazar el tratamiento de la Iniciativa Popular contra la megaminería en Chubut: el corte de la ruta nacional 40 y la toma del edificio municipal de Esquel.
El corte de ruta nacional 40
Aquel jueves las asambleas marcharon en Lago Puelo y decidieron el corte de la ruta nacional 40 desde el viernes a las 17 horas. Concentrando en la brigada las Golondrinas del Servicio Provincial del Manejo de Fuego -incendiada el pasado 9 de marzo- la concentración marchó por la ruta 40 atravesando los afectados barrios Ecoaldea y Bosques al Sur, llegando frente a la Parcela 26 o Barrio El Pinar, donde un nutrido grupo de vecinos de los barrios incendiados se sumaron a la protesta.
A la indignación, ante la negativa de los partidos del régimen a respetar la voluntad de las y los chubutenses expresada en la iniciativa popular y el pedido de retiro del proyecto de zonificación de Arcioni, se sumó la bronca de los vecinos que el domingo cumplieron dos meses sin respuestas a la falta de agua, luz y respuestas al problema habitacional pese a los millones de pesos prometidos por el ejecutivo nacional.
Por la noche de aquel viernes se decidió sostener el corte hasta tener una respuesta a ambos reclamos, lo que obligó al intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez (Frente de Todos) a hacerse presente el sábado a la mañana sin aportar ninguna solución.
La noche del sábado la asamblea del corte decidió hacer el corte total, ante ello la Gendarmería comenzó a desviar a los automovilistas por caminos alternativos unos 500 metros antes y después del corte. Los camiones se acumulaban ante la imposibilidad de transitar por los mismos, y aunque hubo algunos momentos de tensión los camioneros siempre destacaron la legitimidad del reclamo.
El domingo, al cumplirse dos meses del incendio del 9 de marzo, hubo una gran concentración donde se decidió sostener el corte total, pero el lunes a la noche, se resolvió en diálogo con los camioneros, dejar pasar a quienes estaban varados a la vera de la ruta desde el día sábado, algo que fue saludado por camioneros y asambleístas como un acuerdo solidario. La intervención de cualquier autoridad municipal, fue nula en todo sentido. Hoy, al cumplirse 5 días de corte, la decisión de sostener la pelea se mantiene firme.
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La toma de la municipalidad de Esquel
Por otro lado, en Esquel, el mismo jueves se decidió la ocupación de la Municipalidad. Apostados en la mesa de entrada del edificio, miembros de la asamblea No a la Mina con el apoyo de organizaciones de Derechos Humanos y sectores de trabajadores y jóvenes, sostienen la ocupación.
Mariano, miembro de la asamblea, contó que el jueves se acercó el intendente Sergio Ongarato (Juntos por el Cambio) que se comprometió a viajar a Rawson este jueves junto a otros intendentes de la región para ratificar la voluntad del pueblo de Esquel ante las autoridades provinciales. Sin embargo, denunció que la presencia de los asambleístas entorpece el funcionamiento de la municipalidad aduciendo la imposibilidad de pagar subsidios por desempleo, un artero ardid para enfrentar a la asamblea con sectores de trabajadores, que oculta el hecho de que la ocupación no impide el desarrollo de todo tipo de tareas.
Desde entonces, incluyendo la conferencia de prensa de esta mañana, Ongarato parece haberse arrepentido de proponer dicho viaje y no se ha hecho presente en el edificio municipal. Fiel al lineamiento político de sus correligionarios en la Legislatura que se abstuvieron en la votación sobre la IP, Ongarato esconde sus intenciones promineras con frases de ocasión mientras busca ganar tiempo y desgastar a los sectores en lucha.
Por el lado de los intendentes de El Hoyo y Lago Puelo, se firmaron cartas donde solicitan al ejecutivo provincial reveer la decisión de rechazar la IP y respetar la voluntad popular, una maniobra que busca despegarlos del costo político de esta decisión que su partido, el Frente de Todos, que avaló dando el quórum necesario. Algunos medios de la Comarca, entre tanto, agitan la confrontación incitando a desalojar el corte.
El domingo por la tarde, tras el desalojo ilegal con detenciones de la ruta nacional 3, hubo una masiva movilización en las calles de Esquel en rechazo a los sucesos y en defensa de la Iniciativa Popular.
Unir las luchas para triunfar
La bronca crece y se suma, en la comarca con los vecinos abandonados por parte de las autoridades luego de los incendios, en Esquel con el personal de salud que colabora y participa de la ocupación. Mañana comienza un paro de salud por 72 horas, los brigadistas del Servicio Provincial del Manejo de Fuego continúan en su pelea por apertura de paritarias, al igual que auxiliares de educación y otros sectores de estatales afectados por el atraso salarial que ya acumula dos meses. Las y los docentes se enfrentan a una presencialidad marcada por la falta de efectividad de los protocolos y la ausencia de un plan de vacunación en medio del aumento de casos.
¿No es hora de plantearnos la unidad desde abajo de todas esas luchas atravesadas por la bandera del No a la Mina para derrotar el ajuste y el saqueo de Arcioni y Fernández?
Mientras la CTA convocó a un paro ambiental el 7 y 8 de mayo pasados, su acatamiento y capacidad de movilización dejó mucho que desear, como su condena a los dichos pro mineros y macartistas de Marcelo Mena, miembro del consejo nacional de la CTA y del sindicato minero ASIJEMIN.
Es necesario arrancar a las conducciones de los sindicatos que no son parte del lobby minero, como el patotero "Loma" Ávila de petroleros y Taboada de camioneros, el llamado a paro total en la provincia con movilización y asambleas en cada lugar de trabajo para construir un plan de lucha. Luego de cuatro años de medidas de fuerza tibias y fragmentarias, es necesario poner en pie la fuerza de la clase trabajadora chubutense para enfrentar la escalada represiva de Arcioni y el desalojador Massoni, y el ajuste que nos imponen para pagar la deuda usuraria en la que está hundida la provincia y el país. |