Raúl Arzamendia salió de una cena, el pasado lunes junto a su amigo en una moto, cuando se detuvieron a reparar un desperfecto, fueron abordados por cinco policías de la localidad de Campo Viera quienes lo reconocieron y lo llamaron por su apellido, los obligaron a bajarse los pantalones, los golpearon y por si fuera poco trataron de asfixiarlo, y en medios de forcejeos logró escapar hacia el monte a pedir ayuda, mientras detrás suyo escuchó tres disparos de arma de fuego al aire, que no lograron alcanzarlo. Su amigo fue detenido sin saber hasta hoy en qué condiciones se encuentra.
Raúl Arzamendia primero realizó la denuncia en sus redes sociales y tras un posteo deja en claro lo siguiente: “Recién los Policías en Campo Viera me erraron tres tiros esta Brandon Ezequiel de testigo apenas pude escapar tras recibir varias agresiones. La verdad nunca estuve tan asustado temo por mi vida porque pasaron las balas muy cerca de mí. Si no aparezco ya saben quiénes son los culpables encima justificaba su acción por una publicación que hice hace no se cuanto año. Y todo este lío por un documental que estoy haciendo”.
Raúl, está realizando un documental sobre las precarias condiciones de trabajo de los tareferos en la cosecha de la yerba mate en la provincia. Al día siguiente realizó la denuncia correspondiente en la fiscalía de la ciudad de Oberá.
Sin dudas, este hecho de brutalidad policial de los funcionarios públicos se está haciendo común y tienen el poder de actuar con impunidad en el interior de la provincia, dado que es el segundo caso que se hizo público en menos de un año.
Lo cierto, es que el joven profesor teme por su vida y la de su familia y tomó la decisión de mudarse hacia la ciudad de Posadas, Capital de la Provincia, porque en su residencia ya no tiene garantías para transitar libremente.
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