Basta de negociar de rodillas. La empresa chantajea: endeudarnos o despedirnos.
Hace prácticamente un mes que la gerencia de Pablo Sánchez y Gabriel Fernández acordaron con el sindicato iniciar una negociación anticipada de “buena fé”, sin embargo, no pasó un mes, y despidieron a compañeros, y dejaron a familias en la calle. ¿Con qué objetivo? Disciplinarnos, que agachemos la cabeza y aceptemos las migajas que están cocinando. La empresa quiere imponer sus condiciones y el sindicato se lo permite sin defender a las y los trabajadores.
¿Qué ofrece la empresa?
Mientras los Von Appen se siguen haciendo ricos en pandemia, con el modelo del Multirut y el trabajo eventual, ahora se dedica a financiar a los políticos la Derecha y la DC. Y a los trabajadores nos tiran las migajas.
Más endeudamiento. Estancaron los bonos, y subieron un 3,5% del sueldo base solo para “pagar los préstamos”. Aumentó el BTC a 2.450.000, pero aumentó a 3 millones el endeudamiento del préstamo junto al descuento de colaciones anticipadas. Más del doble del monto que nos venden como un gran logro histórico, es deuda. La terminamos pagando nosotros, mientras la empresa firmó contratos millonarios con Collahuasi, y BHP, aumentan los ritmos de trabajo, y pretenden imponer turnos excepcionales pero niegan los bonos trimestrales.
¿Qué dice la dirección sindical del Ferreira y la COTRAPORCHI?
Nada, que no se puede hacer nada más. Dice que nos tenemos que conformar con los pequeños aumentos. Que no habrá asambleas generales y tenemos que aceptar: o lo que ofrece gerencia o más despidos.
Sobre los compañeros desvinculados, dijeron que “estaban bien despedidos”. Es inaceptable que los dirigentes del sindicato se comporten como RRHH de la empresa, repiten el discurso de la gerencia, ni siquiera fueron capaces de denunciar a la empresa ante la inspección del trabajo por estos despidos injustificados, que justo llegan en tiempos de negociación y en momentos muy delicados para las familias trabajadoras en plena crisis sanitaria.
¿Podemos ir por más? VAMOS A LA REGLADA. Si paraliza Puerto Mejillones, ponemos en jaque la cadena productiva. ¡Ocupamos una posición estratégica!
La fuerza real del sindicato, nunca ha sido probada, porque la dirección sindical no se ha planteado utilizar ese poder para defender al trabajador, prefieren las reuniones a puertas cerradas con la empresa.
En Puerto Mejillones movilizamos el Azufre para la industria del Ácido (Noracid), el petcoke para las calderas de Inacesa, el clinker para Polpaico (en la industria de la construcción). Exportamos el Cobre de BHP-Spence y el de Collahuasi, el Plomo y el Zinc de San Cristóbal, el Ácido Sulfúrico para abastecer a Codelco Chuquicamata y privadas como las de AMSA, también en Michilla, y el cobre de Centinela (Luksic), el Carbón en Axinntus y TGN para las termoeléctricas que abastecen todo el circuito minero! si paralizamos nuestras funciones, afectamos toda esa cadena productiva, la empresa y la directiva no quieren que nos hagamos conscientes de eso.
Si nosotros paralizamos, podemos poner en jaque toda la economía regional. ¿Hasta cuándo nos van a llevar a negociaciones sin expectativas reales? No podemos vivir siempre agachando el moño. Somos los trabajadores los que creamos todas las riquezas, y en nuestro caso las mantenemos en movimiento. El sindicato tiene afiliación en Puerto Mejillones, TGN, Michilla y Axinntus. No pueden seguir conteniendo nuestra fuerza, basta de abusos, matoneo, miedo, despidos. En vez de unirnos nos separan.
¿Una negociación en base a préstamos? Decidamos nosotros, podemos ir por más. Vamos por la Reglada
Por un sindicato que te defienda. Asambleas generales para que todos decidamos.
Para que todos los trabajadores decidamos el rumbo de esta negociación, necesitamos asambleas generales para decidir y un comité de negociación colectiva que represente a todas las áreas y sucursales de nuestro sindicato, con voceros/as de Puerto Mejillones, TGN, Michilla y Axinntus. La unión hace la fuerza.
No se puede seguir aguantando los chantajes de la empresa. Aceptar migajas o despidos.
¡Exigimos la reincorporación de los compañeros desvinculados!
Que las asambleas generales sean soberanas para decidir y que todos los dirigentes trabajen. Basta de privilegios
A organizarnos para recuperar y refundar nuestro sindicato.
Mejillones despertó y los trabajadores portuarios también.
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