"Es imprescindible la convocatoria para defender los empleos. La movilización y las demandas de los empleados de un sector tan importante será mañana la expresión de un reclamo que se asienta en la necesidad del diálogo constructivo", señalan un comunicado del Sindicato de Empleados de Comercio. ¿Están hablando de la situación de los miles de trabajadores y trabajadoras de Garbarino y otras cadenas que hoy reclaman contra cierres y despidos? ¿De las jóvenes despedidas de los call centers?
No. La movilización es para confluir con la Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC) que también tiene su “plan de acción”. Según el portal Iprofesional, a fines del mes pasado la cámara presentó un amparo ante el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N°6 exigiendo la reanudación de la actividad. El pedido se hizo con el respaldo de IRSA y Cencosud, dos de los multimillonarios operadores de shoppings en la Argentina y otros países de la región.
Será a las 17:30 en Corrientes al 3200, la sede de uno de los shoppings más emblemáticos: el Abasto. Desde el Sindicato adelantaron que la movilización será en autos, sin bajas de ellos, por la cuestión sanitaria. Lo que sorprende es que, teniendo en cuenta la “cuestión sanitaria”, pretendan abrir centros comerciales cerrados donde además de 40 mil trabajadores se agolpan cientos de miles de visitantes cada fin de semana. No estamos hablando de un kiosko o un local que atiende puertas afuera.
Armando Cavalieri sostuvo este miércoles que "se impone la estabilidad laboral" de más de 40.000 fuentes de trabajo en riesgo. Aseguró que la situación “genera un panorama desalentador para los trabajadores, sus posibilidades de preservación de los ingresos y el bienestar de sus familias". Es difícil de entender. El sindicato no ha hecho nada por la situación que se vive en muchas cadenas comerciales: cierres, despidos y salarios adeudados en Garbarino; contagios en todas las cadenas de supermercados; salarios adeudados; la precaria situación de la juventud de los call center; una paritaria del 32% cuando la inflación en el cuatrimestre ya superó el 16 %.
Desde los grandes pulpos del negocio de los shoppings se justifica la medida por “los empleados y los comerciantes que tienen franquicias”.
Difícil creerles. La reapertura de los grandes shoppings implicaría, en medio de la segunda ola y una crisis sanitaria, crear nuevos focos de contagio. Miles de trabajadores atestados en los locales, viajando hacia ellos y con decenas de miles de personas visitándolos cada día. Además estamos hablando de una actividad no esencial. La solución es sencilla: que los grandes ganadores del negocio, IRSA, Cencosud y las principales marcas, se hagan cargo de los avatares de su negocio, que les ha dado millonarias ganancias con favores estatales desde hace décadas. Desde impositivos a los ATP que recibieron el año pasado.
Para los trabajadores, ningún despido. Mientras no trabajen, deberían cobrar el 100% de sus salarios, no como acordó el sindicato de Comercio. Las vidas trabajadoras importan. |