Este 12 de mayo no fue como cualquier otro. En el marco de la segunda ola de la pandemia del covid-19, les trabajadores de la salud del sector enfermería, donde la mayoría son mujeres, siguen estando en la primera línea, a pesar de la falta de reconocimiento profesional y salarial por parte del Gobierno. Desde la Secretaría de Género y Diversidades de la Facultad de Psicología UBA, queríamos saber cómo es la situación de las mujeres de la primera línea, donde la precarización va desde jornadas laborales muy extensas hasta sueldos que no alcanzan para llegar a fin de mes. A esto se suma que, por lo general, suelen ser ellas las responsables del cuidado de sus hijes y de las tareas domésticas.
En el Día Internacional de la Enfermería, una residente del hospital Elizalde, nos comentaba: “Como colega, ahora que están en lucha, espero que se las reconozca y puedan conquistar sus demandas”.
A lo largo del 2020 vimos cómo el personal de enfermería salió a las calles con los cuidados necesarios, reclamando por el pase a planta permanente, por el reconocimiento profesional y por un salario digno. Porque son trabajadoras esenciales pero el Gobierno las trata como descartables. También vimos cómo en una de las tantas movilizaciones, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires a cargo de Larreta, reprimió a les trabajadores de enfermería que se manifestaban en la puerta de la Legislatura.
A varias trabajadoras les preguntamos si el sueldo les alcanza para vivir y si habían recibido el bono por parte del Gobierno. Una de ellas nos contaba que tiene una hija que va al jardín y nos decía que el único bono que recibió fue a principios del 2020, que tiene cuatro trabajos, y que incluso trabaja de noche y los fines de semana. Otra nos comentaba que no recibió el bono, pero que aun así no le parece suficiente ya que el problema es que con el sueldo que tienen no alcanza para llegar a fin de mes.
Esta realidad contada por las trabajadoras de la salud, es la de muchas mujeres. Allí donde hay precarización y salarios de miseria, hay pluriempleo. En el ámbito de la salud y la educación la mayoría de les trabajadores son mujeres. Según el INDEC el 70% del personal de salud son mujeres y el 53,8% tienen a cargo a menores de edad. Así como también el 23,6% tienen más de un trabajo.
En la juventud, se estima que el 70% de les que trabajan, lo hacen bajo condiciones de elevada precarización, y en las mujeres el impacto es aún mayor, llegando al 73%. Les jóvenes vienen siendo de los sectores más golpeados por esta crisis con el 49.2% por debajo de la línea de pobreza. Necesitamos que se tomen medidas de emergencia a la altura de la crisis sanitaria, económica y social.
La realidad también, es que el Gobierno de Alberto Fernández viene de votar, junto con la oposición de la derecha, un recorte del presupuesto para salud, educación y políticas públicas. El ajuste en salud, de cara a la segunda ola, fue del 11,8% en términos reales, y a pesar del 42% de pobreza que afecta a 6 de cada 10 niños y niñas, no solo no hubo aumento de la ayuda social, sino que también se eliminó el IFE.
El refuerzo del sistema de salud del que habla el Gobierno, se hizo a base de precarización laboral, contratos inestables, bajos salarios y agotamiento de les trabajadores de la salud. Con salarios insuficientes que no llegan a cubrir la canasta básica, mientras la situación sanitaria se va agravando cada vez más ante la cantidad de contagios diarios, la ocupación de camas de terapia intensiva, y los escasos recursos disponibles para enfrentarlo en cada hospital, así como también la falta de personal, conlleva un esfuerzo enorme para quienes están en la primera línea. Un esfuerzo que lejos de ser retribuido, siembra una deuda aún mayor por parte del Gobierno para con les trabajadores de la salud.
En el Día Internacional de Enfermería, les trabajadores de la salud se movilizaron y confluyeron junto con docentes y estatales que salieron a las calles por sus reclamos.
Ante esta realidad, como estudiantes, como parte de la juventud precarizada y como futuros profesionales de la salud, tenemos que organizarnos por nuestros derechos. En apoyo a les trabajadores de la salud. Por el reconocimiento de enfermería como carrera profesional, por aumento del presupuesto para salud y educación, por un salario acorde a la canasta básica, por trabajo digno y por un IFE de 40 mil pesos para quienes lo necesiten. ¡Basta de precarización!
Por eso, desde la Secretaría de Género y Diversidad de la Facultad de Psicología, impulsamos reuniones abiertas para que podamos discutir sobre la realidad que vivimos les estudiantes y les trabajadores, de la cual salió un pronunciamiento en apoyo a la lucha de salud. Queremos invitar a les estudiantes a ser parte del espacio que conformamos desde la Secretaría, y a organizarnos para exigirle a la conducción del Centro de Estudiantes que se ponga a la cabeza en la pelea por nuestros derechos.
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