Durante las últimas semanas Colombia fue escenario de una gran rebelión cuya mecha fue encendida por la decisión del gobierno de Iván Duque de implementar una reforma tributaria. Si bien las protestas generalizadas y las movilizaciones hicieron retroceder al gobierno sobre el tema de impuestos, los reclamos siguen por la fuerte crisis económica, social y sanitaria, una de las peores en la historia de Colombia.
En este marco de constante ebullición popular donde la juventud se ha puesto al frente de las movilizaciones, la respuesta por parte del gobierno de Duque a través de las Fuerzas de Seguridad fue represión. Si bien hay un gran número de personas que han sido detenidas o desaparecidas, la violencia ejercida por la policía hacia las mujeres ha ido escalando como lo reflejan las múltiples denuncias.
Diferentes organizaciones de mujeres de Colombia están dando cuenta del historial de violencia sexual que han ejercido desde siempre las Fuerzas de Seguridad. Así Ruta Pacífica de las Mujeres en un comunicado señala que por ejemplo durante el año pasado se denunció la violación de una niña indígena de 12 años por parte de la Brigada 8 del Ejército colombiano. Se suman además varios hechos de abuso sexual denunciados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos “presuntamente perpetrados por integrantes de las Fuerzas Armadas Colombianas”.
Agregan en el comunicado: “La definición nacional de militarizar los territorios hoy se siente con mayor fuerza en el Cauca a partir de los hechos sucedidos en la noche del día 12 de mayo 2021 cuando al cierre de una jornada de movilización nacional en la ciudad de Popayán, cuatro menores de edad, entre los cuales se encontraban dos mujeres, fueron detenidas en procedimientos irregulares por parte de integrantes de la Policía Nacional. Hoy denunciamos públicamente que las dos menores de edad detenidas fueron agredidas sexualmente”.
Por este último hecho, nos comunicamos con Jenny Gamboa, socióloga colombiana que reside en ese país y le consultamos qué sucedió con la joven detenida ilegalmente que desencadenó luego su suicidio: “La joven fue detenida por cuatro agentes del ESMAD (Escuadron Móvil Antidisturbios) quienes sin pedirle identificación la toman por sus brazos y piernas y le bajan sus pantalones. Luego de este abuso es llevada a un centro de detención, es ahí donde recién verifican que se trata de una menor de edad. Este accionar del ESMAD es un agravante porque en Colombia está reglamentado que los únicos que pueden requisar y detener a un menor es la Policía de Infancia y Adolescencia. Luego de estar varias horas retenida la joven es retirada de la unidad por su abuela. Luego realiza una publicación en Facebook donde relata todo lo sucedido y la violencia sexual que padeció. Lamentablemente la situación extrema que vivió la llevó a la terrible determinación de quitarse la vida. La investigación continúa y las abogadas y organizaciones de mujeres intentan encuadrar el caso como un feminicidio”.
La policía emitió un comunicado desmintiendo la situación de abuso pero la publicación del video de la joven en donde se comprueba lo sucedido posibilitó la detención de los cuatro policías en la Fiscalía. “No hay que olvidar que la Fiscalía depende del gobierno, es decir quien la dirige es un muy allegado de Iván Duque esto quiere decir que no hay neutralidad para investigar los casos, no hay justicia”, aclaró Gamboa.
A partir de la visibilización de este caso la bronca y la impotencia se transformaron en organización generando “plantones” en varias ciudades de Bogotá y del resto del país en reclamo del brutal accionar de las fuerzas de seguridad.
“La protesta más fuerte fue en Popayán, ciudad de donde era la joven, una ciudad al sur del país capital de la provincia del Cauca. Aquí los enfrentamientos con la policía llevaron al incendio de la Unidad de Retención Inmediata (URI), además un manifestante murió cuando un proyectil, que no está determinado si fue de gas o un aturdidor, le impactó en el cuello” nos comenta Jenny.
La cifra de desaparecidos crece todos los días, los datos son muy diversos y son publicados por la Defensoría del Pueblo, organismo que depende del gobierno de Iván Duque, por lo que no es muy fidedigna esta información, aclara la licenciada Gamboa. La ONG Temblores es la que está recolectando los datos: “47 personas muertas a nivel nacional, un aproximado de 500 personas desaparecidas, y cerca de 16 casos confirmados de violencia de género en el marco de las protestas”.
Le consultamos respecto del accionar de las Fuerzas de Seguridad y el abuso sexual: “las agresiones a las mujeres son altísimas. Además porque esta es una práctica en Colombia reiterativa y común entre las fuerzas militares y los grupos del narcotráfico. Violentar a las mujeres durante el conflicto armado en el país fue cotidiano. Por lo que, tanto la Policía como el Ejército, están acostumbrados a hacer sin ser juzgados. Es muy difícil pedir justicia en Colombia porque esta ha sido una práctica cotidiana del conflicto armado y es la manera de ejercer represión desde el Estado hacia la ciudadanía".
Hay algo que es importante remarcar y que mencionábamos al inicio de la nota. La participación de la juventud al frente de las movilizaciones sumado a la represión por parte de las fuerzas de seguridad hizo que muchas de las madres de esos jóvenes se organicen y participen.
Sobre todo cuando se hizo pública la represión que sufrieron una mujer junto con su hija.
Al momento de realizar esta entrevista continúa el reclamo por la aparición de una joven, Lina Peña quien fue retenida en una URI en la ciudad de Tunja y hasta ahora nada más se sabe de ella y su paradero.
El historial violento de las Fuerzas de Seguridad colombianas quedó más expuesto aún a partir de los hechos sucedidos en los últimos días. Esta visibilización, en donde la connivencia y complicidad del gobierno de Duque con la Policía y el Ejército quedó demostrada, no puede ser un grito impotente. La organización del movimiento de mujeres, las diferentes organizaciones feministas, junto con el resto de la población es uno de los caminos posibles para que no haya NiUnaMenos.
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