Mientras trabajadores de la salud denuncian la falsedad de los datos sanitarios del municipio, docentes en asamblea rechazan el camino aperturista de Gay y Kicillof, y la falta de medidas para reforzar el saturado sistema de salud. En las escuelas crece el descontento ante la irresponsabilidad gubernamental, y allí está la clave para enfrentarlos.
Héctor Gay pidió ante las autoridades sanitarias de la provincia que Bahía Blanca vuelva a fase 3, y el gobierno provincial de Kicillof aceptó, permitiendo entre otras actividades la vuelta a las clases de forma presencial en pleno pico de contagios, que este martes 18 llegó a un récord absoluto de 453 en un día. En esta medida teñida de electoralismo, Juntos por el Cambio busca mostrarse como garante de la educación presencial sin importar las consecuencias sociales, como queda claro con la política de Larreta en Capital.
El comunicado llegó a las escuelas avalado por inspectores de la Dirección General de Cultura y Educación de Provincia, aunque sin firmar, como suele hacerse. Al mismo tiempo, trabajadores de salud denuncian la manipulación de datos por parte del gobierno local en relación al porcentaje de ocupación de camas COVID UTI. La titular de CICOP, Cristina Ferraro, dijo a FM de La Calle “No encontramos las camas, no sabemos dónde están”. También la Asociación de Profesionales Municipales de la Salud en un comunicado señaló que la situación sanitaria “es crítica” y remarcó “la irresponsabilidad de las autoridades al dar informes falaces” respecto al sistema de salud.
Las y los docentes sabemos que la presencialidad en estas condiciones no resuelve el derecho a la educación, que el gobierno de Kiciloff, como el anterior de Vidal (y ni hablar el de Héctor Gay) se han desentendido del tema y queda clarísimo que los gobiernos provincial y nacional no han aprovechado los meses de baja actividad escolar para mejorar las condiciones de las escuelas con edificios precarios, con poca ventilación, o sin calefacción. Ya circulan en redes imágenes de estudiantes envueltos en frazadas en las aulas, resultado lógico de intentar lograr una ventilación cruzada en zonas frías. Las comunidades educativas dependen de magros bolsones que el estado retacea, sin conectividad y dispositivos digitales en las casas de nuestros alumnos para garantizar la conectividad.
El hacinamiento en el transporte público y el lentísimo plan de vacunación son problemas importantes que el gobierno busca ocultar sin éxito por distintos medios. El punto máximo de hipocresía fue la decisión de “bajar” el feriado puente del 25 de mayo para amirorar la circulación mientras se sigue viajando como ganado y se habilitan actividades como las clases presenciales, que en la ciudad implican el 35% del movimiento total de la población por medio del transporte público.
Vamos a cancelar un feriado para cortar la circulación y que la gente no viaje.
Muchísimos docentes siguen sin recibir ni una dosis de la vacuna. Ni hablar el resto de "esenciales" como trabajadores de comercios que venden alimentos, de supermercados, choferes, etcétera, que siempre siguieron en actividad, expuestos al contagio. Parece que algunos esenciales se han vuelto invisibles para el Estado.
Un plan de vacunación para todos es parte de un derecho universal a la salud que ningún gobierno puede negar.
La liberación de las patentes es una necesidad para que los avances científicos que permitieron llegar a la vacuna no queden en manos de los laboratorios privados que hacen millones con nuestra salud, como hace Sigman en Argentina. Por eso los docentes venimos denunciando esto, y el Suteba Multicolor de Matanza realizó una acción que apoyamos desde Bahía, frente al laboratorio de Garín, exigiendo que dejen de fugarse millones de dosis, y planteando la necesidad de que se declare de utilidad pública.
El secretario general del Suteba Provincial, Roberto Baradel parece más bien un secretario del gobierno en lugar de un representante de las y los trabajadores de la educación, a quienes ni siquiera les permite discutir en asamblea en los distritos donde dirige La Celeste. Esa inmovilidad busca aislar a las seccionales recuperadas que estamos en lucha. Su modelo de sindicato se puede ver claramente en Villarino, donde solamente una vez convocaron a las apuradas una reunión de delegados, y somos docentes autoconvocados quienes estamos juntando firmas para exigir un derecho elemental como es el de tener asambleas.
Junto a las familias, se refuerza el reclamo por la continuidad virtual
En la asamblea realizada este lunes 17 nuevamente los y las docentes de Bahía votamos continuar con una jornada de lucha haciendo responsables a los gobiernos provincial y local y a las autoridades educativas. En la asamblea también participaron un grupo de “familiares por la virtualidad en pandemia” junto con Integrantes de la Comisión de Jubilados de Suteba que se manifestaron a favor de priorizar la vida de nietos y nietas, sus familias y a la comunidad educativa en general.
Fue votada una nueva jornada de 72hs de paro a la presencialidad, con continuidad pedagógica virtual, como parte de un plan de lucha que incluye acciones en las calles y asambleas y reuniones por escuela. Contra los intentos gubernamentales (y mediáticos) de enfrentarnos, sigue creciendo y se amplía la unidad entre docentes y la comunidad.
Desde La Marrón como parte de la Multicolor, estamos impulsando y siendo parte de estas instancias de intercambio por escuela junto a compañeras y compañeros docentes, auxiliares y familias. Queremos invitar a las familias a que se sumen a esta perspectiva para poder fortalecer nuestra organización desde abajo, e intercambiar desde las escuelas la situación de nuestras y nuestros alumnos. Así, decidir democráticamente como ayudar en la entrega de bolsones de comida, conocer más profundamente y articular las problemáticas de los barrios más carenciados con la pelea por una educación de calidad para todos.
Multiplicar estos ejemplos en todas las escuelas y jardines de Bahía es una necesidad mientras los funcionarios del gobierno, que no pisan un colegio, pretenden imponernos ritmos y condiciones de trabajo imposibles. Esto permitiría también hacer relevamientos de los problemas más urgentes por fuera de las imposiciones de la Jefatura Distrital y el gobierno.
Otro problema importante es la desocupación y precarización de un sector de docentes que se encuentra sin trabajo, con pocas horas o con contratos sin ningún tipo de derecho laboral como es en los FINES. Desde Provincia profundizan esta orientación, para continuar precarizando docentes mientras recortan los programas de educación de adultos, en un gesto de ajuste y precarización educativa. Es urgente articular las demandas de compañeros y compañeras en esta situación, siendo parte de las asambleas, como motor para luchar contra la precariedad y la desocupación en la educación pública.
Recursos hay: peleemos por una salida distinta a la que nos quieren imponer
Si cada vez más escuelas definen el camino de la organización, podemos coordinar nuestros reclamos en toda la ciudad. Recursos para dar respuesta a esta situación en la región, sobran. Basta ver los números récord de exportaciones del puerto, que significan ganancias millonarias para un par de abultados bolsillos que en plena crisis social y sanitaria sólo piensan en enriquecerse más y más. Lo mismo las grandes multinacionales del Polo Petroquímico.
Con un impuesto a sus ganancias de miles y miles de millones de dólares, se podrían tomar medidas de fondo para hacer testeos masivos, reforzar el personal y equipamiento hospitalario, y dar un IFE de $40.000 para quienes se queden sin ingresos, y que el “Quedate en casa” no sea en realidad un “sálvese quien pueda”, además de poder garantizar la conectividad y el derecho a la educación.
Evidentemente las gerencias de las instituciones estatales están abocadas a una agenda que no tiene nada que ver con las urgentes necesidades de las y los de abajo. Pero si las y los trabajadores podemos poner en pie nuevos espacios de discusión democrática, decidir cómo actuar ante esta crisis y resolver acciones colectivamente, somos muchxs más, y tenemos la fuerza para lograrlo.