Este miércoles se conoció además que uno de sus bailarines se contagió. "Ya está por tener el alta epidemiológica. Está desde la semana pasada con covid-19", informaron en el programa Los Ángeles de la mañana.
La polémica estalló frente a las imágenes que trasmitía la televisión con cerca de 200 personas juntas en un estudio de televisión -un lugar cerrado-. Aunque el empresario al día siguiente aclaró que el programa se "graba por cuadros" y "nunca hubo tanta gente junta" y que todos se habían realizado un hisopado que dio negativo, lo mismo se encargó de repetir varias veces en el programa. Pero a pesar de esto: de los bailarines, la cantidad de gente detrás de cámara, etc. en un tramo le pidió a dos bailarines que se saquen los protectores porque "no les entiendo nada con eso en la cara".
Lo cierto es que además de todas las crítica que recibió en las redes sociales, dos abogados le iniciaron una denuncia penal: uno de ellos (Darío Rámirez) radicó la denuncia ante la Unidad Fiscal Norte bajo el N° 753.353. La otra denuncia es la del abogado Alejandro A. Sarubbi Benítez.
La realidad es que esta situación que se dio en Show Match, es algo que tienen que vivir -en mucha mayor medida y obligados por las necesidades económicas- cotidianamente el pueblo trabajador, a quienes el Estado obliga a amontonarse para viajar (incluso con el último DNU vigente) o en sus trabajos donde las patronales en muchos de los casos no observan los protocolos necesarios para cuidar la salud de los trabajadores.
Más allá de Tinelli y su interés supremo por el negocio televisivo, tenemos que hacer un alerta de que esto no le abra las puertas a intentos de judicializar por ejemplo las protestas de sectores populares o de trabajares que salen a reclamar por sus salarios, en una situación de crisis económica. | 
