No hay con qué darle: hasta en su mínima expresión River es uno de los mejores equipos del continente. Con apenas 12 jugadores de campo disponibles (en realidad 11 y medio porque Pinola en el banco no estaba en condiciones de ingresar) y uno de ellos -Enzo Pérez- improvisado como arquero, ganó con sacrificio y como pudo pero sin demasiados sobresaltos a un equipo que llegaba más entero como Independiente Santa Fe, que sin embargo exhibió una inocencia y una debilidad futbolística llamativas.
River salió con todo a presionar y dio la sensación de que buscar convertir rápido era parte del plan: lo logró en una secuencia de 3 jugadas, falló en la primera, pero aseguró a los 3 minutos (Angileri) y a los 5 (Julián Álvarez). Iba 2 a 0 casi “desde el vestuario”, por mérito propio, pero -hay que decirlo- con la inestimable colaboración involuntaria de los centrales colombianos Torijano y Palacios. ¿Salió demasiado confiado y relajado el equipo visitante que a priori estaba en ventaja? ¿O River salió hiper concentrado y convencido de que tenía que sacar fuerza de la adversidad? Podemos decir que un poco una cosa y un poco otra.
Enzo Pérez, uno de los atractivos que tenía este partido peculiar, cumplió bajo los 3 palos del arco riverplatense, aunque casi no lo exigieron. Increíblemente, los visitantes casi no probaron ni de larga ni de media distancia y las pocas llegadas ofensivas que tuvo el equipo colombiano eran “sucias”, sin claridad. Esto da la pauta de que también el resultado fue producto de la solidez defensiva del equipo de Gallardo que mantuvo lejos del arco propio a su rival.
Aunque a los 27 minutos del segundo tiempo Kelvin Osorio (el mejor de un Independiente que fue una sombra) logró el descuento y se reanimó un poco el visitante, River tuvo controlado casi todo el partido, aunque la posesión de la pelota fue en mayor medida para los colombianos.
Para hinchas del equipo de Núñez, fue una noche histórica en el Monumental por todas las circunstancias que rodearon a este partido en el contexto de la pandemia y el brote de contagios de COVID en el plantel. El público neutral tal vez le baja un poco el entusiasmo a un partido que era por fase de grupos. Pero con este resultado River Plate queda encabezando su grupo D en esta Libertadores 2021 y al borde de clasificar a octavos de final (con un empate ante Fluminense el martes que viene le alcanza). El club que fue bautizado como “gallina” por una actuación desafortunada en la edición 1966 de esta copa, sigue estrenando capítulos para construir su mística copera que sí es un hito en su larga y exitosa historia. |