Desde el comienzo del toque de queda, hemos sido testigos de la vulnerabilidad y precariedad laboral en la que se encuentran los distintos gremios de trabajadores de la Cultura, Música, Teatro, Danza, además, de todas y todos los trabajadores que viven en torno a estas actividades, Sonidistas, Roadies, iluminadores, técnicos, tramoyas, etc. Que comenzaron a ver mermados sus ingresos, y que posteriormente se agudizó por la llegada de la Pandemia.
Sin duda que, el gremio de los trabajadores de la cultura ha sido uno de los más golpeados en todo este proceso de crisis social y de emergencia sanitaria, debido a que muchos recintos de espectáculos, y eventos masivos tuvieron que cerrar sus puertas, y bajar sus cortinas, a causa de las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno, de manera unilateral, además de la extensión del toque de queda, y que aún está vigente, porque según ellos esta medida es por la pandemia y para evitar más contagios, pero sin embargo podemos ver el transporte Público, las grandes corporaciones y los centros comerciales atestados de gente.
Es en este punto donde todos podemos ver las contradicciones de estas medidas que benefician a unos pocos y perjudican a otros. Y Es aquí, donde cabe preguntarnos si realmente, el Gobierno tiene la voluntad política de querer ayudar a toda la gente y también de paso solucionar los problemas de las y los trabajadores del mundo de las artes. Que por lo antes mencionado muchos se encuentran en total precariedad y abandono por parte del Estado y el gobierno de turno, por no poder trabajar.
A raíz de esto muchos han tenido que reinventarse y dejar sus profesiones y oficios, para dedicarse a otros tipos de trabajo. Porque no pueden laburar, debido a que no existen las medidas sanitarias de ningún tipo, ni tampoco existe la voluntad de solucionar esta problemática con los trabajadores. No pedimos limosnas, solo que se nos conceda el derecho al trabajo.
Es urgente visibilizar la precarizada situación en que viven miles de personas que trabajamos en torno a la cultura en nuestro país, producto de las restricciones sanitarias. Estas han mermado considerablemente nuestra fuente laboral. Y El gobierno no ha sido capaz de responder a las demandas de los diferentes gremios, y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, ha dejado mucho que desear, con una ministra que dejo en evidencia que esta área es su última prioridad, cuando dijo “un peso que se asigna a cultura, se deja de colocar en otro programa o necesidad”.
Todos hemos visto como el gobierno ha efectuado mesas de trabajo en conjunto con el Retail y las grandes corporaciones para reactivar la economía, y sabemos que el foco mercantil está depositado en las ganancias que obtienen las grandes empresas. ¿Pero quién se preocupa de los Trabajadores de la Cultura? La mayoría de nosotros somos independientes, y actualmente sufrimos de un total abandono y desprotección desde el punto de vista de las políticas públicas. La discriminación y el constante menoscabo que sentimos, nos impulsa a levantar nuestra voz para manifestarnos y poner en evidencia el nulo actuar de los que hoy gobiernan.
En este sentido, exigimos al gobierno y sus autoridades responder con medidas sanitarias que posibiliten la integración de las diferentes artes como actividades esenciales que contribuyen al bienestar socioemocional de las personas, que producto de la Pandemia se ha visto afectado.
Entonces ¿Por qué dejarnos fuera? Reclamamos el lugar relevante que tienen las variadas expresiones artísticas. Y por consiguiente demandamos espacios cuidados y protegidos para ejercer nuestro derecho al trabajo.
Nahuel Aukan, trombonista chileno. |
