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30 de noviembre de 2024 Twitter Faceboock

Ideas Socialistas
El triunfo municipal de “independientes”, Frente Amplio y PC: nuevas y viejas ilusiones frente a los poderes reales en el Chile empresarial
Alejandra Valderrama
Esteban Valdebenito

Una ilusión recorre Chile con unas elecciones municipales que expresaron distorsionadamente las aspiraciones de millones que quieren sacarse de encima a la vieja casta de los partidos empresariales de los últimos 30 años

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El triunfo municipal de “independientes”, frente amplio y el pc: nuevas y viejas ilusiones frente a los poderes reales en el Chile empresarial.

Las elecciones del 15-16 de Mayo en sus distintas categorías marcaron una dura derrota para los “partidos de los 30 años” provocando un terremoto político en el régimen, que terminó echando por tierras parte de las “candidaturas presidenciales” de la ex concertación y la Derecha, además de abrir una crisis profunda en la DC que apenas logró votar 2 convencionales, perder importantes municipios y entra debilitada a la disputa de la gobernación de Santiago, apoyándose en el voto de derecha contra el Frente Amplio. Así, la enorme votación a las candidaturas independientes en general y de la Lista del Pueblo en particular para la elección de convencionales, además de una importante votación para la izquierda del régimen que iba en la lista Apruebo Dignidad del Frente Amplio - Partido Comunista, marcaron también la pauta del nuevo mapa de las municipales en comunas emblemáticas.

Después de un mes de retraso y desarrollándose en un contexto adverso; plena pandemia con más 37.617 casos activos y un fracaso de la estrategia del gobierno de Piñera que ha diseñado una cuarentena a medida de los empresarios que ha terminado de desnudar el verdadero Chile neoliberal, con una Salud pública que se cae a pedazos y la crisis social que se descarga sobre los hombros del pueblo trabajador con un desempleo en 2 dígitos, hambre y el descalabro del sistema de Salud.

En ese marco si bien, la alta abstención sigue siendo un factor (solo votó el 40% del padrón actual conformado por 14,9 millones de personas), que sigue marcando la desafección y el hartazgo de la población con los partidos del régimen, la votación registrada el pasado 15-16 de mayo fue superior a las últimas elecciones de hace 4 años, aunque no logró superar los más de 7 millones y medios de votos en del plebiscito 2020.

En términos generales, si en 2016 habían votado 4.926.395 personas, el fin de semana pasado lo hicieron 6.458.760, es decir, un millón y medio más de sufragios. Del total, fueron más de un millón de los votos nuevos que se concentraron específicamente en la capital: la Región Metropolitana pasó de 1.644.318 sufragios a 2.653.345, un aumento de 61,36%.

El voto municipal estuvo en gran medida empujado por la elección de constituyentes, además de la primera elección de gobernadores regionales, que logró imprimir grandes expectativas en la población, creando una importante votación para las listas de independientes y de la izquierda del régimen “Apruebo Dignidad”, un resultado que es en parte expresión de lo que fue la rebelión popular, el voto castigo contra los viejos partidos del orden y la mega-operación de desvío en curso para llevarlo todo a los “canales institucionales”.

El auge de “independientes y el triunfo del PC y el Frente amplio

En la categoría de alcaldes la principal derrota la tuvo la Derecha logrando apenas “mantener” parte de sus feudos en las comunas del Rechazo del oriente santiaguino, y en Puente Alto y la Florida con Codina y Carter respectivamente. En comunas con una amplia votación hacia la derecha cambiaron su porcentaje de elección. Germán Codina (RN) fue reelecto como alcalde de Puente Alto con un 50,76%, mientras que en las elecciones municipales del 2016 obtuvo un 81,37 %. Pero mientras la derecha mantiene estas alcaldías, en los consejos municipales quedan en minoría, como sucedió en Puente Alto donde Partido Comunista tiene la mayoría de concejales.

Un fenómeno que sorprendió al mundo político fue el desplazamiento de "bastiones" de la derecha arrebatadas por el Partido Comunista y el Frente Amplio, como en la emblemática comuna de Santiago Centro, la cual fue disputada por Irací Hassler del Partido Comunista con un 38,81% en contra el RN Felipe Alessandri quien obtuvo un 35,32%, catalogandose como un triunfo para el PC, sumando 3 alcaldías en la RM, junto a Recoleta y Lo Espejo, además contar con 156 concejales a nivel nacional.

Por otro lado, el Frente Amplio replicó está expresión en la comuna de Maipú, una de las 3 más grandes del país, donde la cuestionada edil farandulera Cathy Barriga (INDP-UDI) perdió la reelección contra el candidato del Frente Amplio, Tomás Vodanovic (RD); también en Ñuñoa y Tiltil se impuso RD; San Miguel y Melipilla entró a gobernar Convergencia Social. Y en otras comunas de la RM, el Frente Amplio abrió sus lista tanto para gente independiente de movimientos sociales, como es el caso de Quilicura con Paulina Bobadilla, y otros “independientes reciclados de la concertación” como fue en Estación Central (Felipe Muñoz ex PS), donde le arrebataron la comuna a la Derecha y también el caso de Independencia, manteniendo la alcaldía de Durán actual UNIR-FA (ex PS).

Otra sorpresa la dio Italo Bravo, con 19.716 votos , un 27,4% de los válidamente emitidos, el candidato electo por el Partido Igualdad (pacto Dignidad Ahora), entra a dirigir Pudahuel, una de las comunas más populares de Santiago, donde la burguesía también tiene puesto gran parte de sus intereses, ubicándose el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benitez.

En la quinta región la derecha tras 17 años al mando de la alcaldía de Viña del Mar, perdía el municipio a manos de la RD, Macarena Ripamonti, con una holgada diferencia del 38,5% de los votos, frente a los 21,5% de la UDI Andrea Molina. Pero, no tan sólo eso, también el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, fue reelegido con el 55% de los votos en la comuna de Valparaíso. Por su parte, también el triunfo de la candidata por Convergencia Social (CS), Valeria Melipillán, por la comuna de Quilpué con el 33,1% de los votos.

El frente amplio y el Partido comunista suma 14 alcaldías ganadas como partidos. A esto se le suman la ganada por el Partido Igualdad y los aliados “independientes” del frente amplio en comunas como Quilicura, San Miguel, el emblemático San Antonio, entre otras.

Mosciatti comentando este resultado (ligado a los resultados de la convención constitucional) habla de un triunfo histórico y el inicio de una “nueva república en chile”

Ilusiones y límites

El director de la radio bio bio va a enfatizar el rol de la rebelión popular en este resultado. “Es el triunfo de los independientes y las aspiraciones de cambio de millones de chilenos que hundieron al centro político que ya no tiene tiempo para regenerarse”, en sus palabras.

Pero por fuera de las exageraciones propias de quienes buscan instalar el temor de los empresarios. Las municipales expresaron distorsionadamente las aspiraciones de millones que quieren sacarse de encima a los políticos de los partidos empresariales de los últimos 30 años; la derecha y la ex concertación, en un ciclo abierto por las protestas de la rebelión popular de octubre del 2019 que fue desviado por el proceso constituyente (y las elecciones) pero que no ha sido cerrado.

Este descontento se expresó con el apoyo que tuvieron los candidatos del frente amplio y el Partido Comunista, como también con el voto de independientes de izquierda. En las elecciones a gobernadores regionales (inéditas en chile) también se expresó esta tendencia, donde el descontento popular es canalizado por un voto “ciudadano” de impugnación institucional al régimen.

Pero las alusiones a la rebelión tienen sus límites, las experiencias de “alcaldías ciudadanas” del frente amplio en lo estructural no han roto con el consenso de los 30 años basado en las privatizaciones y saqueo de las comunas trabajadoras. Aunque sí han puesto de relieve demandas sentidas de la población y han estado en constante ataque de los sectores derechistas, su práctica pretende sembrar la ilusión que podemos resolver de fondo los padecimientos de la clase trabajadora con las mismas herramientas del estado liberal.

Si analizamos el programa de Macarena Rippamonti en Viña del mar de Revolución Democrática, quien llama municipio de “cuidados” a la focalización de los gastos sociales buscando mejores catastros para la identificación social, y revisar los contratos municipales para optar a los “mejores servidores”. Es una renovación de las mismas propuesta de la ex concertación pero con una coalición renovada. Acepta la privatización de servicios básicos y su modelo para enfrentarlo no es otra cosa que una regulación “más humana” del saqueo que ha devastado nuestras poblaciones.

Por otra parte, quien se ubica más a la izquierda, de las propuestas de las alcaldías de revolución democrática es Jorge Sharp, que ganó en esta ocasión con el cupo de “independiente”. Si bien en su mandato se ha buscado dar respuesta a la demanda en materia de salud con el impulso de la óptica y farmacia popular, entre otras medidas que han tenido un masivo apoyo en la población. Y que hoy es una de las figuras más apoyadas ubicándose crítico a la acción del frente amplio con la firma del acuerdo de paz debemos analizar sus acciones en temas claves de la comuna.

Sharp en los cuatros años de gobierno municipal no cambió la administración neoliberal de los fondos porteños, no por casualidad le estalló un bullado caso por malversación de fondos pagado a consultoras privadas para escoger los cargos en la corporación municipal. Y que fueron parte del quiebre que tuvo el municipio porteño con el movimiento “Valparaíso ciudadano”.

De fortalecer la participación “popular” fue denunciado por clientelismo en el municipio, poniendo en los altos puestos del municipio a partidarios de su sector. Varios trabajadores fueron despedidos al finalizar el primer año de mandato. No es casualidad que el hoy alcalde de Valparaíso compitiera con tres listas que antes eran aliadas de su sector. Otra de las denuncias en este sentido fue la realizada por la ex funcionaria de la alcaldía, Marcela Hernandez, quien representaba a los colectivos feministas de la comuna dentro del municipio. Quien acuso acoso y abuso sexual a personeros del alcalde y que la llevo incluso a una denuncia en tribunales.

Si bien la derecha buscó sacar provecho de esta crisis, cuestión que la izquierda revolucionaria debe denunciar en primer lugar, la respuesta de Sharp frente a los problemas estructurales de la comuna no implican enfrentar a los verdaderos dueños de Valparaíso.

Antes de la rebelión vimos a sharp encabezar el lobby del proyecto de royalty portuario, usando el mismo proyecto de ley que sus antecesores (que acepta la ley de concesiones portuarias) ¿cual fue su estrategia?, armó una mesa de los alcaldes de las ciudades puertos y se dedicó a golpear puertas en el congreso. Todo esto mientras veía con buenos ojos “las inversiones privadas en el puerto” frente al debate de ampliación del T2 y daba visto bueno al mega proyecto privado de tren Santiago-Valparaíso.

No vimos ninguna iniciativa que buscará ponerle fin a la lógica de concesionarias privadas en las áreas estratégicas de la comuna como lo es el puerto de Valparaíso ni mucho menos un llamado a la movilización obrera y popular para enfrentar al empresariado. Enfrentar el saqueo que genera enormes ganancias que se la llevan empresarios multimillonarios como Von Appen, dueño de Ultraport. Todo esto mientras la pobreza en la comuna se dispara y la cesantía supera las cifras nacionales llegando a un 12%.

Aunque aún molecular surge la política obrera y socialista en las elecciones post rebelión

En este escenario donde se fortalece la ilusión en la izquierda reformista que diluye el rol de la clase trabajadora en la “ciudadanía” , nos parece importante recalcar que existió también espacio para la política obrera. Y que se expresó con mayor claridad en Antofagasta, principal ciudad de la clase trabajadora minera e industrial de chile.

La lista de de “trabajadoras y trabajadores revolucionarios - A darlos vuelta todo” del PTR, grupo hermano del Partido de Trabajadores Socialistas de Argentina (parte de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional), logró una votación a nivel nacional, presentándose en 8 distritos logró un importante apoyo, con más de 87 mil votos sumando las categorías de Concejales, Gobernadores y Constituyentes, donde si bien no logró elegir constituyentes, hizo una votación clave en la pelea por construir una izquierda obrera y socialista.

Una contratendencia frente al fortalecimiento de la izquierda reformista e institucional, fue la votación que tuvo el obrero industrial y dirigente sindical del Partido de los Trabajadores Revolucionarios, Lester Calderón que obtuvo el 12,78% de los votos (21.442) a gobernador regional en Antofagasta, capital minera y uno de los centros de concentración de la clase obrera en el país, junto a la concejala electa, Natalia Sanchez, médico del Hospital Regional y organizadora de las brigadas de salud del Comité de Emergencia y Resguardo durante la rebelión en la capital regional, y Daniel Vargas, abogado de DDHH, que derrotó al grupo Luksic en la causa del Multirut del FCAB, que logró una importante votación en la categoría de constituyentes. Se instalaron en la región con un programa con centro en las demandas de la rebelión, llamando a terminar con el saqueo empresarial de las transnacionales del primer mundo y sus socios locales, los grandes grupos económicos, como Luksic, que junto a las familias Von Appen, PonceLerou de SQM y Angelini han transformado la región en una gran zona de sacrificio industrial, planteando un programa basado en la renacionalización de los recursos naturales y las empresas estratégicas (ferrocarriles, minas, puertos y aeropuertos) bajo gestión de los trabajadores y las comunidades.

La votación de la lista de trabajadores revolucionarios en Antofagasta expresó en gran medida esta emergencia de politiva obrera, pero también la experiencia avanzada de sectores en la rebelión tras la organización de la jornada de paro nacional del 12 de noviembre del 2019, donde la autoorganización y la coordinación del Comité de Emergencia y Resguardo junto a diversos sindicatos, portuarios, del sector educativo, retail, de la salud, la industria, junto a poblaciones combativas, las asambleas de artistas y profesionales.

Por esto decimos que la votación de la lista de trabajadores revolucionarios, bajo un programa de las y los trabajadores, aunque aún minoritaria expresa un importante punto de apoyo para la emergencia de una alternativa revolucionaria, en Chile

¿Nuevos funcionarios, para viejas “ilusiones” en el Chile de los empresarios?

El pacto por la paz del 15N donde el FA. jugó un rol central como parte de la Cocina tuvo un gran mérito, sacar la lucha de las calles, y desviarlas al terreno de las elecciones, a la vez que funcionar como una gran camisa de fuerza a la convención constitucional, con quorum de 2/3, la imposibilidad de revisar los tratados de libre comercio con el imperialismo, y limitarse al terreno puramente formal. Mientras crecen las ilusiones y Piñera, el aparato judicial y represivo siguen gobernando.

Así lo que no se puede perder de vista, es que por detrás del recambio de rostros de alcaldes, funcionarios y parlamentarios, siempre se encuentran los verdaderos dueños de la ciudad, el suelo, de los bancos, los puertos, las minas, el comercio y la industria. Y es que administrando la pobreza, la desigualdad, permitiendo la “contención social” las municipalidades son parte de un engranaje fundamental para la defensa de los intereses de los empresarios y los grandes propietarios, concentrando el fabuloso negocio de la obra pública y las patentes.

Los programas limitados a la gestión de la pobreza, como bien demuestra el de Rippamonti en la emblemática Viña del Mar, se mantiene en la órbita de la vieja política, tolerada por el gran capital, jugando un rol de administrador de los intereses comunes de los grandes propietarios y el empresariado local, haciendo del municipio un coto de caza, con el que se construye una maquinaria política electoral basada en el clientelismo y la asignación de recursos (y prebendas) en la población.

Es por eso que, mientras se recrean viejas ilusiones socialdemócratas, que a través de la gestión social progresiva del Estado en sus diferentes niveles se puede “democratizar chile” para la conquista de derechos sociales. Pero para conquistarlos es necesario enfrentar los poderes reales que gobiernan Chile, los grandes empresarios y trasnacionales, que sosteniendo a Piñera y al “régimen de los 30 años” se imponen como un cortafuego de toda ilusión de cambio gradual.

Las tribunas dentro de las instituciones municipales podemos aprovecharlas en un sentido revolucionario si develamos y cuestionamos el poder de los empresarios. Es por esto que mientras estas variantes mantienen la lógica de concesiones privadas en los servicios municipales, manteniendo la municipalización de la salud, la educación y servicios básicos. Consideramos urgente una alternativa que proponga un programa desde las y los trabajadores, partiendo por ordenanza municipal para que los servicios sociales dependientes del municipio sean financiados por el estado y controlados por las y los trabajadores. El paso a planta de todos los trabajadores del municipio y servicios asociados. Para enfrentar la precariedad y el desempleo, necesitamos un plan municipal que prohíba los despidos y reparta las horas de trabajo entre ocupados y cesantes. Frente a la crisis de la vivienda es necesaria la expropiación de los inmuebles ociosos, y terminar con la especulación del suelo de las grandes inmobiliarias para la creación de viviendas para la clase trabajadora. Mientras los municipios “ciudadanos” hablan de participación con consultas virtuales mientras todo se decide en las cuatro paredes del concejo municipal, es necesaria una asamblea comunal libre y soberana, con electores cada 10 mil habitantes, donde se discutan los verdaderos problemas de las comunas, como la propiedad de las áreas estratégicas y recursos naturales en manos hoy de grandes multimillonarios.
Un programa para conquistar las demandas contra el chile de los 30 años, solo podemos conquistarlas con la movilización de los trabajadores y el pueblo, retomando el camino de la huelga general y fortaleciendo la auto organización y defensa, de las y los trabajadores. En la perspectiva de un gobierno obrero, única forma de conquistar nuestros reclamos.

¿Las tribunas municipales las pondremos al servicio de que gobiernen las y los trabajadores o para que continúe el saqueo de los 30 años?

 
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