Es una buena noticia. Según se informó oficialmente, hoy llegan al país un total de 843.000 dosis de la vacuna del laboratorio AstraZeneca, provenientes de Estados Unidos. Son parte de un contrato firmado por la Argentina por 22,4 millones vacunas de ese laboratorio, por un costo total de 89,6 millones de dólares.
Se suma a las 204.000 que llegaron este domingo desde Europa, adquiridas por el Gobierno a través del mecanismo Covax y las Sputnik V que llegarán hoy en el decimosexto vuelo que realiza Aerolíneas Argentinas desde Rusia.
Lo lamentable es que lo hace en un país atravesado por un confinamiento en gran parte de su territorio, que atravesó una semana preocupante con cerca de 30 mil nuevos casos diarios y 500 muertes, con ciudades con las salas de terapia saturadas.
La situación es producto, entre otras cosas, del criminal atraso de la campaña de vacunación oficial. De las dosis que había prometido el gobierno aplicar a esta altura del año, la realidad marca que está muy atrasado. Incluso a pesar de haber pagado una millonaria cifra a varios laboratorios. Pero que además una de esas vacunas surge en el país.
Por un acuerdo entre los empresarios Hugo Sigman y Carlos Slim, auspiciados por los gobiernos de ambos países, AstraZeneca produce el principio activo contra la Covid-19 en el laboratorio del Grupo Insud en nuesta provincia de Buenos Aires y las envía para su "formulado" a México, desde donde son posteriormente distribuidas.
Entre el contrato, la producción y la llegada al país, ya pasaron más de 6 meses. Antes estuvieron, gran parte de ellas, en territorio de Estados Unidos, que también forma parte del negocio.
En las últimas horas la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini, viajaron a México para seguir de cerca el proceso de liberación de vacunas Oxford-AstraZeneca. Este lunes se reunirán con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard y más tarde con el Embajador argentino en México, Carlos Tomada. Además, según hizo trascender el gobierno a la prensa, visitarán Cuba para tomar conocimiento de cómo se están desarrollando las vacunas cubanas Abdala y Soberana 2.
Con la gira se intenta mostrar a las autoridades “en acción” en busca de avanzar en la inoculación. Pero lo cierto es que no hace más que mostrar el fracaso de la campaña de vacunación. Según la Auditoría General de la Nación (AGN), a mediados de mayo el país había realizado contratos con 5 laboratorios por 50 millones de dosis; sin embargo, a pesar de haber pagado u$s 189 millones, la mitad del monto global, solo había recibido el 20 % de las dosis.
En la mañana de este lunes, según el monitor de vacunación del Ministerio de Salud, se habían vacunados con dos dosis 2.414.237 personas y 8.735.231 con una sola.
La noticia del primer envío, como decimos, esconde que los negocios siguen primando sobre la salud. Millones de dosis podrían estar en el país desde hace meses. Por eso el Frente de Izquierda impulsó el proyecto de declaración de utilidad pública del laboratorio mAbxience de Sigman, junto al plan de hacer un relevamiento de todos los establecimiento públicos y privados de la Argentina, donde pudiera hacerse la producción y el envasado, para garantizar la vacunación de la población local y facilitarla, al costo, a los países hermanos de Latinoamérica. |