El ex Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, calificó este martes como "absurda e insólita" la denuncia de Patricia Bullrich y ya inició "acciones penales y civiles" en su contra. La referente de Juntos por el Cambio lo acusó de querer sobornar a Pfizer, responsabilizándolo por la imposibilidad de cerrar un acuerdo la compra de vacunas con el laboratorio que no cumplió los acuerdos establecidos con el país al comienzo de la pandemia.
"Absurda, insólita, macana, no sé cómo calificarla. Este asunto me sorprendió tanto que me obligó a salir a hablar y decir lo que sé y lo que soy y la locura que es acusarme de esa manera", declaró González García en Radio con Vos.
"Tengo muchos años de funcionario público y jamás me rozó una sospecha", continuó el exministro e insistió en que ya había "explicado y enviado notas" sobre lo sucedido en las negociaciones con Pfizer. Salvo el vacunatorio VIP, le faltó decir a Ginés, lo cual no es una sospecha sino una denuncia concreta que le costó el cargo.
El ex ministro tuvo que renunciar después de que saliera a la luz el escándalo del vacunatorio VIP, por el que se estaban vacunando sus amigos y los del poder, antes que la población en su conjunto. Montados sobre esta realidad innegable, referentes de la oposición aprovechan para hacer todo tipo de campañas contra el Gobierno. Patricia Bullrich, lobista del laboratorio Pfizer que hasta llegó a decir que podríamos darle las Malvinas para que nos den vacunas, denunció que Ginés había pedido sobornos al laboratorio para cerrar un acuerdo.
Los incumplimientos de Pfizer en sus contratos con los estados por las vacunas, sucedieron en distintas partes del mundo. Los requerimientos que impone a los países son incumplibles. Mientras era ministro, Ginés González García se arrastró detrás de Pfizer para obtener un acuerdo. El laboratorio hizo estudios en el país, en instalaciones del Estado y experimentó con ciudadanos argentinos. Nunca cumplió con lo que tenía que aportar a cambio. Juntos por el Cambio le machaca al Gobierno no haberse arrastrado más y no haber hecho todo lo que el laboratorio pretendía. Y señalan que el acuerdo con Pfizer no fue posible, porque el Frente de Todos es lobista de los negocios de empresarios farmacéuticos argentinos como Hugo Sigman.
Ahora, Bullrich dio un paso más, al denunciar que Ginés habría querido coimear al laboratorio. Esto fue desmentido por la misma Pfizer, que está obligada por las “ley de Prácticas Corruptas Cometidas en el Extranjero”, a reportar ante las autoridades de ese país cualquier pago o intento de pago indebido.
Totalmente desautorizada por el laboratorio y ante el escándalo que generó con reacciones legales del oficialismo, Bullrich le pidió una reunión a Alberto Fernández para “explicarle” su denuncia. Luego de que el jefe de Estado anticipara que la denunciará ante la Justicia, la referente opositora lo increpó: "Cíteme, voy hoy a la Casa Rosada y le explico, para que ponga en vereda a los funcionarios que impidieron la llegada de vacunas. No persiga al que le dice la verdad. Si le mintieron y se dejó mentir, él también es responsable".
El domingo por la noche Patricia Bullrich había afirmado, en diálogo con el canal de TV del diario La Nación, que Ginés González García había pedido "sobornos" al laboratorio Pfizer y negociaba con "un intermediario, que es el mismo de AstraZeneca, Hugo Sigman".
"No se qué le falta conocer para decir por qué no hubo vacuna, es muy simple. Pfizer exigió una serie de condiciones, que no se amoldaban a nuestra ley", aclaró Ginés.
El exfuncionario repasó todo el proceso con el laboratorio y dijo que cuando se iniciaron las negociaciones, les ofrecieron "todo el apoyo si querían hacer una transferencia tecnológica, si querían hacer parte del proceso acá", y dijo que era una "cuestión soberana" y de "ahorro de divisas".
Dijo que también ofrecieron "toda la voluntad del Gobierno para que hicieran acá la fase 3 y Pfizer lo aceptó, al punto tal que la más grande experiencia de Fase 3 por magnitud la hizo acá".
El ex funcionario justificó que Pfizer "fue una de las elegidas" porque "venían primeras en la experimentación" y dijo que tuvieron "mucha esperanza con Pfizer", aunque presentaba "algunos inconvenientes como lo de que requería menos 70 grados" pero, asumió, aún así, estaban "pensando la logística con las provincias".
"Cuando surge una necesidad que no tenían las leyes argentinas en cuanto a la inmunidad, el laboratorio pidió que existiera una ley que los liberara de las consecuencias o reacciones posteriores de la vacuna", siguió González García. Y aclaró que la ley de vacunas tenía la palabra "negligencia", lo que para el laboratorio significaba un "espectro muy amplio".
"De ahí a decir que no salió porque se exigió soborno a través de un intermediario, hay una diferencia brutal", declaró y afirmó que "el Gobierno no negocia con intermediarios" y nunca le "condicionó" ser "amigo de Sigman". | 
