Algunas cosas que hay que saber o recordar, sobre las negociaciones del gobierno con el laboratorio. El lobby de Juntos por el Cambio. Las ganancias de la empresa.
El laboratorio Pfizer, mega corporación farmacéutica yanqui, volvió a estar en el centro del debate en Argentina. Su vacuna contra el coronavirus es una de las más codiciadas en el mundo, pero a pesar de que fue el primero en empezar a negociar con el Gobierno argentino, hasta ahora no se ha firmado ningún acuerdo de compra.
Patricia Bullrich, referente de la oposición de derecha de Juntos por el Cambio, denunció este domingo por televisión, que el ex ministro de Salud, Ginés González García, le había pedido sobornos al laboratorio y le había exigido que el negociador fuera el empresario farmacéutico criollo y amigo del gobierno, Hugo Sigman.
Pfizer la desmintió. El presidente Alberto Fernández dijo que la denunciaría penalmente, al igual que González García.
El hecho de que el Frente de Todos no haya cerrado un acuerdo con el laboratorio, es uno de los caballitos de batalla de Juntos por el Cambio. Este espacio se pone la camiseta de la corporación y hace lobby por su vacuna. Así fue que la ex ministra de seguridad bajo el macrismo, llegó a decir que le podríamos haber dado las Malvinas al laboratorio si las hubiera pedido.
Referentes como Bullrich y Fernando Iglesias, fueron parte de las movilizaciones anti cuarentena y anti vacunas protagonizados por sectores de derecha durante 2020. El mismo Iglesias le reconoció en un debate televisivo a la diputada del PTS-FIT Myriam Bregman, que él había sido parte de las movilizaciones anti vacunas, aunque niega haber sido parte de la derecha reaccionaria que hasta llegó a decir que las vacunas envenenaban a la gente, tal como denunció Carrió. Su cambio de discurso por las vacunas es pura especulación electoral.
¿Qué pasó con Pfizer en 2020?
A mediados de julio del año pasado, se conocía que Pfizer había elegido nuestro país para realizar los estudios de Fase 3 de la vacuna que desarrolló junto a su socia alemana, BioNTech. Fernando Polack fue el médico investigador principal del estudio a cargo de las farmacéuticas que involucró a 4500 voluntarios en el Hospital Militar.
En octubre de 2020, el Congreso aprobó la ley pomposamente presentada como “declaración de interés público de la investigación, el desarrollo, la fabricación y la adquisición de las vacunas contra el covid-19”.
Garantiza la prórroga de jurisdicción a favor de los tribunales arbitrales y judiciales con sede en el extranjero. Es decir, tal como ocurre con los acreedores internacionales, si se decidiera llevar a juicio a un laboratorio debería hacerse dónde este lo decidiera.
Habilita la celebración de contratos con los laboratorios que prevean “condiciones de indemnidad patrimonial respecto de indemnizaciones y otras reclamaciones pecuniarias”, es decir que el Estado nacional deberá asumir el costo de las mismas.
Establece “cláusulas o acuerdos de confidencialidad acordes al mercado internacional de las vacunas” y exime del “pago de derechos de importación y de todo otro impuesto, gravamen, contribución, tasa o arancel aduanero o portuario, de cualquier naturaleza u origen, incluido el Impuesto al Valor Agregado”.
Llegaba el fin del año y el acuerdo de compra de vacunas que se hablaba desde julio no cerraba. “No entendemos por qué tienen tantas exigencias, pareciera que no le tienen fe a la vacuna”, dijo Ginés González al periodista Víctor Hugo Morales en una entrevista en AM 750 el 28 de diciembre. “Si con alguna firma ha sido generosa la Argentina, ha sido con Pfizer. Les ofrecimos la estructura para que hicieran el estudio clínico acá, hubo condiciones contractuales para las cuales hicimos una ley y hubo alguna cosa de la ley local que no encaja con lo que ellos quieren. Y la verdad es que es muy difícil para nosotros hacer otra ley, más allá de que no sería lo más digno para un país”, dijo el ministro.
El reconocimiento de que la ley de vacunas fue hecha en función de los laboratorios, es explícito. Pero a Pfizer, esto no le pareció suficiente. Según se conoció, la principal traba fue un agregado al texto de la ley. La norma le otorga indemnidad a los desarrolladores de la vacuna “excepto en casos de negligencia”. La palabra “negligencia”, es la que a Pfizer no le gusta.
En febrero una investigación por parte de la agencia de noticias londinense The Bureau of Investigative Journalism (TBIJ), junto con el portal peruano OjoPúblico, dieron cuenta del retraso de más de tres meses (o su inexistencia en los casos de Argentina y Brasil), para avanzar en los acuerdos entre Pfizer y varios estados latinoamericanos. Según reveló la investigación, en cada país Pfizer esperaba contar con garantías para no ser afectada legal o económicamente ante judicializaciones por las consecuencias que pudiera tener su vacuna. Entre las mismas se cuentan, para los casos de Argentina y Brasil, que se incluyera a los activos soberanos de estos países, como embajadas o bases militares.
El 27 de abril, la asesora presidencial Cecilia Nicolini en declaraciones a radio Futurock sostuvo que “se han retomado las negociaciones con Pfizer”. “Las negociaciones a veces sufren algunos impases, se frenan, luego se retoman, en ningún caso están cerradas o imposible de poder firmar o avanzar. Ahora, tiene que haber acuerdos entre las partes, y eso significa (no solo) ponerse de acuerdo en las cláusulas que en su momento no estábamos de acuerdo, sino también tener una propuesta interesante para la Argentina de entrega de esas vacunas en tiempo y forma”, agregó.
“La reapertura de las negociaciones con Pfizer se dan luego de las visitas del jefe del Comando Sur, Craig Faller y del enviado de Joe Biden, Juan Gonzalez, quienes entre otros temas expresaron su preocupación por la influencia de China y Rusia a través de las vacunas y anunciaron un programa de ayuda a los países sin acceso a las mismas desde los EEUU. La diplomacia de las vacunas es el instrumento de chantaje geopolítico del imperialismo para reforzar su presencia como potencia dominante en la región”, denunció el periodista Facundo Aguirre en este diario.
Nuevas variantes, más negocios
A principios de mayo Pfizer anunció en un comunicado beneficios netos de 4.877 millones de dólares en el primer trimestre, un 45 % más que en el mismo periodo del 2020. Unos 3.500 millones de dólares en ventas corresponden a su vacuna anticovid BNT162b2, que se ha convertido en su principal fuente de ingresos. En el conjunto del año espera ingresar unos 26.000 millones de dólares gracias a la vacuna, teniendo en cuenta los contratos firmados hasta el momento.
"Hasta ahora, la farmacéutica contaba con obtener unos 15.000 millones de dólares, por lo que ha revisado al alza sus previsiones y espera que su facturación anual se sitúe entre 70.500 millones y 72.500 millones de dólares. (...) El consejero delegado de la firma, Albert Bourla, destacó los sólidos resultados trimestrales y recalcó que la facturación creció incluso sin tener en cuenta el éxito de la vacuna”, informó el sitio Portafolio
“Los líderes de Pfizer, Moderna y de Johnson & Johnson aseguraron hace poco, por separado, a sus inversionistas que esta pandemia se convertirá en una endemia estacional, lo que permitiría subir el precio de las vacunas basado en su valor en el mercado. De acuerdo a los estudios de las farmacéuticas, el virus estará persistiendo largo rato transformándose en una endemia perenne a medida que las mutaciones seguirán propagándose y no se descarta que se necesiten inyecciones de refuerzo. Según el director financiero de Pfizer, Frank D’Amelio, “la necesidad de inyecciones de refuerzo presenta para nosotros una oportunidad significativa para nuestra vacuna desde una perspectiva de demanda y desde una perspectiva de precios”, informó el sitio Caras y Caretas este lunes 24 de mayo.
Según el sitio El Financiero el 22 de mayo, “se ha demostrado que las vacunas contra el coronavirus de Pfizer y AstraZeneca funcionan contra una variante del virus identificada por primera vez en India, según un estudio de Public Health England (PHE). Dos dosis de las vacunas COVID-19 fueron ‘altamente efectivas’ contra la cepa B.1.617.2 detectada por primera vez en India, dijo la agencia en un comunicado. Hubo una diferencia mínima con la forma en que funcionan las inoculaciones en una variante detectada en Kent”.
Infobae consultó la palabra de Pfizer sobre el avance de la negociación con el Gobierno para acceder a sus vacunas en la Argentina: “El diálogo actual es auspicioso”, dijeron.
