El Gobierno reglamentó este martes la ley que modificó el Impuesto a las Ganancias, pero faltan las resoluciones correspondientes de la AFIP para instrumentar la aplicación de la norma, en especial el reintegro a aquellos trabajadores en relación de dependencia con salarios inferiores a $ 150.000 mensuales. Pasaron casi dos meses desde que se aprobó la ley en el Congreso.
También se reglamentó este martes los cambios en el monotributo. La nueva tabla contempla una suba de los topes de facturación del 35,3 % para 2021, con retroactividad a enero.
La reglamentación quedó plasmada en el decreto 336/21, suscripto por el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
La nueva ley de Ganancias establece un piso de $ 150.000 de salario bruto mensual y se calcula que cerca de 1,2 millones de trabajadores en relación de dependencia dejarán de pagar el tributo, así como los jubilados que ganan menos del equivalente a ocho jubilaciones mínimas ($ 164.568 hasta mayo $ 184.645 a partir de junio).
Entre otros cambios, el aguinaldo queda excluido del cálculo de la base imponible, se elimina el tope de deducción por hijos con discapacidad, se introduce la figura de concubino dentro de las cargas de familia y se exime del pago de horas extras o guardias al personal de salud hasta septiembre.
Aquellos trabajadores que ya no serán alcanzados por el impuesto al salario esperan aún la devolución del tributo que el Estado les retuvo desde enero. Primero se esperaba que la devolución fuera en mayo, pero luego se fue demorando. Ahora se calcula que la devolución se concretará en julio y, además, será en cinco cuotas. Es curioso que la última cuota se terminaría de cobrar en noviembre, el mismo mes en que se realizarán las elecciones legislativas.
A pesar de los cambios en Ganancias hay alrededor de un millón de trabajadores que seguirán pagando. Por la actualización del mínimo no imponible muchos de los que dejen de pagar el impuesto lo volverán a pagar en poco tiempo cuando aumenten los salarios por las paritarias.
Los trabajadores no deberían pagar el impuesto a las Ganancias, el salario no es ganancia. Deberían estar exceptuados todos los trabajadores bajo convenio, con excepción de los gerentes y los que cumplen funciones vinculadas a la dirección empresarial.
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