Poder comer se volvió un lujo con los altos precios de los alimentos. Según informó el Indec, los precios de los alimentos y bebidas escalaron 46,4 % en los últimos doce meses, por encima del nivel general. En abril, la inflación fue del 4,1 % y “Alimentos y bebidas no alcohólicas” alcanzaron 4,3 %.
En mayo los precios de los alimentos siguen altos. Un relevamiento de Consumidores Libres en supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires registró que el precio de los 21 productos de la llamada “canasta básica de alimentos” tuvo una suba del 1,83 % durante la primera quincena de mayo del año 2021. Así, desde que comenzó el año la suma acumulada es del 20,73 %. La inflación no da tregua, y se proyecta que será del 47,3 % a fin del 2021.
Entre los alimentos que más aumentaron en las primeras dos semanas de mayo se destacan los productos de almacén, verdulería, carnicería y panificados. La carne es otro producto inalcanzable para muchos. Según el Indec, la carne y derivados aumentó entre 65 % y 70 % en el último año, cuando la inflación interanual promedio fue de 46,4 %.
La suba de los precios de los alimentos afecta más a los sectores de menores ingresos. Según la última Encuesta de Gastos de los Hogares (ENGHO) del Indec el gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas en los hogares del primer quintil (grupo de la población más pobre) representa más de un tercio de su gasto total.
El "lujo" de comer
Mientras los precios de los alimentos suben, la pobreza aumenta. La pandemia profundizó la crisis que transitaba Argentina, en 2020 la pobreza alcanzó el 45,3 % en el último trimestre del año, que representa más de 20 millones de pobres en todo el país.
Ante la falta de empleo y menores ingresos más familias asistieron a los comedores para poder tener un plato de comida. Según la organización Banco de alimentos, el número de personas que comen gracias a los comedores que retiran sus donaciones subió de 168.000 a 426.117 por día en último año (154 % más). Es el dato de personas atendidas en abril de 2020 frente al mismo indicador de abril de 2021.
Un documento elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA analizó la inseguridad alimentaria total, que expresa la reducción involuntaria de la porción de comida durante los últimos 12 meses, y la inseguridad alimentaria severa, que expresa la percepción de experiencias de “hambre” por problemas económicos durante los últimos 12 meses.
El informe de la UCA advierte que el porcentaje de hogares con niñas y niños que experimentó episodios de inseguridad alimentaria severa subió de 11,8 % a 13,8 % entre 2019 y 2020. Es decir, mostró una variación de 17,6 %. En tanto, el incremento a nivel de la inseguridad total fue de 16,2 % (saltó de 28,4 % a 33 %).
Asimismo, la inseguridad alimentaria severa afectaba al 11,5 % de los niños y niñas en 2019 y pasó a involucrar al 16 % en 2020 (un aumento de 38,8 %). El informe explica que “este incremento más intenso en la población de niños/as –en comparación con lo ocurrido en los hogares– puede interpretarse como resultado de un empeoramiento más fuerte, en términos relativos, en los hogares más numerosos o que tienen una mayor presencia de menores de edad”.
Sobre la tarjeta Alimentar y la Asignación Universal por Hijo (AUH), el informe advierte que a pesar de recibir dichas transferencias, el “70,8 % de los hogares destinatarios son pobres por ingresos y casi 9,1 % son indigentes”. Del total de hogares que recibe la tarjeta Alimentar el 22 % empeoró el acceso a la alimentación y disminuyó la cantidad de comidas diarias de los niños y niñas, según una encuesta del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci).
Alberto Fernández anunció la ampliación de la tarjeta Alimentar, los montos van desde los $ 6.000 para las familias con un/a hijo/hija hasta $ 12.000 en el caso de familias con tres hijos o más menores de 14 años de edad. La medida es una ayuda para muchas familias, pero es insuficiente para poder comer en todo el mes. La canasta alimentaria, que tiene un alcance limitado a bienes de primera necesidad, y mide la “línea de la indigencia” alcanzó los $ 26.677 en abril, según el Indec. Es más del doble del monto de una tarjeta Alimentar para un hogar con tres hijos.
Además, el informe de la UCA señaló que considerando exclusivamente a los hogares con la tarjeta física alimentar, se observó que en más de 5 de cada 10 se reportó algún problema con el uso de la Tarjeta. Entro los problemas más comunes se encuentran que algunos productos no se pueden comprar con la Tarjeta y que algunos comercios no la aceptan.
Alberto Fernández afirmó que nada le preocupa más que el hambre de los argentinos. Sin embargo, las jubilaciones y los salarios pierden contra la inflación. Este será un nuevo año de caída del poder de compra. También se eliminó el IFE para quienes más lo necesitan. Hay que invertir las prioridades, lo primero tiene que ser atender las necesidades de millones que están sufriendo. Es urgente un Ingreso Familiar de Emergencia de $ 40.000, un salario mínimo igual a la canasta familiar y la recomposición salarial, entre otras medidas.
|