Caída preocupante del equipo de Gallardo en el Monumental, que opaca los festejos por el 120° aniversario que está cumpliendo River Plate. Pero más allá de las correcciones que deberá hacer el Muñeco, especialmente en el aspecto defensivo, ya está en octavos de final. El empate sin goles ante Independiente Santa Fe le impidió a Junior de Barranquilla arrebatarle el segundo puesto del grupo D a River. Fluminense, a juzgar por este 3-1, quedó primero con justicia.
Un primer gol producto de un contraataque que dejó mal parado a River y que capitalizó Caio Paulista a los 22 minutos del primer tiempo y una salida horrorosa de la defensa local que le dejó servida en bandeja la habilitación a Nené para un remate fulminante, apenas 7 minutos después, le complicaron el partido a River, que dejó mucho que desear en ese primer tiempo. Evidentemente pesó cierto relajamiento en el plantel luego de la hazaña de la semana pasada, aunque también hay que tener en cuenta que la recuperación física para los futbolistas que cursaron COVID-19 no es inmediata. Pese a tener alta médica, la plenitud física no es tan sencilla de recobrar.
En el segundo tiempo River buscó un poco más, aunque quedó debilitado con la expulsión de Jonatan Maidana por un manotazo a Caio Paulista que el árbitro Ostojich juzgó como merecedor de roja directa; hacia el final encendió esperanzas el descuento de Girotti a los 40 minutos de esa segunda etapa. Pero otra vez una defensa riverplatense estática y espectante dejó que el ataque de Fluminense maniobrara para que de arremetida Yago Felipe le pusiera la frutilla al postre: un 3-1 contundente.
River ante ese resultado tenía que esperar que Junior no ganara en Colombia. Eso fue lo que sucedió y que ubica al equipo de Gallardo en octavos. En una fase de grupos accidentada y signada por el contagio de gran parte del plantel de coronavirus, River logró clasificar de todas maneras. Más allá de lo futbolístico también hay que señalar que tuvo costo alto: el chofer del micro que trasladó al plantel la semana pasada se encuentra en una situación crítica y en terapia intensiva por padecer COVID, una noticia lamentable que no debe pasar desapercibida.
Lo que sigue todavía está indefinido: se deben terminar de configurar las clasificaciones en el resto de los grupos para saber qué rivales probables le pueden tocar a River en el sorteo. Por el momento, la primera prueba está superada. |