En la entrevista, desarrolló en particular tres casos. En Chile, planteó cómo se expresan hoy las tendencias políticas que abrió la rebelión de 2019, las características y contradicciones de la Convención Constituyente próxima a realizarse y las batallas que lleva adelante la militancia revolucionaria del PTR, que viene de obtener muy buenos resultados electorales con referentes de la clase trabajadora en la región de Antofagasta, centro minero del país, así como presentando una alternativa en las principales regiones del país. En Francia, destacó la novedad de una camada de dirigentes obreros de las luchas de los últimos años asumiendo como propias la necesidad de construir un partido revolucionario, frente a la deriva de la dirección del NPA hacia acuerdos de colaboración de clases con la izquierda institucional. Símbolo de esa generación es Anasse Kazib, referente de los ferroviarios, hijo de inmigrantes marroquíes y precandidato presidencial de la CCR en el NPA. Y por último, señaló las particularidades del proceso político y de lucha en Argentina, de los que se desprenden las batallas del PTS, del Frente de Izquierda Unidad y los objetivos de la Comunidad de La Izquierda Diario.
Aquí compartimos sus principales definiciones, mirá la entrevista completa.
Sobre el marco internacional
“Myanmar, Sudamérica y Palestina son hoy los centros de la lucha de clases. En este último caso, hay que recordar que en el 2019, si bien con orígenes distintos, vimos en Irak e Irán fuertes movilizaciones contra la austeridad”.
“Sudamérica es un lugar muy dinámico para la lucha de clases. La prestigiosa revista London Review of Books analiza que lo que ocurre en nuestro subcontinente tiene importancia histórica mundial”.
“La rebelión en Colombia es parecida a la de Chile en 2019, siguen los bloqueos, paros y manifestaciones, a pesar de la durísima represión estatal, que está armada por el imperialismo norteamericano, y no logran frenarla”.
“Marx decía que los marxistas no habían descubierto las clases y lucha de clases, que eso existia, que mientras hubiera clases explotadores y clases explotadas iba haber lucha entre esas clases. Que lo que había descubierto es la forma de superarla: un gobierno de los trabajadores, que abra el camino a terminar con la sociedad de explotación de clases. Los marxistas somos eso, no somos solo los que luchamos, aunque estamos en la primera fila de cada lucha, sino que ofrecemos una perspectiva para que esas luchas triunfen y se acabe la explotación. Porque no va haber variante de reforma del capitalismo, menos aún en el marco de la aguda crisis que estamos viviendo”.
“Hay una izquierda, vieja y nueva, que se propone administrar las luchas para canalizarlas hacia la administración del Estado capitalista. Nosotros estamos dando pasos importantes en construir una izquierda de la clase trabajadora que luche por la unidad de las filas de la clase obrera, para que las luchas triunfen, que se autoorganicen e intervengan en esos procesos políticos pero no como objetivo, como estrategia, ganar un puesto para ver cómo desde ahí gestiona el Estado para hacerlo ‘bueno’”.
“La tragedia de Podemos en el Estado español es ejemplo de esa ‘nueva izquierda’. Se terminó aliando con el PSOE sin resolver la crisis y eso terminó llevando al fortalecimiento de variantes de salida a la crisis pero por derecha, como mostró el triunfo arrasador de la candidata trumpista del PP en Madrid”.
“Hay una pandemia de malmenorismo en la izquierda a nivel mundial. Frente a eso tienen gran valor los pasos que hemos dado”.
Chile
“En Chile hubo una rebelión enorme. Hay revueltas en todo el mundo, todavía no hay revoluciones con la clase trabajadora interviniendo al frente de los procesos. En Chile en un momento, el 12 de noviembre de 2019, el paro general amenazó con abrir un momento revolucionario, uniendo la juventud con el movimiento obrero, afectando los puertos y los bloqueos en los centros mineros”.
“El 12 de noviembre de 2019 aterrorizó a Piñera y al régimen chileno. A los pocos días se firma el acuerdo de convocatoria a la Constituyente. Una maniobra hecha por la derecha, pero con el apoyo de los partidos de la centroizquierda chilena y también uno de los partidos de la ‘nueva izquierda’, que es el Frente Amplio”.
“El PC no firmó el acuerdo pero su dirección de la CUT no convocó a ninguna acción en rechazo, a la par que el régimen votaba una serie de leyes para reprimir fuertemente a la vanguardia”.
“Si decimos que queremos una Asamblea Constituyente libre y soberana, la primera condición es que no haya presos por la revuelta que conquistó esa asamblea”.
“Se abre una gran discusión en Chile, ¿va a tener plenos poderes la Convención? Sigue gobernando Piñera y los carabineros en la calle. En paralelo llaman a elecciones presidenciales. El viejo régimen se preserva y evita que la Asamblea sea libre y soberana”.
“Hay toda una serie de herencias de la dictadura de Pinochet y los gobiernos posteriores de la Concertación que decimos que hay que barrer, y para eso decimos que los trabajadores tienen que organizarse y luchar, sin confiar en las negociaciones entre los diputados de la Convención”.
“Desde el PTR (Partido de Trabajadores Revolucionarios) están planteando que si bien la Constituyente puede cambiar Chile, hay que retomar lo que hemos organizado en la revuelta del año pasado. En el caso de Antofagasta, en el norte del país donde se concentra la minería y el puerto, que fue uno de los lugares de gran combatividad en las semanas de octubre se formó el Comité de Emergencia y Resguardo, un comité que reunía trabajadores de la salud, trabajadores docentes, de la industria y jóvenes de las barriada. Organizaba marchas, la combatividad y el apoyo a los jóvenes que luchaban. De ahí surgió la compañera Natalia Sanchez, que ahora fue electa concejal por el PTR en Antofagasta, que era médica de este Comité, y hacían brigadas de médicos y enfermeras que iban por los piquetes atendiendo a los jóvenes heridos por la brutal represión de carabineros”.
“El proceso en Chile está en un momento de ilusión democrática con la Convención, eso hay que acompañarlo, pero a la vez decir que si no se organizan los trabajadores no se puede confiar en los acuerdos entre diputados”.
“Frente a todas las listas que de alguna u otra manera plantean que hay que hacer una constitución sin cuestionar el conjunto del régimen, que se postulan como una izquierda que se propone administrar el Estado, desde el PTR se armó una lista revolucionaria que levantó demandas profundas: hacer una verdadera Constituyente libre y soberana, que caiga Piñera, que no puede gobernar un día más, que tiene que organizarse los trabajadores para luchar por sus demandas que en Chile son muy sentidas como terminar con las AFP, con la salud para ricos que allá es brutal, terminar con la precarización laboral, etc. En Chile por ejemplo no puede haber sindicatos más que por empresa. Hay toda una herencia de la dictadura de Pinochet, que continuaron los Gobiernos de la ex Concertación, que desde el PTR se plantea que hay que barrer y para eso los trabajadores tienen que organizarse. Solo el poder de los trabajadores organizados va a poder terminar con el Chile heredado de Pinochet. Con ese programa les fue muy bien. Lester Calderon sacó casi el 13 % de los votos para gobernador en Antofagasta y el PTR de conjunto en las distintas listas sumó alrededor de 87.000 votos”.
Francia
“En la extrema izquierda hay dos partidos importantes: Lutte Ouvrière, histórico pero muy sindicalista y sectario con respecto a los nuevos movimientos, y el NPA que nació como un proyecto de hacer una nueva izquierda anticapitalista que permitió que fueran parte distintas corrientes revolucionarias”.
“En los últimos años se destaca en Francia una vanguardia obrera muy combativa, juvenil, y del movimiento de mujeres también. La vanguardia obrera tiene mucho peso en el transporte y la industria. Hay tradición de organización, pero siempre muy separada de la política. La novedad es que hay un nuevo sector, encabezado por Anasse Kazib, ferroviario hijo de obreros inmigrantes, junto con dirigentes de otras luchas, que asumieron la responsabilidad de pelear en el NPA por un partido revolucionario de la clase trabajadora que ofrezca una alternativa de la lucha de clases, contra el proyecto ambiguo de la dirección del NPA que es crecientemente electoralista”.
“Anasse Kazib es el emergente de una generación de jóvenes que dice ‘vamos a hacer un partido revolucionario en serio’. La dirección histórica del NPA en lugar de responder a este fenómeno se radicaliza al revés y va a hacer acuerdos con la izquierda institucional de Mélenchon con el argumento de frenar a la derecha”.
“El NPA está forzando una expulsión de la Corriente Comunista Revolucionaria porque no acepta en su cabeza ninguna variante de construcción de un partido revolucionario”.
“Hay corrientes dentro del NPA que decían estar por hacer un partido revolucionario que ahora aceptan el ataque contra la CCR en nombre de la unidad con la dirección que viene haciendo acuerdos electorales con el partido de Jean-Luc Mélenchon. Prefieren echar a la CCR y a Anasse Kazib antes que romper la unidad con la dirección mayoritaria del NPA. Podrían derrotarla uniéndose a la CCR, pero aceptan el derecho a veto de la dirección, que no tiene mayoría propia en los órganos del NPA”.
“No es nuevo este tipo de política en la corriente mandelista, lo novedoso es que haya una corriente que le diga que NO en Francia, y que esa corriente tenga dirigentes obreros, intelectuales, una generación de activistas, de mujeres, eso es lo nuevo, cuando el resto de las corrientes le dicen ‘ni’ y ceden”.
“Los compañeros del PO en Argentina tienen relación con una de esas corrientes en el NPA, que avala la expulsión de la CCR. Esto debe repudiarse. No se puede ser defensor de la tendencia más electoralista de la izquierda en este momento”.
“Frente a la situación internacional donde se busca recrear una izquierda que concilie con las tendencias a administrar el Estado, lo que nosotros nos proponemos y estamos orgullosos es que estamos dando pasos importantes en la Fracción Trotskista y la Red internacional de La Izquierda Diario en construir corrientes que sean verdadera opción para la clase trabajadora, una izquierda que se proponga ser hegemónica hacia el resto de los movimientos e intervenir en el terreno político. Lo que hacemos en Francia y Chile son los elementos más destacados de lo que queremos construir. Lucha de clases va a haber, lo que hace falta es corrientes que puedan decir ‘acá hay una perspectiva revolucionaria’”.
Argentina
“Las rebeliones en América Latina se vienen dando en países con gobiernos de derecha. Donde hay gobiernos que se presentan como amigos del pueblo como en Argentina, la experiencia es distinta porque los trabajadores depositan su voto, su apoyo y tienen confianza”.
“La lucha de la salud en Neuquén tuvo la unidad con la comunidad. Fue la más importante desde que asumió Alberto Fernández, pero tuvo sus límites. Si bien el gobierno tuvo que ceder un aumento salarial, estaba planteada una lucha que pusiera en jaque al Gobierno del MPN. Eso no pasó porque los sindicatos impidieron que por ejemplo se sumen otros sectores, como los docentes”.
“Hay muchos procesos de autoconvocados surgiendo en distintos gremios, en varias provincias, trabajadores del citrus, de choferes de colectivos, vitivinícolas, etc. Se está generando una tendencia a la autoorganización y a la unidad, aunque por ahora las luchas son por gremio. Esa tendencia se está procesando y acumulando”.
“La experiencia de coordinación de trabajadores con estudiantes, con familias que toman tierra, que se coordinan y se apoyan entre sí, esa experiencia de unidad entre ocupados y desocupados, familias trabajadoras y mujeres, es lo que queremos promover y desarrollar para que sea una alternativa fuerte para cuando llegue el momento de una experiencia más profunda y generalizada contra el gobierno”.
“Los medios hegemónicos no le dan cabida a lo que pasa por abajo, la Comunidad de La Izquierda Diario es para potenciar todo esto que pasa por abajo”.
“Tenemos un medio poderoso, todavía nos falta mucho, pero no nos subestimemos, no pensemos que la realidad es el bombardeo mediático”.
“Internacionalismo no es sólo tomar las demandas de los pueblos oprimidos del mundo como estamos haciendo con Palestina, sino tomar los debates que tiene la izquierda sobre cómo se construyen los partidos revolucionarios, ver los procesos y criticarnos entre nosotros”. |